La CEOE rechaza limitar la temporalidad y empresas y sindicatos presionan a Díaz para que decante la balanza

  • Pese a los desacuerdos, patronal, centrales y Gobierno siguen negociando y se reunirán el día 28 de nuevo.
  • Trabajo busca englobar en un único contrato los actuales de prácticas y formación y trasvasar muchos de los temporales a fijos discontinuos.
  • La CEOE volvió a calificar el martes de "marxista" la propuesta y criticó que Díaz asimile "temporalidad y precariedad".
El líder de UGT, Pepe Álvarez, junto a otros dirigentes sindicales este miércoles.
El líder de UGT, Pepe Álvarez, junto a otros dirigentes sindicales este miércoles.
EFE
El líder de UGT, Pepe Álvarez, junto a otros dirigentes sindicales este miércoles.

Nueva reunión de la mesa de diálogo social para la derogación de la reforma laboral y nuevo encuentro que se salda sin acuerdo. Gobierno, patronal y sindicatos volvieron a sentarse este miércoles durante cuatro horas para negociar la derogación de la reforma laboral prometida por el Ejecutivo para este año. Pero la reunión volvió a acabar sin acuerdo y con duras palabras de la UGT contra la patronal, a la que acusó de estar consiguiendo paralizar la mesa, si bien fuentes gubernamentales son más cautas y afirman que ha habido "un ambiente constructivo". La próxima reunión será dentro de 15 días, el 28 de julio, antes del parón veraniego.

Como lleva ocurriendo en las últimas semanas, ahora mismo el principal escollo es la regulación de la contratación temporal. El Ministerio de Trabajo que lidera la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, quiere limitar esta modalidad a una serie de supuestos muy tasados, una posición que comparten los sindicatos pero que rechaza tajantemente la patronal. Por ello, Trabajo presentó este miércoles una nueva propuesta para englobar en un único contrato los actuales de prácticas y formación, así como para reformular el contrato fijo discontinuo que facilite que los trabajadores contratados temporalmente de manera estacional puedan acogerse a él y tener mayor estabilidad.

No obstante, las posiciones siguen alejadas y la negociación se ha viciado en las últimas semanas, ya que los empresarios rechazan frontalmente la intención de Trabajo de reducir a tres los tipos de contrato y restringir el uso de la modalidad temporal para combatir la precariedad. Este mismo martes, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, volvió a calificar de "marxista" la propuesta del ministerio que dirige Yolanda Díaz, aseguró que los contratos temporales no tienen por qué ser precarios y recordó que la tasa de temporalidad es mayor en el empleo público que en el privado. "Estamos en un 25%, pero el Estado está en un 33%", espetó.

En ese mismo sentido se pronunciaron tanto la CEOE como Cepyme la semana pasada a través de un duro comunicado en el que aseguraron que la propuesta de Trabajo "parece responder a una motivación ideológica sin fundamentos económicos" y denunciaron que Díaz defienda "dogmas confusos como la asimilación de temporalidad y precariedad". Es más: los empresarios defendieron la contratación temporal como "un elemento intrínseco a muchas actividades de carácter estacional", y aseguraron que "reducirla a un fenómeno residual perjudica la empleabilidad de muchas personas".

Trabajo aspira a que esos empleos estacionales que ahora se cubren a través de contratos temporales sean ocupados por trabajadores fijos discontinuos, un tipo de contrato más estable. Pero CEOE y Cepyme aseguran que limitar la temporalidad en esos sectores perjudicaría a quienes "carecen de cualificación" y a "los jóvenes, en un momento en el que su tasa de paro ronda el 40%, e incluso supera el 50% en muchos territorios".

"Compartimos la necesidad de actuar contra la temporalidad irregular y no causal", plantearon las patronales, pero a través de un texto que se adapte, dijeron, "a la realidad del tejido empresarial y de las personas trabajadoras" y "que no entorpezca la recuperación económica". "Estas propuestas del Gobierno restan capacidad de adaptación de las empresas" con "soluciones intervencionistas insólitas en el siglo XXI", denunciaron igualmente CEOE y Cepyme. Y, por ello, ambas organizaciones instaron a Díaz a legislar sin su apoyo "si persevera en esta dirección".

Los sindicatos también elevan la presión

No obstante, fuentes del diálogo social restaron importancia el pasado miércoles a este comunicado y afirmaron que la patronal lanza sus críticas "de cara a la galería" y para salvaguardar sus propios equilibrios internos. "En la mesa real hacen propuestas e intentan ver los escenarios de negociación, no tienen ninguna intención de levantarse", sostienen estas fuentes, que además denuncian que "la temporalidad no es intrínseca" a algunas actividades, como dice la CEOE en su comunicado.

En cualquier caso, la patronal no es la única que está ejerciendo presión para que el Gobierno se avenga a sus posiciones sobre la reforma laboral. Los sindicatos también apremian públicamente al Ejecutivo para que legisle, y este mismo miércoles convocaron varias concentraciones para exigir tanto que se derogue la reforma laboral como que se incremente este mismo año el salario mínimo, otro asunto que está generando una importante pugna dentro del Gobierno habida cuenta de la negativa de la ministra de Economía, Nadia Calviño, a subirlo.

"Si continuamos con esta situación nos vamos a tener que replantear endurecer el diálogo social", advirtió en las concentraciones de este miércoles el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, mientras el secretario de políticas públicas de CCOO, Carlos Bravo, aseguró que los sindicatos han demostrado su "responsabilidad" y deben ser respondidos "con lealtad y responsabilidad". En la misma línea, ya el pasado martes el secretario general de CCOO, Unai Sordo, exigió a la CEOE que ponga "propuestas" encima de la mesa en lugar de adoptar "posturas de bloqueo", mientras Pepe Álvarez planteó que son necesarios "acuerdos a tres bandas" en los que la patronal no se descuelgue.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento