Un joven galés ha perdido dos dedos de una mano y parte de otro a causa de una picadura de araña que puede encontrarse en Ibiza. Al llegar a Urgencias, el turista presentó varios dedos necrosados y una ulceración en la palma. Los médicos están trabajando para poder salvar la mano del joven a causa de esta peligrosa araña.
La araña autora de esta picadura es la Loxosceles rufescens o araña violinista, como es comúnmente conocida. Esta especie se encuentra en lugares rocosos y húmedos, como cuevas, donde el joven había estado con anterioridad y de la que ya hay estudios publicados que la sitúan en la isla balear.
Los tratamientos que le aplicaron los médicos procuraron que no se extendiese la infección. Los médicos descartaron la posibilidad de recuperar dos dedos de la mano y parte del otro y ahora centran sus esfuerzos en que la infección frene su progreso para salvar el resto de la mano.
Una picadura de la araña violinista es especialmente peligrosa al haberse notificado sólo cinco casos en España y, en consecuencia, al no existir un protocolo específico a seguir.
El profesor del departamento de Geografía de la Universitat de les Illes Balears especializado en Biogeografía, Guillem Pons, explica que este tipo de arácnidos pueden encontrarse "tanto en ámbitos urbanos como en zonas agrícolas, así como en cuevas, rocas o lugares húmedos", según ha publicado el medio Levante este miércoles.
Pons ha explicado que una picadura de esta araña "provoca necrosis, ulceraciones y, posteriormente, caída de la piel" que ha explicado que "son de aspecto pardas, delgadas y de patas largas, pero no muy grandes, y suelen caminar por el suelo y esconderse debajo de las piedras, en entradas de cuevas o en un armario húmedo".
El caso del joven es, posiblemente, uno de los más graves ya que nunca había oído que una picadura conllevara tener que realizar amputaciones, pero ha matizado que "depende de cómo reaccione el cuerpo de la persona afectada".
La araña violinista se encuentra fundamentalmente en el Mediterráneo y son poco agresivas. Son de hábito nocturno y se esconden en sitios oscuros como cuevas donde esperan a sus presas para saltar encima, prescindiendo normalmente del uso de la tela de araña.
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