Cada vez más personas se suman al autoconsumo como forma de suministrar energía eléctrica a la vivienda y una de las formas más extendidas en España consiste en la instalación de placas solares en los tejados de las viviendas o de los edificios.
No obstante, la inversión inicial para la instalación de estos paneles es elevada para la mayoría de hogares. Por ello, es importante conocer qué subvenciones, bonificaciones u otro tipo de ayudas económicas están disponibles en España.
Aunque es cierto que en los últimos años el precio para la instalación de placas solares se ha reducido, el coste total puede situarse entre los 4.000 y los 10.000 euros, dependiendo de diversos factores como el consumo, la potencia contratada, las dimensiones de la vivienda, el modelo elegido o el número de paneles que se quieran instalar.
¿Qué tipos de ayudas existen?
Según explican en Otovo, empresa especializada en energía solar y autoconsumo, las ayudas y subvenciones para la instalación de este sistema se pueden dividir en tres grandes grupos:
- Bonificación del Impuesto por Bienes Inmuebles (IBI) y del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
- Deducciones del impuesto de la renta (IRPF).
- Subvenciones autonómicas o municipales.
¿Cómo se bonifica en el IBI?
En primer lugar, el Impuesto por Bienes Inmuebles (IBI) es un tributo de carácter municipal que abonan los propietarios de viviendas y que es fijado por los propios ayuntamientos. Según un estudio llevado a cabo por Otovo y la Fundación de Energías Renovables, cerca del 60% de la población española puede recibir bonificaciones en este impuesto por la instalación de placas solares de autoconsumo.
Así, es posible obtener bonificaciones de hasta el 50% sobre la cuota de este tributo, dependiendo del ayuntamiento y del tipo de vivienda. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid tiene un programa de bonificaciones sobre el IBI y el porcentaje de bonificación oscila entre el 50% para inmuebles de uso residencial y el 25% para aquellos que no tengan este uso, tal y como explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
El ICIO y la deducción en la declaración de la renta
Por otro lado, el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) es un impuesto indirecto "que se abona para cualquier construcción, instalación u obra para la que se exija obtención de la correspondiente licencia de obras o urbanística, se haya obtenido o no dicha licencia", explican en Otovo.
Aunque los porcentajes varían dependiendo de cada localidad, el ICIO se puede bonificar hasta en un 95%. Por ejemplo, en Barcelona la bonificación fiscal por este impuesto alcanza el 95%, mientras que en otras ciudades de España como Albacete es del 50%. Sin embargo, algunas comunidades como Cantabria no ofrecen este tipo de bonificaciones.
A la hora de hacer la declaración de la renta también existe la posibilidad de deducirse hasta el 20% de la cantidad invertida en la instalación del sistema fotovoltaico. Sin embargo, para poder tener acceso a esta deducción hay que cumplir con una serie de requisitos exigidos por Hacienda. Así, la persona solicitante tiene que ser la propietaria del inmueble y la instalación tiene que haber sido ejecutada por una empresa autorizada.
Ayudas autonómicas
Al margen de estas bonificaciones, algunos Gobiernos autonómicos cuentan con subvenciones especiales sobre el valor de la inversión inicial de la instalación de placas solares. Sin embargo, no todas ofrecen estas ayudas y, además, suelen presentarse en convocatorias por un plazo de tiempo determinado.
Andalucía, Comunidad de Madrid, Islas Canarias, Aragón, Comunidad Foral de Navarra, Extremadura, Islas Baleares y Comunidad Valenciana son algunas de las regiones que cuentan con programas de subvenciones para fomentar la instalación de sistemas de energías renovables como los fotovoltaicos.
Madrid, por ejemplo, ofrece una ayuda autonómica del 30% sobre un máximo de 15.000 euros subvencionales, explican en Otovo. En Castilla-La Mancha, la Consejería de Desarrollo sostenible lanzó un programa de ayudas para este tipo de instalación cuya inversión inicial sea superior a 3.000 euros. Se puede subvencionar hasta el 30% sobre los costes de la instalación con un límite de 6.000 euros. Valencia, por su parte, ofrece ayudas autonómicas con el único límite de que se pueden deducir hasta 8.000 euros por vivienda.
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