Tamara Gorro suele reivindicar las facetas más invisibilizadas en las que se ve implicada, como es el caso de la salud mental a raíz de su propia situación personal. Ahora, a la empresaria le ha tocado defenderse frente a las posibles críticas que pudieran señalar a su hijo por llevar un vestido durante las fiestas de Halloween.

Con un simpático posado familiar, Tamara Gorro y Ezequiel Garay han mostrado los simpáticos disfraces que había elegido la familia para disfrutar de una noche terrorífica: la influencer iba de Cruella de Vil y su marido de uno de los populares ladrones de La casa de papel, mientras que su hija Shaila vestía de brujita y, por último, su hijo Antonio llevaba un vestido largo de pirata.

La imagen, que deja ver cómo se metían en su papel y posaban con expresiones a juego con sus personajes, ha dado que hablar según parece. Y es que, bajo una gran posibilidad de que atacaran al pequeño Antonio por elegir esa fecha para llevar falda larga, su madre ha defendido la causa a toda costa.

"Me adelanto a posibles comentarios. Sí, Antonio lleva un vestido de pirata. Él quería vestido y sin pensarlo se le puso", ha aclarado, reivindicando que el pequeño pueda vestirse con total libertad y con lo que más le apetezca.

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Y es que, frente a las habitual rechazo que suele generar la ruptura de cualquier binarismo, sobre todo, a la hora de vestir, Gorro ha roto su lanza a favor de esta elección de prendas: "¿El niño es feliz? Si, nada más que hablar". A lo que ha añadido su reflexión final, concretando que "es una pena tener que escribir este tipo de cosas, pero más pena da que exista gente que aún vea raro que un niño haga lo que quiera para ser feliz".

Este tema ya ha estado presente por el Instagram de Tamara, quien ha demostrado que a su hijo le da todo el espacio que necesite para descubrirse y ser feliz. Un reciente caso fue cuando el pequeño quiso pintarse las uñas como su hermana Shaila: "Me estaba pintando las uñas esta mañana, Shaila también, y Antonio me dijo: 'Mami, ¿me las puedo pintar yo también?' Yo le dije: 'Pues claro'. Al principio las quería rosas, de hecho, al final eligió el blanco".

Asimismo, también ha mostrado a su hijo correteando por casa con los tacones de ella misma. "¿En serio queda gente en este mundo que tenga la mente tan retorcida como para prohibir a un niño o a una niña jugar con muñecas o con coches?", comentó, antes de aclarar que en su casa defienden que "los juguetes no tienen género".

Su reflexión ha ido acompañada de una felicitación por el Día de todos los Santos, recordando a los que ya no están y, especialmente, a su familia: "Daría lo que fuera por pasar tan solo cinco minutos con mi padre y con Antonio, ahí aparece la pena. Pero les recuerdo cada día con una sonrisa, por todo lo bonito que me dieron y vivimos juntos, ahí aparece la alegría".