Así era el zulo donde Ortega Lara pasó 532 días secuestrado

Recreación del zulo donde fue secuestrado José Antonio Ortega Lara.
Recreación del zulo donde fue secuestrado José Antonio Ortega Lara.
PABLO GONZÁLEZ EUROPA PRESS
Recreación del zulo donde fue secuestrado José Antonio Ortega Lara.

Cuatro pasos hacia adelante, dos hacia la derecha, dos hacia la izquierda y cuatro hacia atrás. Este era el ritual y el único movimiento posible que realizaba José Antonio Ortega Lara durante el año y medio que estuvo secuestrado por ETA en un oscuro y minúsculo zulo bajo una nave en Mondragón, Guipúzcoa.

Este martes, los reyes han visitado una simulación del lugar donde el funcionario de prisiones pasó 532 días encerrado. Un espacio de 2,2 metros de ancho por 1,80 metros de alto, sin luz natural, con la única iluminación de una bombilla que escaso voltaje y con unos pobres enseres: una hamaca, un saco de dormir, una mesa, una silla, un orinal, jabón y una esponja.

Este zulo, ubicado en una nave industrial en Arrasate (Gipuzkoa) y al que solo se podía acceder mediante un ascensor hidráulico, había sido excavado bajo una fábrica donde la banda terrorista trabajaba en nuevos explosivos. Su interior, sin ventilación alguna, estaba cubierto de suciedad y lleno de humedad por la cercanía del río Deba. A pesar de que contaba con una pequeña ventana en la pared, su única utilidad era la de entregarle comida.

Tras su largo cautiverio, el funcionario de prisiones reconoció que había intentando quitarse la vida y cómo su fe en Dios le ayudó a mantener la esperanza.

Este martes, con motivo del aniversario de la liberación de Ortega Lara, ha sido inaugurado el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Vitoria. Durante la visita, los reyes han accedido a este espacio dentro del recorrido que han hecho por el Memorial, así como el presidente del Gobierno.

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