¿Hay amianto en tu edificio? Así hay que retirar este material cancerígeno: "Las ayudas no son específicas"

Cine Andalucía tras el incendio de marzo de 2014
Imagen de archivo de un tejado de amianto destrozado tras un incendio.
EUROPA PRESS
Cine Andalucía tras el incendio de marzo de 2014

En edificios, en colegios, en naves industriales... En España aún quedan unas 2,6 millones de toneladas de productos con fibras de amianto instaladas en edificios, según datos del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE). Un material cuyo uso se prohibió en 2002 tras demostrarse que es un cancerígeno de primer nivel. Sin embargo esta prohibición dejó en un limbo el ya instalado y cuya vida útil ya ha terminado (como en la mayoría de los casos), que es el que puede ocasionar graves problemas de salud como cáncer o problemas respiratorios.

Detectar y retirar el amianto remanente en España antes de 2028 es una de las principales reivindicaciones del Grupo de la Ley Integral del Amianto, formado por más de 40 organizaciones civiles, médicas y ecologistas. Sin embargo, todavía no existe ninguna ley que obligue a ello. La norma en tramitación que está elaborando el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico para la gestión de residuos y suelos contaminados contempla que los Ayuntamientos retiren el amianto de "todas las instalaciones o emplazamientos de carácter público con mayor riesgo" antes de 2028. Pero, ¿qué pasa con las propiedades privadas?

Cuando esta "herencia envenenada" se encuentra en el edificio en el que se reside, las comunidades de vecinos deben afrontar el gasto. Si bien existen algunas ayudas públicas, estas son "un poco mentira" porque "no son específicas" para la retirada del amianto por razones de salud, sino que se enmarcan en subvenciones para la rehabilitación de edificios con la eficiencia energética como objetivo, explica Pablo García, asesor industrial del Colegio de Administradores de Fincas (CAF) de Madrid. Estas ayudas cubren el 35% del coste de la obra, que por ejemplo puede consistir en mejorar el sistema de aislamiento (cuando lo que se quiere es retirar un tejado de uralita). 

"Es decisión de los vecinos cambiarlo o no. No hay ninguna normativa que obligue a ello", salvo si se agota la vida útil de este material, estimada en entre 30 y 35 años desde la fecha de su instalación, cuando "teóricamente habría que retirarla". En caso de que los propietarios no llegaran a un acuerdo para afrontar ese gasto, las personas interesadas en retirar el amianto tendrían que trasladar el asunto al terreno judicial y sería un juez el que tendría la última palabra.

"Es decisión de los vecinos cambiarlo o no. No hay ninguna normativa que obligue a ello", salvo si se agota la vida útil

A nivel estatal, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, competente en materia de Vivienda, anota que tanto el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 (Real Decreto 106/2018, de 9 de marzo) como el Programa de rehabilitación para la recuperación económica y social en entornos residenciales (C02.I01) incluyen como actuaciones subvencionables, entre otras, el desamiantado como proceso de conservación y subsanación de deficiencias en edificios. Las primeras ayudas cubren el 40% del coste de la obra. Las segundas, enmarcadas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, contemplan ayudas de 1.000 euros por vivienda o 12.000 euros por edificio para la retirada de amianto.

Para deshacerse del amianto deteriorado se requiere de empresas especializadas y autorizadas para ello, un trabajo que suele ser costoso. Por ejemplo, retirar un pequeño tejado de amianto podría costar unos mil euros y sustituir las bajantes de todo el edificio ascendería a cinco mil euros más el IVA, según explica Francisco Garrido, gerente de la empresa GIA especializada en la gestión de materiales con asbesto. 

