Cómo darle un toque especial a la típica receta 'fitness' de arroz con pollo

La cúrcuma tiene un característico color amarillo.
La cúrcuma tiene un característico color amarillo.
Cookpad
La cúrcuma tiene un característico color amarillo.

¿Quién no ha escuchado que la gente que entrena en el gimnasio solo come arroz con pollo para ponerse fuerte? Pues bien, puede que en las décadas de los 80 y los 90 este fuera el plato estrella entre los bodybuilders, pero a día de hoy el recetario ha cambiado (y bastante). 

Las posibilidades para comer saludable, nutritivo, siguiendo diferentes objetivos tanto deportivos como estéticos y que además los platos sean ricos y sabrosos son infinitas. Sin embargo, la pareja de arroz (tanto blanco como integral) y pollo sigue siendo un conjunto con muy buenos datos a nivel nutricional que aporta carbohidratos complejos y proteínas limpias sin un ápice de grasas. Pero la verdad es que, de entrada, parece una combinación algo sosa. 

Para darle una vuelta a este plato, hacerlo más atractivo y seguir con esta lógica beneficiosa, la receta de hoy consiste en preparar arroz con pollo... ¡y cúrcuma! Esta especia, muy usada en la cocina del sureste asiático, tiene propiedades antiinflamatorias, ayuda a desintoxicar el hígado y es buena contra el colesterol, refuerza el sistema inmune y es perfecta para combatir resfriados y gripes en forma de infusión. 

Los ingredientes 

Para preparar esta receta se necesitan:

  • Media cebolla. 
  • ​Un pimiento verde.
  • ​Especias al gusto (sal, pimienta...).
  • ​Arroz (mejor de tipo basmati y blanco).
  • ​Pollo (los contramuslos serán la parte más sabrosa y más rápida de cocinar, pero también sirven los muslos o incluso el pollo asado que nos haya sobrado del domingo, para aprovechar). 
  • Caldo de pollo o de verduras.
  • ​Cúrcuma. 

Para comenzar a preparar esta receta, lo primero es picar la cebolla y el pimiento verde y salpimentar el pollo al gusto. Las cantidades tanto de arroz como de carne deberán calcularse en función de los comensales (y del hambre del momento). 

  1. En una sartén con algo de profundidad, marcar el pollo por ambos y reservarlo. 
  2. Sofreír a fuego lento la cebolla y el pimiento. 
  3. Cuando la cebolla esté transparente, volver a añadir el pollo, el arroz y el caldo. Para un vaso de arroz, habrá que echar al menos 2 y medio de caldo. 
  4. ​Llevar a ebullición y, entonces, añadir la cúrcuma, al menos dos cucharas soperas aunque la cantidad deberá ajustarse a la de carne y arroz. Un color amarillo debería teñir los ingredientes. 
  5. ​Bajar el fuego y tapar. Dejar cocer hasta que el arroz absorba el caldo. 
  6. ​Retirar del fuego, dejar reposar... ¡y listo!.

Solo queda servir y disfrutar de este sencillo plato que, además, es perfecto para después del entrenamiento. ¿Quién quiere probarlo?

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