Casado y Sarkozy reivindican la "firmeza institucional" para combatir a los "enemigos de la democracia"

Casado y Sarkozy en la Convención Nacional del PP
Casado y Sarkozy en la Convención Nacional del PP
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Casado y Sarkozy en la Convención Nacional del PP
Casado y Sarkozy en la Convención Nacional del PP.
EFE

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, recibió este miércoles al expresidente de la República de Francia, Nicolas Sarkozy, en la tercera jornada de la convención nacional del PP, donde abordaron temas como la libertad, la unidad nacional y la amenaza de los secesionistas. Ambos reivindicaron, en una conversación en el Auditorio Reina Sofía de Madrid, la "firmeza institucional" como estrategia para combatir a "los enemigos de la democracia", que son aquellos movimientos independentistas y nacionalistas que buscan "la ruptura del orden constitucional".

El presidente del PP presentó a Sarkozy en francés para ejemplificar el “vínculo histórico” entre ambos países. “Sarkozy se convirtió en presidente de la República francesa durante cinco años. En ese tiempo, se produjo una colaboración en todos los ámbitos, pero sobre todo a nivel de la defensa de los principios y valores europeos que hermanan a Francia y España, así como la defensa de la Constitución de cada uno de nuestras naciones”, señaló Casado. 

“Cuando hemos estado separados de nuestros principios, el rédito electoral siempre ha sido menor; cuando hemos sido fieles a estos, siempre los ciudadanos nos lo han agradecido”, aseguró Casado. Por ello, el líder popular se empeñó en recordar los “cinco principios liberales”: la libertad individual y la propiedad privada; la economía de libre mercado; el Estado de Derecho, la nación de ciudadanos libres e iguales; la igualdad de oportunidades frente al igualitarismo y la mediocridad; y la sociedad abierta o globalización.

Casado mencionó a los denominados “enemigos de la libertad” que, según el propio líder de la oposición, son aquellos que “se han recuperado del fracaso entre los cascotes del muro de Berlín, y que ahora cambian la lucha de clases por el identitarismo“. Frente a estos "populismos y nacionalismos", lo que reivindicó el mandatario popular fue “la persona sobre el colectivo, la libertad individual”.

Casado presumió de invitado y recordó la importancia de la figura de Sarkozy en sus relaciones con España a través de la condecoración del Toisón de Oro que el Rey emérito le concedió en 2016, la máxima distinción de la Casa Real. En este caso, la razón por la cual se le otorgó este título fue por su “firmeza y eficacia en la colaboración política, judicial y policial en la lucha contra el terrorismo de ETA”.

Sarkozy sobre Casado: "La primera vez que le vi le dije que algún día sería presidente"
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Sarkozy, referente de firmeza para Casado

“No sé por qué, pero quiero a España, me gusta España”, con esta declaración comenzó su intervención Sarkozy, quien recogió el testigo de Casado para hablar sobre el terrorismo y la memoria de las víctimas. El político francés recordó su etapa como ministro del Interior (2002-2004) para contar una anécdota acerca de la manera de combatir el terrorismo. “En el Ministerio me explicaron que ETA era un problema de España, que no había que ocuparse demasiado de ello, así que les dije que entre una banda de cobardes asesinos y la democracia española no había que reflexionar, que la República de Francia era, es y seguirá estando al lado de España. Punto y final”, declaró con vehemencia.

“ETA ha sido la organización terrorista que ha matado a más personas en Europa”, afirmó Sarkozy, quien recalcó que él no hablaría con los terroristas porque “es inaceptable, un insulto para las víctimas y familias”.

Sarkozy también habló de la presencia de los nacionalismos y cómo estos atacan a la democracia cuando se muestra débil, por eso hizo un llamamiento a la firmeza institucional para evitar que los movimientos separatistas no causen un problema general a Europa. El expresidente francés consideró que, si una parte de España se desagrega del territorio nacional, este sería “un problema que afectaría a toda Europa porque hay tendencias secesionistas en todos lados, sería un ejemplo para los demás”. 

Además, Sarkozy aprovechó para negar la idea de plurinacionalidad y afirmar que “solo hay una España”, que “solo tiene una capital, que es Madrid”, y “una Corona, con Felipe VI, que representa la unidad”.

Por último, Sarkozy mostró su apoyo al proyecto de Casado, a quien ya le dijo hace once años, cuando le conoció en el Elíseo, que algún día sería presidente del Gobierno de España. Asimismo, el expresidente francés le aconsejó que fuese “valiente” y “fuerte”.

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