Precios por retirar y transportar

Otra empresa llamada 'Amianstop' recoge en su web que el plan de desamiantado puede oscilar entre los 200 y los 1.200 euros, a los que hay que añadir el transporte de este material peligroso para la salud, que debe hacerse por un profesional autorizado para ello que tramite la trazabilidad del residuo, y que puede costar entre 525 y 750 euros más. A ello hay que añadir el canon de residuos, que depende de cada Comunidad Autónoma y se sitúa entre los 120 y 220 euros por tonelada (la uralita tiene un peso de 15 kilos el metro cuadrado). 

"La cuestión es cuando tenemos que presupuestar quitar un tejado de uralita de pequeña dimensión, la empresa tiene que implantar la cabina de descontaminación, señalizar y balizar la zona, coordinar con vecinos y personas que puedan verse afectadas por el desamiantado, y finalmente empezar a desmontar el amianto. Lógicamente un desmontaje pequeño de uralita tendrá un presupuesto de una unidad mínima de implantación y desmontaje, por eso los trabajos hasta unos 120 metros cuadrados tienen un precio mínimo de entre 900 y 1.500 euros", señala esta empresa en su web. 

Por su parte, el portal de búsqueda de servicios profesionales 'Cronoshare' contempla que "retirar un tejado de uralita de 50 m² podría costar entre 1.000 y 2.500 euros. Si a esto le sumamos unos 900 euros más, que es lo que suele costar de media el transporte de los residuos, estaríamos hablando de unas cifras de entre 1.900 y 3.400 euros".

"Todas las ayudas que se solicitan normalmente son aceptadas"

El asesor industrial del CAF de Madrid apunta que las ayudas destinadas a sufragar parte de estos gastos "normalmente no se agotan, todas las solicitudes que se reciben se aceptan si se cumplen los requisitos, que son básicamente estar al corriente de los pagos con Hacienda y la Seguridad Social".

Desde el CGATE aseguran que "en general hemos notado una mayor preocupación de la población por cómo les afectan los edificios en los que trabajan o residen en su salud". El presidente de esta institución, Alfredo Sanz, subraya que "cuando se realizan determinadas labores de mantenimiento, de reforma o de derribo y demolición, pueden desprenderse fibras de amianto al ambiente, volviendo la operación peligrosa. Por ello no deben realizarse operaciones sobre elementos con amianto, como golpear, pulir, taladrar o cortar este material, sin la presencia de un profesional debidamente protegido".

"Cada día que pasa hay más riesgo"

Preguntado por el riesgo que hay de vivir junto a amianto sin necesidad de manipularlo, el neumólogo Josep Tarrés, especialista en patologías causadas por el amianto, responde que el riesgo de tender la ropa, por ejemplo, en un patio en el que hay uralita, o de que tu vecino de enfrente tenga un tejado de uralita es "bajo pero real". "Para contraer un mesotelioma no hay nivel mínimo de seguridad de exposición. Por ello, naturalmente te puede afectar y cada día que pasa un poco más", recalca.

Amianto en nuestro entorno
Amianto en nuestro entorno
Henar de Pedro

Este médico de familia recuerda que entre las patologías causadas por el amianto se encuentra el cáncer, y dentro de estos el mesotelioma pleural, que es un tipo muy específico provocado por el contacto con el asbesto. "El 100% de los casos están causados por el amianto. Es un cáncer muy agresivo, con poco tratamiento, únicamente paliativo". "Y la incidencia sube cada año, pues cada año hay más casos de mesotelioma desde que hay registros (años 80) y hasta 2020", advierte. Tarrès mantiene que el amianto es también el responsable de entre un 15 y un 20 por ciento de todos los casos de cánceres de pulmón. También produce cánceres de laringe, alguno de esófago y de ovario.

El Grupo de la Ley Integral del Amianto calcula que el amianto sería el responsable de entre 5.000 y 6.000 muertes al año en España. Además, teniendo en cuenta que más del 65% del amianto instalado en España ha finalizado sus 30-35 años de vida útil (para 2030 lo habrá hecho el 87%; y para 2040, el 100%), cifran en 130.000 los fallecimientos causados por el amianto para 2050.

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