El Gobierno evita criticar a Marruecos y rechaza que la acogida de Ghali haya causado la oleada de migrantes en Ceuta

La policía Nacional y el Ejército de Tierra vigila a cientos de inmigrantes tras su llegada a Ceuta.
La policía Nacional y el Ejército de Tierra vigila a cientos de inmigrantes tras su llegada a Ceuta.
Reduan / EFE
La policía Nacional y el Ejército de Tierra vigila a cientos de inmigrantes tras su llegada a Ceuta.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ha asegurado este martes, en la rueda posterior al Consejo de Ministros, que España está trabajando para "devolver la normalidad" a la frontera de Ceuta y Melilla con Marruecos, donde se han llegado de forma masiva más de 6.000 personas durante las últimas horas.

El Gobierno evita criticar a Marruecos tras la llegada, en las últimas 24 horas, de miles de migrantes irregulares a Ceuta. El Ejecutivo sostiene que las causas de esta crisis pueden ser múltiples y que aún se están analizando, y evita establecer una relación entre la aparente inacción de las autoridades marroquíes en el control de las fronteras y la crisis diplomática que ha generado el ingreso, en un hospital de La Rioja, de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, lo que ya provocó la protesta de Marruecos.

¿Cree que el Gobierno es responsable de la entrada masiva de inmigrantes a Ceuta?

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, afirmó que el Gobierno "está poniendo todos los medios necesarios" para "proteger la integridad de las fronteras" y proceder a la "devolución inmediata" de las personas que han alcanzado de forma ilegal suelo español. Marlaska prometió "contundencia", recordó que ya se han enviado 200 policías y guardias civiles extra -que se suman a los 1.100 que están permanentemente sobre el terreno-  y afirmó que "ya se ha devuelto a 2.700 personas" de las miles que han llegado.

"Estamos poniendo todos los medios para devolver a las personas que están llegando a Ceuta en las últimas horas. Ceuta está en España como Madrid, Sevilla o Barcelona y estamos siendo contundentes en la defensa de nuestras fronteras. Estamos desplazando refuerzos, agentes especializados para agilizar todos los trámites de devolución y 2.700 personas han sido devueltos ya", enfatizó el ministro.

Sin embargo, a preguntas de los periodistas, evitó pronunciarse sobre las causas de esta crisis. Dijo que "concurren muchas circunstancias", tanto "socioeconómicas" de carácter "estructural" como derivadas de la pandemia. "[Las causas] son muy complejas", insistió Marlaska, que preguntado por el episodio de Ghali no quiso valorar "cuestiones" que no afecten "en nada o muy poco" a la actual situación. "Estamos realizando un análisis de lo sucedido y vamos a ser prudentes en las conclusiones", zanjó.

Montero también insistió en que las causas son "múltiples" y que hay "diferentes elementos y factores" que pueden estar marcando la "intensidad" de la oleada migratoria, y ante las reiteradas preguntas de la prensa sobre Ghali, se limitó a decir que España "atiende a personas que tienen problemas humanitarios o que necesitan utilizar nuestros recursos", si bien se abstuvo de pronunciar siquiera el nombre del líder polisario, sobre el que hay una causa abierta en la Audiencia Nacional.

En cuanto a los contactos con Marruecos, la portavoz del Ejecutivo señaló que las conversaciones se están produciendo en el terreno de la "alta diplomacia" y dijo que eso le obliga a ser "cautelosa", mientras que el ministro dijo que "claro que se está hablando con las autoridades marroquíes" para agilizar las devoluciones. Marlaska aseguró igualmente que cuando concluya el análisis de las causas de esta crisis se extraerán "conclusiones" y se buscará "mejorar la coordinación" con el país vecino.

El Gobierno también puso el foco en que la frontera de Ceuta es "una frontera de la Unión Europea", por lo que las autoridades comunitarias tienen que tener "conocimiento" de la situación y "determinación" para "ayudar a la resolución del conflicto", según expresó Montero. En todo caso, descartó que se vayan a activar mecanismos excepcionales, como la cláusula de solidaridad, que implicaría que el resto de países comunitarios aportaran recursos para solventar la crisis.

Montero y Marlaska agradecieron las palabras del vicepresidente del Ejecutivo comunitario y comisario de Migraciones, Margaritis Schinas, quien este martes aseguró que la frontera española de Ceuta "es una frontera europea" y mostró "plena solidaridad con España", al tiempo que llamó a cerrar "ya un pacto migratorio europeo". También la comisaria de Interior, Ylva Johansson, aseguró que se trata de una crisis "sin precedentes" e instó a Marruecos a "evitar las salidas irregulares".

Finalmente, la portavoz del Gobierno quiso lanzar un mensaje "claro y rotundo" en contra de los "mensajes xenófobos" que alientan "el odio o el miedo" de la población, y pidió a todos los dirigentes políticos "prudencia y sentido de Estado" para no generar "nervios" o "crispación". En esa misma línea, el ministro Marlaska prometió que el Ejecutivo aplicará la misma "beligerancia" que emplea para defender las fronteras en la persecución de los discursos de odio. Minutos después, el presidente Sánchez confirmó, en una declaración institucional sin preguntas, que ya ha contactado con el presidente del PP y líder de la oposición, Pablo Casado, para informarle de la situación.

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