Gibraltar está cada vez más cerca del final de la pandemia y de recuperar la normalidad. Desde este domingo, ya no es obligatorio el uso de la mascarilla en espacios abiertos y, desde este jueves, la población no está sujeta al toque de queda impuesto hasta entonces entre las 0.00 horas de la madrugada y las 6:00 horas del día siguiente.

Desde las 23.59 horas de este sábado llevar mascarilla deja de ser obligatorio en los espacios abiertos de la calle Real (Main Street), la principal vía del Peñón, y del resto de calles del centro urbano. Estas calles, las más concurridas y en las que se concentran los comercios, eran las únicas que hasta este domingo mantenían la obligatoriedad del uso de las mascarillas para pasear por ellas, pues desde el 1 de marzo se permitió que en el resto, con menos afluencia de personas, se pudiera circular con la cara al descubierto.

La "liberación" del uso de las mascarillas se limita a los espacios al aire libre, pues su uso sigue siendo obligatorio en espacios públicos cerrados, en comercios y en el transporte público.

Esta medida sigue la línea que marcó el fin del toque de queda en el territorio, que funcionó por última vez en la noche de este miércoles y desde entonces bares y restaurantes están habilitados para abrir hasta las dos de la madrugada. El consumo de alcohol en lugares públicos, sin embargo, continua prohibido durante las noches, desde las 19:00 horas hasta las 8:00 de la mañana.

La decisión del Gobierno de Gibraltar de relajar las restricciones se debe principalmente al éxito de su campaña de vacunación ya que casi el 80% de sus habitantes están ya inmunizados frente a la Covid-19. De hecho, la totalidad de su población adulta ha sido vacunada, según anunció el pasado jueves el ministro de Sanidad de Reino Unido, Matt Hancock. 

La última actualización del gobierno gibraltareño publicada este domingo informa de que 27.662 personas, de las 34.000 que actualmente residen en el territorio, han recibido ya las dos dosis desde el inicio de la campaña de vacunación.

Su población "flotante", los casi 15.000 trabajadores transfronterizos que tiene Gibraltar, de los cuales más de 9.000 son españoles, también avanza hacia la inmunidad. Según fuentes del Peñón, 2.371 de ellos han recibido ya las dos dosis y 4.107 solo la primera.

Este domingo, además, hace justo una semana que el hospital Sant Bernard no tiene pacientes ingresados por Covid-19, y tampoco hay contagios en las residencias de la tercera edad. Los datos oficiales ofrecidos a 28 de marzo  reflejan que se han producido tan solo tres nuevos positivos en la última semana y actualmente hay 10 casos activos en Gibraltar, de los cuales ocho corresponden a residentes locales y los otros dos a personas de paso en el Peñón, como los pertenecientes a tripulaciones de aviones o barcos o turistas.

"Por fin estamos dejando atrás nuestro invierno más mortífero y entrando en nuestra primavera más esperanzadora. La pandemia mundial no ha quedado del todo atrás y todos debemos avanzar con cuidado para salvaguardar este increíble progreso en las próximas semanas y meses", advirtió el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, tras anunciar la relajación de las medidas.

Picardo también deseó poder acabar pronto con "las restricciones a la libertad de reunión al tiempo que eliminamos todas las restricciones a nuestras libertades civiles", siempre teniendo muy en cuenta las recomendaciones de las autoridades sanitarias y haciéndolo de forma "prudente y segura".