España es el país con más tasa de repetidores en secundaria obligatoria de la OCDE y cuadruplica la media europea

Interior de un aula del Instituto-escuela de Navàs (Barcelona), el 18 de junio.
Interior de un aula del Instituto-escuela de Navàs (Barcelona), el 18 de junio.
ACN
Interior de un aula del Instituto-escuela de Navàs (Barcelona), el 18 de junio.
Imagen de la entrada de un colegio. 
Europa Press

España tiene la tasa de repetición de curso en los primeros tres cursos de la ESO más elevada de toda la OCDE: en 2019, el 8,7% de los estudiantes en el ciclo obligatorio de la secundaria eran repetidores, según recoge el estudio Education at a Glance (2021) publicado este jueves por la OCDE. La elevada proporción de repetidores en las aulas españolas cuadruplica la media de la Unión Europea, que asciende al 2,2%, y el promedio de la OCDE (1,9%). Con la llegada a bachillerato, las cifras apenas mejoran. El 7,9% de los estudiantes son repetidores, una tasa que solo supera la República Checa entre todos los países del organismo (8,2%).

Además, las tasas de repetidores se disparan entre los hombres y son más moderadas entre las mujeres. En España, el 60,2% de los repetidores en la ESO eran hombres, un dato que en este caso está algo por debajo de la media del organismo, que es del 61,1%. El salto a bachillerato suaviza algo la brecha de género pero los repetidores siguen siendo mayoritariamente hombres: un 56% en este caso.

El informe llega escasos días después de que se hiciera público un proyecto de real decreto del Gobierno que prevé suprimir los exámenes de recuperación en la ESO -aunque los mantendría en bachillerato- y deja al criterio de los profesores qué alumnos pueden pasar de curso con asignaturas suspensas, siempre que el claustro estime que la evaluación global del estudiante es positiva.

El estudio refleja además que los jóvenes que abandonan sus estudios sin completar la ESO tienen grandes dificultades a la hora de conseguir empleo. En concreto, el 27,6% de los españoles entre 25 y 34 años que no terminaron la secundaria obligatoria no tiene trabajo, la tercera tasa de desempleo más alta de toda la OCDE solo superada por Sudáfrica (44,4%) y Eslovaquia (31,8%).

España tampoco sale bien parada en las cifras de jóvenes que ni estudian ni trabajan. El informe sostiene que el 18% de los españoles de entre 15 y 29 años ni estudian ni trabajan, unos porcentajes que en la Unión Europea solo superan Italia y Grecia. Además, la situación se complica aún más para los jóvenes que nacieron fuera del país: el 27,2% de ellos ni estudia ni trabaja, frente al 16,5% de quienes sí nacieron en España, una brecha de 11 puntos que duplica la registrada en la OCDE, que ronda los cinco puntos.

El estudio también analiza los efectos que ha tenido la pandemia sobre el sistema educativo en general y destaca que España fue uno de los países que menos tiempo mantuvo las escuelas cerradas por culpa de la pandemia. En promedio, estima la OCDE, las guarderías, colegios e institutos estuvieron cerrados por completo durante 45 días entre entero y el 20 de mayo. En comparación, los cierres en los países del grupo fueron de media de 55 días en guarderías, de 78 en colegios de primaria y 92 en los institutos de secundaria.

Las brechas del sistema

Otro de los aspectos en los que destaca España es en las grandes desigualdades internas entre regiones. El informe subraya, por ejemplo, que mientras que el 53% de los vascos tiene estudios universitarios solo el 26% de los ceutíes alcanza este escalafón del sistema educativo, una de las diferencias regionales más altas entre países de la OCDE.

Residir en una comunidad autónoma u otra también determina las probabilidades de que un joven se convierta en nini. En este aspecto, el informe apunta a que las diferencias entre la región con más jóvenes que ni estudian ni trabajan y la que menos es de 19 puntos porcentuales, frente a los 11 puntos de media en los países de la OCDE.

En cuanto al género, la brecha se hace notar especialmente en los estratos más bajos del sistema educativo. Mientras que solo el 47% de las españolas de entre 25 y 34 años que no completaron la secundaria obligatoria tenían trabajo, la proporción de hombres se amplía al 66%. Por contra, las mujeres jóvenes alcanzan los escalafones más altos del sistema en mayor proporción que los hombres. En 2020, el 54% de las mujeres entre 25 y 34 años tenía un título universitario o equivalente frente al 41% de los hombres.

Finalmente el informe destaca que España gasta algo menos en educación que otros miembros de la OCDE. En concreto, dedica el 4,3% de su PIB a este apartado, seis décimas menos que la media del grupo. El gasto público por alumno es también algo menor, el de España asciende a 7.026 euros por alumno frente a los 8.507 euros de la media de la OCDE.

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