Las comunidades empiezan a recurrir a medidas más duras de las contempladas en la estrategia para frenar los contagios

A partir de este domingo, el aforo de las terrazas se reduce al 75%.
La terraza de un establecimiento en Madrid.
Jorge París
A partir de este domingo, el aforo de las terrazas se reduce al 75%.
La terraza de un establecimiento en Madrid.
Jorge París

La tercera ola de la pandemia ha puesto a la gran mayoría de las comunidades en situación de "riesgo extremo", el último y más grave de los cuatro niveles que contempla la estrategia de respuesta coordinada que pactaron el Gobierno y las comunidades en octubre con baremos para medir la situación y medidas para atajar los contagios, Las actuaciones que se contemplan en este último nivel incluyen la recomendación de quedarse en casa, bosquejan la posibilidad de cerrar locales comerciales y de hostelería si no se puede garantizar la distancia dentro de ellos o confinamientos perimetrales, que son medidas que ya han empezado a decretar los gobiernos autonómicos. Algunos incluso han ido más allá, tomando así las "medidas adicionales" que se recomendaban sin precisar para una situación como la actual. Por ejemplo, Galicia o Murcia no permiten ya reuniones de más de cuatro personas, cuando en la estrategia común permite hasta seis.

Con decisiones como las que se han tomado en la última semana, las comunidades han empezado a agotar el catálogo de medidas que Sanidad les insta a utilizar. Algunas de ellas han decretado pautas que van más allá de las establecidas, tal y como estaba contemplado en la estrategia en los casos de llegar a la situación más grave de la pandemia.

Es verdad que son pocas las que las han aplicado todas y que, como dice Sanidad, muchas aún tienen margen para seguir restringiendo movimientos y reuniones según una estrategia que para una situación como la actual contempla un aforo máximo de un tercio en los locales comerciales u hoteleros, un aforo máximo del 75% en terrazas, recomendar la "enseñanza telemática", generalizar el teletrabajo. 

Una vez implantadas, hace falta tiempo, entre 10 y 14 días, para comprobar si son efectivas para reducir el número de contagios. Es el plazo que se dan las propias comunidades y que también pide Sanidad, que de momento se resiste a ir aún más allá y modificar el decreto del estado de alarma, por ejemplo, para adelantar el toque de queda nocturno para que pueda aplicarse antes de las 22 horas.

Estas medidas se corresponden con el "nivel de alerta 3" y también con el último y más grave el "nivel de alerta 4" en el que además las comunidades pueden tomar  "medidas adicionales que podrán incluir restricciones adicionales". Era en este caso cuando se contemplaba que podrían pedir al Gobierno decretar en su territorio el estado de alarma, algo que quedó superado con la aprobación de un estado de alarma general hasta el 9 de marzo, que sirve de "paraguas" para medidas que restrinjan libertades fundamentales como el libre movimiento.

Según los últimos datos epidemiológicos, casi todas las comunidades están en situación de "riesgo extremo", por ejemplo, porque tienen incidencias acumuladas a 14 y 7 días superiores a 250 y 250 casos y porque la ocupación hospitalaria y de UCIs supera también los niveles establecidos para el nivel 3 de alerta.

¿Debería permitirse a las autonomías adelantar el toque de queda para luchar contra el alza de contagios?

Para esta situación, la estrategia común indicaba "limitar al máximo los contactos sociales" fuera de los grupos de convivencia y las reuniones a un máximo de seis personas. La semana pasada Murcia prohibió los contactos fuera de las unidades de convivencia y Galicia redujo las reuniones a solo cuatro personas.

Autoconfinamiento, cierres....

Para el actual nivel de alerta, la estrategia contempla también "la recomendación de permanecer en el domicilio", un 'autoconfinamiento' que desde hace días se reclama a la población en Castilla y León o en Asturias.

"La autoridad sanitaria deberá valorar el cierre de las zonas interiores de los establecimientos y, en su defecto, reducir los aforos al máximo posible", dice un documento que en los últimos días han seguido Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, con el cierre total de comercios y hostelerías.

Esta última comunidad decidió este lunes poner en pie todas las medidas de la fase 3 de alerta -la anterior a la de "riesgo extremo" con la que comparte indicaciones-. con el cierre de hostelería y comercio, locales de juego y apuestas, gimnasios y saunas, parques y jardines y suspensión de todo tipo de actividades culturales y de ocio como cines, teatros o conferencias y

Llegados a este punto, la estrategia apunta a "valorar la limitación de entradas y salidas del área territorial", un cierre perimetral que a día de hoy existe ya en una amplia mayoría de comunidades autónomas, donde no es posible salir y entrar a su territorio.

Asimismo, la limitación de los horarios de apertura al público hasta las 22 horas, una medida que está vigente en la Comunidad de Madrid y lo estuvo en otras como Castilla-La Mancha antes de endurecer sus restricciones. En Madrid, por ejemplo, también se aplica el límite de 10 personas en velatorios y entierros.

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