El año 2021 que se despide iba a ser el del final de la pandemia de la covid-19 y el de la vuelta a la normalidad para todos los ciudadanos. La llegada de la vacuna mejoraría la situación sanitaria y pondría el punto final a los toques de queda, los confinamientos perimetrales y las limitaciones de aforo en bares y restaurantes, entre otras restricciones que han puesto al límite la salud mental de miles de ciudadanos.
Pero la irrupción de la variante ómicron del coronavirus a finales del pasado mes de noviembre ha hecho que se disparen todas las alarmas, volviendo a imponerse limitaciones al ocio nocturno y la hostelería en muchas comunidades. Este revés, no obstante, llega en un momento en el que pese a que los contagios registran cifras nunca vistas, con la incidencia acumulada superando los 1.300 contagios, la presión hospitalaria no sube al mismo ritmo debido a que ómicron provoca infecciones menos graves.
En definitiva, se cierra un año que nos deja una valiosa lección: nunca hay que bajar la guardia ni subestimar al virus; el avance firme hacia la ansiada inmunidad de grupo gracias a la vacunación y un pequeño retroceso con la vuelta al uso de las mascarillas al aire libre y las restricciones en algunas zonas. A continuación, repasamos un año cargado acontecimientos en la lucha contra el coronavirus.
La tercera ola y los contratiempos con la vacunación
El nuevo año arrancó con la tercera ola del coronavirus en pleno auge y con un contratiempo para la vacunación. Las compañías que habían firmado contratos con la Unión Europea (UE) para suministrar las dosis anunciaban una reducción temporal de sus entregas hasta finales de febrero o principios de marzo hasta que mejorasen su capacidad de producción.
Las vacunas de Pfizer, Moderna y Astrazeneca llegaban a cuentagotas a España, con lo que la inmunizaciones al personal de los servicios esenciales (sanitarios, docentes...) y mayores se retrasaba.
España alcanzó el pico de contagios de la tercera ola del coronavirus el fin de semana del 17 de enero. Entonces, nueve comunidades superaban el 30% de ocupación en las unidades de cuidados intensivos (UCI) con enfermos de covid. Siete rebasaban el 40%, con Cataluña y Madrid rozando un 50%. La peor situación estaba en Castilla-La Mancha (53%), la Comunidad Valenciana (61%) y La Rioja (64%).
“Nuestras UCI no pueden soportar mucho más de lo que están soportando. Tendríamos que hacer un esfuerzo por incrementar las medidas de control", advertía entonces el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón.
Pero la incidencia fue bajando poco a poco. Febrero supuso la confirmación de una tendencia a la baja de la tercera ola. La incidencia acumulada a 14 días se situaba por debajo de la barrera de los 200 casos por cada 100.000 habitantes tras más de dos meses por encima de este umbral.
Ya a mediados marzo, los datos empeoraron y varias comunidades autónomas, como Cataluña, Euskadi, Navarra o Galicia, confirmaron repuntes en sus territorios. "Seguimos observando un cambio en la tendencia y los datos están apuntando a que podemos llegar a tener aumentos en la incidencia", advirtió María José Sierra, subdirectora del CCAES. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, por su parte, ya hablaba de intentar evitar la cuarta ola.
Impulso a la inmunización en la cuarta "olita" y aparición de Delta
Los deseos de Darias no se cumplieron y la cuarta ola llegó en abril, aunque acabó siendo "una olita", como se refirió a ella Fernando Simón debido a que hubo una pronta estabilización de los contagios. Y todo ello pese a las vacaciones de Semana de Santa. El exceso de mortalidad en esta ola fue del 5,9%, 60 puntos menos que en la primera ola, que alcanzó el 65,2%.
Por tanto, mientras la cuarta ola, mucho menos empinada que las tres anteriores, amainaba también se daba un impulso a la inmunización a finales de abril: por primera vez las personas con pauta completa de vacunación superaban a los contagios notificados. No cabía duda que la población española estaba respondiendo con creces al llamamiento de las instituciones para avanzar en la inmunización, incluso pese a las noticias sobre fallecimientos debido a los efectos secundarios de algunas dosis, como AstraZeneca.
El contexto en mayo era de contagios a la baja y una campaña de vacunación viento en popa. Pero surgió un nuevo revés: una nueva variante más contagiosa y resistente a las vacunas. Se trataba de Delta, al principio denominada variante india, cuyo primer caso en España confirmado fue en Vigo, al detectarse un brote de coronavirus a bordo de un barco con bandera Singapur.
En este mes, no obstante, se alcanzó otro hito: uno de cada tres españoles ya había recibido al menos una dosis de cualquiera de las cuatro vacunas contra el coronavirus que actualmente están autorizadas por la EMA (Agencia Europea del Medicamento). A finales de mes, la incidencia acumulada llevaba casi un mes a la baja, mientras que hospitales y UCI acumulaban más de tres semanas vaciándose de enfermos de covid.
Fin del Estado de Alarma
En mayo, además, el día 9, terminó el Estado de Alarma establecido el 25 de octubre de 2020 por el Gobierno y prorrogado el 9 de noviembre durante seis meses más. Eso supuso el final del amparo jurídico de los toques de queda nocturnos, los cierres perimetrales y el límite en el número de personas que pueden reunirse tanto en espacios públicos como privados.
La mascarilla en exteriores se despide pese al auge de la quinta ola
A las puertas del ansiado verano, en el que toda la población espera disfrutar de unas vacaciones con menos restricciones, la pandemia llevaba semanas transitando por una fase de estabilización y en un estancamiento de la incidencia acumulada a 14 días.
