La Fiscalía Superior de Asturias solicita una pena de tres años de cárcel, la pérdida de la patria potestad y una orden de alejamiento para una pareja que zarandeó, en tres ocasiones, al bebé de tres meses de la mujer “porque lloraba” hasta causarle un daño cerebral severo.

El Ministerio Fiscal ha presentado este viernes el escrito de conclusiones provisionales ante el Juzgado de Instrucción número tres de Mieres que lleva la causa.

El primer incidente tuvo lugar el 13 de enero de 2020 cuando los acusados, que residían en la localidad asturiana de Mieres junto a los dos hijos menores de la mujer, fueron a visitar a la madre de ella a Gijón y se quedaron unos días en la vivienda junto a su bebé de tres meses.

Ese día, el acusado, molesto porque la pequeña estaba llorando, la cogió del carricoche y la lanzó al aire en cuatro o cinco ocasiones agarrándola por las axilas y, dada su corta edad, la cabeza se le fue hacia adelante y hacia atrás sin poder controlarla por su falta de madurez física y psíquica.

Lo mismo ocurrió el 18 de febrero de 2020 cuando la acusada, ante el llanto de su hija, la zarandeó tomándola de las axilas y repitió el mismo acto sobre las cuatro de la mañana del 21 de febrero.

La Fiscalía advierte en su escrito que los acusados no tuvieron en cuenta la fragilidad de la niña ni las graves consecuencias que le podían ocasionar con su zarandeo.

Al ser ingresada en la UCI pediátrica del HUCA la niña presentaba bajo nivel de conciencia e hipotonía, ausencia de reacción a estímulos dolorosos, respiración superficial, taquicardia y, con posterioridad, rigidez de extremidades, movimientos erráticos de las mismas y desconexión del medio, así como dos hematomas. Tras las pruebas, también se apreció, entre otras cosa, una actividad cerebral globalmente enlentecida.

La bebé permaneció ingresada en la UCI pediátrica durante diecinueve días con sedo-analgesia y ventilación mecánica, y le quedarán secuelas al haber sufrido daño cerebral severo, que será preciso calibrar más adelante al tratarse de una persona en pleno desarrollo.

Además, los facultativos prevén que sufrirá retraso motriz grueso, déficit visual y auditivo, retraso en el lenguaje expresivo, posible alteración de la memoria y retraso mental.

Según consta en el auto de libertad provisional dictado a la salida de la cárcel de la madre, donde permaneció ingresada nueve meses, no puede acercarse a su hija a menos de 500 metros, ni mantener contacto con ella durante la tramitación de la causa.

La niña fue declarada en situación de desamparo, asumiéndose la tutela automática por la entidad pública correspondiente.

De esta forma, la Fiscalía imputa al acusado un delito de lesiones y a la madre sendos delitos de lesiones, en todos los casos en concurso ideal con un delito de lesiones imprudentes con la agravante de parentesco.

Por lo que esta pide que a la pena de prisión y la pérdida de la patria potestad durante tres años se sume una orden de alejamiento a menos de 500 metros durante ocho años, y solicita que se suspendan los derechos de visitas, comunicación y estancias que la acusada pudiera tener sobre su hija, a la que tendrán que indemnizar en la cantidad que se determine en ejecución de sentencia, al igual que al Sepa por los gastos médicos ocasionados.