Actualmente, la edad ordinaria de jubilación en España es de 67 años o de 65 años, si se acredita haber cotizado durante 38 años y seis meses. En este sentido, la edad de acceso a la jubilación depende de la edad de la persona interesada, además de las cotizaciones acumuladas a lo largo de su vida laboral.
En este sentido, desde 2013 se incrementan de forma progresiva estas condiciones y para poder jubilarse este 2021 a los 65 años se debe haber cotizado 37 años y tres meses o más. En el caso de no cumplir este requisito, la edad de jubilación será a los 66 años.
¿Cómo acceder a una jubilación anticipada?
Sin embargo, el sistema de la Seguridad Social ofrece la posibilidad a los trabajadores y trabajadoras de jubilarse antes de tener la edad ordinaria necesaria mediante la jubilación anticipada o la prejubilación.
En primer lugar, la jubilación anticipada consiste en pasar a una situación de inactividad laboral y comenzar a cobrar una pensión contributiva antes de tener la edad legal para la jubilación ordinaria. Esta anticipación puede ser voluntaria por parte del trabajador o trabajadora o forzosa.
Entre las causas ajenas y no voluntarias, una de las más comunes es la derivada del cese no voluntario en el trabajo "como consecuencia de una situación de reestructuración empresarial que impida la continuidad de la relación laboral", explica la Seguridad Social.
Para poder acceder a esta modalidad, se deben cumplir una serie de requisitos, como haber cumplido una edad que sea inferior en cuatro años, como máximo, a la edad exigida; acreditar un período mínimo de cotización efectiva de 33 años. Este tipo de jubilación repercute en la cuantía de la pensión, ya que produce una reducción en base a una serie de coeficientes reductores que se van calculando de forma trimestral en función a los periodos de cotización.
Si se trata de una jubilación anticipada voluntaria, la cuantía a percibir por la pensión contributiva también variará en función de los años cotizados y del coeficiente correspondiente y se deberán cumplir una serie de condiciones.
Así, el trabajador o trabajadora tendrá que haber cumplido una edad que sea inferior en dos años, como máximo, a la edad exigida que resulte de aplicación en cada caso. Por otro lado, deberá encontrarse en alta o situación asimilada al alta y acreditar un periodo mínimo de cotización efectiva de 35 años.
¿En qué se diferencia de la prejubilación?
A diferencia de la anticipada, la prejubilación "no es un tipo de jubilación en el ámbito de la Seguridad Social", tal y como explican en BBVA. Se trata de un acuerdo privado entre la empresa y la persona que desea acogerse a esta modalidad para finalizar el contrato laboral.
Los casos más frecuentes de prejubilación en empresas están relacionados con trabajadores que se aproximan a la edad ordinaria de jubilación, pero que todavía no pueden acogerse a la anticipada. Por tanto, no recibirá ninguna pensión contributiva por parte del Estado.
"En contextos de despidos colectivos, el empresario y el trabajador, cercano a la edad de jubilación, que no puede acceder a la jubilación por edad y por no acreditar el número suficiente de años cotizados, pueden acordar la baja en la empresa a cambio de una indemnización", añaden.
Este tipo de acuerdos no están regulados por la normativa general de la Seguridad Social y se basan en la baja del trabajador o trabajadora en "unas condiciones que permitan llegar a la edad legal de jubilación con unas garantías económicas iguales o parecidas a las que tenía cuando se encontraba en activo".
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