Una mujer que estaba infectada de coronavirus ha fallecido tres semanas después de dar a luz y tras pasar semanas intubada en el hospital.

Los hechos han sucedido en Detroit, Michigan (EE UU), donde Erika Becerra, una mujer de 33 años, tuvo que ser intubada inmediatamente después de haber dado a luz a un bebé sano en un parto que, según los médicos, fue normal. 

Según relata la CNN, a Becerra le habían diagnosticado Covid-19 en su octavo mes de embarazo, cuando empezó aa presentar problemas para respirar. Por ello, los médicos decidieron inducirle el parto antes de que la condición de la madre empeorara y porque su salud "no mejoraba", según afirmó al mismo medio su hermano Michael Avilez. 

Tras dar a luz, la mujer permaneció aislada y conectada a un respirador durante tres semanas, falleciendo el pasado 3 de diciembre sin haber podido sostener a su bebé. "Tuvo un parto normal, dio a luz a su hijo pero no pudo sostenerlo porque justo después de dar a luz fue cuando le pusieron el tubo, y desde ahí empezó a empeorar", contó a CBS el hermano de Becerra.

"Ella siguió todas las medidas y aún así terminó contagiándose y es triste", dijo Avilez. "Hay muchas personas que no entienden lo que está pasando… Todos piensan que es una broma hasta que les pasa a ellos o a uno de sus familiares", lamentó .Ahora, la familia ha creado un fondo para cubrir los gastos del funeral y cubrir las necesidades de los dos hijos que deja a cargo de su marido viudo.