Los astrónomos de la ESA han detallado que, posiblemente, las rocas ya estuviesen sueltas en la superficie del asteroide y que, por lo tanto, puede que no sean fragmentos rotos por la colisión. De no estar en lo cierto, podría ser un problema.
La agencia espacial estadounidense planea transportar algunas de las muestras rocosas recogidas por el robot a la Tierra para un estudio más cercano, pero el análisis realizado a distancia apunta que hubo agua en el planeta.