Nuestro propio organismo puede ser el mayor aliado del coronavirus. Desde hace meses, se conoce que la muerte por Covid-19 se produce por una respuesta descontrolada de nuestro propio sistema inmune al tratar de combatir la infección por SARS-CoV-2.

Ahora, un nuevo estudio ha mostrado el peso que podrían tener un tipo de anticuerpos generados por algunos pacientes en dificultar la respuesta inmunitaria e incluso en las secuelas que la enfermedad ha dejado en muchas personas meses después de superar la infección.

Según el estudio, aún no revisado por pares, publicado este sábado en el portal medRxiv, ciertos autoanticuerpos -un tipo de anticuerpos desarrollado por el sistema inmunitario para actuar específicamente contra un antígeno concreto- generados durante una infección por Covid y orientados a atacar al interferón de tipo I “perturban la respuesta inmunitaria y alteran el control virológico” de nuestro cuerpo.

“Las personas que los tienen son incapaces de controlar la carga viral comparados con las que no los tienen”, ha explicado la profesora Akiko Iwasaki, una de las participantes en la investigación, a través de su cuenta de Twitter.

“Hay muchas preguntas sin responder. ¿Cuánto duran estos autoanticuerpos, qué daño producen, como son inducidos, se dan en la Covid larga?”, ha añadido la doctora Iwasaki.

Mediante un método llamado Evaluación Rápida Extracelular del Antígeno, los investigadores han descubierto que una gran parte de los pacientes de Covid-19 tenían autoanticuerpos para diferentes antígenos y que los que habían pasado la enfermedad con síntomas más graves tenían más que el resto.

Estos autoanticuerpos están dirigidos a una amplia multiplicidad de partículas como los interferones, las quimiocinas o las citoquinas, pero los que parecen generar un problema en el organismo son los orientados hacia los interferones de tipo I, un tipo de proteína que ayuda a regular la actividad del sistema inmunológico.

El virus genera la ‘Covid larga’ al alterar la estructura pulmonar

Para terminar de validar su hipótesis, los científicos han inducido un tratamiento de este tipo de autoanticuerpos en ratones y han determinado que también les hacían más susceptibles a la enfermedad y a la muerte por Covid-19.

Se trata de un descubrimiento que podría ayudar a dar una explicación sobre la persistencia de secuelas duraderas en algunos pacientes pacientes ya recuperados de la infección, uno de los aspectos aún más desconocidos de la enfermedad que está causando la mayor pandemia en un siglo.

Aunque aún es solo una teoría que debe ser contrastada, la persistencia de estos autoanticuerpos creados durante la infección podría seguir generando problemas en el organismo aún cuando ya no quedase ningún rastro de SARS-CoV-2.