Sin embargo, a finales de junio, este indicador empezó a subir, situándose de nuevo hasta los 100 casos por 100.000 habitantes por el efecto de la cepa Delta y los macrobrotes registrados, como el que tuvo lugar en Mallorca, que afectó a un millar de jóvenes de ocho comunidades distintas. La quinta ola había llegado.
Por esas fechas, el Gobierno central decidió poner fin uso de la mascarilla en los exteriores si había más de metro y medio metro de distancia. La orden del Ministerio de Sanidad por la que se eliminaba la obligatoriedad de usar esta protección frente al virus en la vía pública y en espacios al aire libre entró en vigor las 00.00 horas del sábado 26 de junio. En esos momentos, el más de 34% de los españoles tenía completada la pauta de vacunación.
En julio, la variante Delta situó la incidencia a 14 días por encima de los 700 casos por cada 100.000 habitantes, aunque empezó a descender ante de comenzar el mes de agosto.
Uno de los datos más positivos de julio fue que las residencias de mayores no registraron ningún fallecido por covid-19 en la semana del 5 al 11 de julio, algo que ocurría por primera vez en lo que va de 2021, según de datos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), publicados este viernes. Y todo ello pese a que se duplicó el número de contagios en estos centros residenciales, pasando de 64 a 124 casos confirmados. La vacuna estaba surtiendo efecto.
Fin de la quinta ola con el 70% de la población vacunada
El descenso de los contagios continuó en agosto pese a la frenética actividad por los viajes, el ocio nocturno y la hostelería. A mediados de septiembre se confirmó el final de la quinta ola con la incidencia acumulada en 91 casos por cada 100.000 habitantes, su nivel más bajo en más de un año.
Este mes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una visita a las instalaciones del Servicio de Vacunación Centralizado de Guadalajara anunció que España había logrado el hito del 70% de la población vacunada con dosis completa.
"El éxito de la vacunación es toda una lección de nuestro mejor patriotismo, comprometido y solidario", manifestó Sánchez. "Hoy tenemos el 70% de la población vacunada, el 100% de orgullo de España y el 100% de confianza en que está batalla la vamos a ganar", sentenció.
Duro revés con la llegada de ómicron
Tras unas semanas de respiro, la incidencia empezó de nuevo a subir en octubre y hasta finales de noviembre. Pero ha sido la variante bautizada como ómicron la que ha traído de nuevo la intranquilidad a nuevas vidas.
En España fue detectada apenas unos días después de haber sido notificada por primera vez en Sudáfrica por el servicio de microbiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Se trataba de un varón de 51 años de edad que había regresado este 28 de noviembre de Sudáfrica en un vuelo con escala en Ámsterdam.
Según un estudio de la Facultad de Medicina LKS de la Universidad de Hong Kong, la particularidad de ómicron es que infecta y se multiplica 70 veces más rápido que la variante Delta y el SARS-CoV-2 original en los bronquios humanos, lo que puede explicar por qué ómicron puede transmitirse más rápido entre los humanos que las variantes anteriores.
No obstante, a infección de ómicron en el pulmón es significativamente menor que la del SARS-CoV-2 original, por lo que la gravedad de la enfermedad no es tan grave.
Las vacunas llegan a los niños con la sexta ola
En diciembre, coincidiendo con el puente de la Constitución y las celebraciones navideñas, la pandemia se ha desbocado por completo, alcanzando las cifras más altas de contagio registradas. La incidencia acumulada acabará el año con datos de récord.
Entre los aspectos para ser optimistas de cara al futuro, está el hecho de que ya se está vacunado a los niños menores de 11 años, el grupo poblacional que presentaba una mayor incidencia, y que los mayores están recibiendo la tercera dosis.
El pasado 15 de diciembre, las comunidades autónomas empezaron a inmunizar los menores de 5 a 11 años. En total, unos 3,3 millones de personas de las que más de un 23% ya se ha sumado con al menos una dosis al resto de grupos de la población contemplada por la estrategia de vacunación del Ministerio de Sanidad.
Vuelta a las mascarilas en exteriores...
Ante la explosión de contagios de covid-19, el Gobierno descartó aprobar restricciones duras, pero volvió a imponer por decreto las mascarillas en exteriores, una medida que decayó el pasado mes de junio.
El Ejecutivo aprobó un decreto que tiene como excepciones a la obligatoriedad de la mascarilla: el ejercicio del deporte, los entornos naturales y siempre que haya una distancia interpersonal de 1,5 metros.
...y a los toques de queda y las restricciones al ocio nocturno
Los gobiernos autonómicos, por su parte, sí han adoptado medidas más duras. Cataluña, Aragón, Asturias, Galicia, Canarias, La Rioja, Murcia, País Vasco y Navarra han vuelto a recurrir al toque de queda nocturno o al cierre de la hostelería a partir de las doce de la noche o la una de la madrugada como medida para luchar contra el incremento de la incidencia acumulada del coronavirus. Además, en la mayoría de regiones es obligatorio presentar el pasaporte covid para acceder al interior de establecimientos de hostelería, ocio, esparcimiento y residencias de mayores y hospitales.
El 60% de los ingresados en las UCI no están vacunados
Una de las lecciones más importantes que no deja este año 2021 es la importancia de la vacunación para frenar al virus. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, confirmó que el 60% de los ingresados por covid en las UCI españolas eran personas que a no estaban vacunadas. Pese al importante aumento de los contagios registrados, la situación en las uci es mucho menos graves a la registrada en los picos de las olas anteriores.
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