Así eran los políticos en primera línea cuando estalló el 15-M y así son quienes los sustituyeron

Los rostros antes y después del 15M
Los rostros antes y después del 15M
20M
Los rostros antes y después del 15M

Son pocos los que se atreverán a cuestionar que el 15-M marcó un antes y un después en la forma de entender la política en España. La protesta, masiva y heterogénea, instigada por la crisis económica y los recortes, llenó de indignados las plazas españolas de Madrid a Barcelona, pasando por Valencia, Bilbao, Mallorca, Oviedo...

El movimiento gozó de una enorme simpatía social -según una encuesta realizada en junio de 2011, el 81% de los españoles lo apoyaban en ese momento-  y algunos de los acampados acabarían, años más tarde, entrando en las instituciones que soñaban con cambiar. Íñigo Errejón, Rita Maestre, Alberto Garzón, Teresa Rodríguez o el propio Pablo Iglesias son algunos de los ejemplos más sonados.

A menudo se ha señalado a Podemos como el principal heredero del movimiento, pero no fue el único que supo capitalizar el descontento en las plazas. Desde el centro, Ciudadanos, que saltó a la arena nacional en 2016, se abrió un hueco captando el voto más moderado.

Desde entonces, muchas cosas han cambiado. En 10 años se han sucedido cinco legislaturas y el dominio absoluto del bipartidismo de PP y PSOE ha dado paso a un Parlamento más fragmentado que nunca -hay 19 partidos representados en el Congreso-. Entre 1989 y 2011, PP y PSOE sumaron más del 80% de los escaños en todas las elecciones. Desde 2015 no han vuelto a superar el 70%.

Actualmente, ninguno de los cargos que ocupaban la primera línea de la política nacional cuando los indignados tomaron las plazas en mayo de 2011 mantiene su puesto. La mayoría están retirados o han perdido gran protagonismo.

José Luis Rodríguez Zapatero, que presidía el Gobierno, abandonó la política en 2011 y Alfredo Pérez Rubalcaba, que perdió las elecciones en 2011 ante una abultada mayoría del PP, le sustituyó hasta 2014, cuando también se retiró. Mariano Rajoy le dio el relevo a Zapatero al frente del Ejecutivo, que lideró durante siete años hasta que fue desbancado por Pedro Sánchez en la primera moción de censura exitosa de la democracia española en 2018.

Las dos fuerzas que encarnaron el bipartidismo durante más de 30 años renovaron su liderazgo, encumbrando a dos caras jóvenes: Pedro Sánchez, que sustituyó a Rubalcaba al frente del PSOE en 2014, y Pablo Casado, que reemplazaría a Rajoy tras su destitución en una moción de censura en 2018.

Los otros dos partidos de ámbito nacional con escaños en el Congreso en aquella época -Izquierda Unida y UPyD- fueron fagocitados por la llamada 'nueva política', que personificaban Podemos y Ciudadanos. UPyD se disolvería en 2020 tras varios años a la deriva e IU se presenta a las elecciones en coalición con Podemos desde 2015.

De hecho, la vorágine en que se ha convertido la política española en los últimos años ha absorbido incluso a quienes contribuyeron a cambiarla para siempre. Albert Rivera, que lideró el desembarco nacional de Ciudadanos en 2016, se retiró en 2019 tras la debacle electoral en las Generales y Pablo Iglesias, que comandó Podemos desde su entrada en el Parlamento Europeo en 2014 hasta las pasadas elecciones autonómicas madrileñas, ha dejado la política recientemente.

Yolanda Díaz e Inés Arrimadas son ahora las herederas de los partidos que agitaron el tablero político en 2016, pero lo afrontan desde posiciones muy diferentes. Díaz hereda el liderazgo de un partido que gobierna el país en coalición junto al PSOE, mientras que Arrimadas comanda un partido muy tocado en riesgo de quedar fuera del parlamento.

Mientras, a la derecha del PP, Vox ha logrado hacerse un hueco cada vez más grande hasta ocupar 52 escaños.

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