Restos de comida, ropa tirada, mascarillas usadas en cualquier rincón... En este vergonzoso estado han denunciado las 'kellys' que se encuentran en algunas ocasiones las habitaciones de hotel que tienen que limpiar. La asociación de Benidorm en concreto ha hecho públicas unas fotos para poner de manifiesto la reprobable actitud de determinadas personas y las condiciones en las que se ven obligadas a trabajar. "Es más común de lo que parece", asegura. 

"Luego querrán que limpiemos 23/25 [habitaciones] en menos de seis horas", reprocha la organización, que exige un control de los ritmos de trabajo. "Aparte de que algunos clientes sean incívicos y no valoren el trabajo que supone dejar una habitación limpia, no podemos seguir con las cargas de trabajo que nos ponen las gobernantas. Es necesario cumplir la LPRL (Ley de Prevención de Riesgos Laborales) y hacer los estudios ergonómicos psicosociales ya", reclama.

Estas trabajadoras se preguntan dónde quedan para ellas en casos como los que se ven en las imágenes los sellos de calidad y la prevención de la Covid, toda vez que en las estancias se topan por ejemplo con mascarillas usadas.  

"Muchas estamos medicada por las dolencias derivadas de la carga de trabajo. Trabajamos bajo estrés, los colchones pesan más de 40 kilos... Nos han medido las pulsaciones y parecemos deportistas de élite", critican las kellys de la ciudad alicantina, para quienes la solución pasa por planes preventivos, bajada de la ratio de habitaciones, más personal y "por supuesto, no subcontratar".

Hartas de esperar a que les hagan caso y ante la falta de "voluntad política", el sindicato que agrupa a las trabajadoras de la limpieza y camareras de piso ha decidido impulsar una central de reservas de hoteles propia con establecimientos que cumplan con un "sello de trabajo justo". Este proyecto se pondrán en marcha con alojamientos en los que se respete el convenio colectivo, no haya externalizaciones y cuenten con igual retribución entre hombres y mujeres.