No llegan buenas noticias desde los hospitales. Ni llegarán en las próximas semanas. El descomunal ascenso que ha experimentado la transmisión del coronavirus en tan solo 14 días, la incidencia se ha incrementado un 73% desde entonces, es un recordatorio de la rapidez con la que se puede deteriorar la situación durante esta pandemia.

Los contagios se suceden en prácticamente toda España sin mostrar signos de ralentización y poco a poco, pero decididamente, se van filtrando en el sistema hospitalario. Según el último informe técnico del Ministerio de Sanidad, una persona que se infecta de Covid tarda unos 5 o 6 días en mostrar síntomas, otros siete hasta mostrar síntomas graves y entre tres y seis semanas para recuperarse cuando la enfermedad ha sido grave. Esto provoca que los hospitales y las UCI se llenen mucho más deprisa que lo que tardan en vaciarse, por lo que al ritmo que avanzan las infecciones la situación solo puede empeorar, al menos en las próximas semanas.

En las últimas dos semanas, el número de personas ingresadas con Covid en hospitales se han incrementado en un 54,1%, un porcentaje que en el caso de las UCI ha sido del 40,4%. La situación ha empeorado drásticamente en comunidades como Cataluña, donde el número de pacientes intensivos se ha duplicado en este periodo; en Asturias, donde ha aumentado un 111,4%; en la Comunidad Valenciana, un 88% más o Andalucía, un 64,3% más. Las únicas regiones donde las camas de intensivos están ahora más vacías de Covid que hace dos semanas son Canarias y Madrid.

Pero no son solo los incrementos. Los nuevos casos que van llegando entran a unas UCI cada vez más saturadas. Más de una cada cuatro camas de intensivos en España están ya ocupadas por pacientes con coronavirus, y en nueve autonomías (Aragón, La Rioja, Navarra, Cataluña, Madrid, Castilla y León, Asturias, Castilla-La Mancha y País Vasco) esta proporción es incluso mayor. 

Desde el sector de los cuidados intensivos ya observan las consecuencias. "El perfil [de paciente] se empieza a aproximar bastante al de la primera oleada de marzo y se une a que, a diferencia de la primera, donde hubo un parón y el resto de patologías tributarias de tratamiento en las UCI desapareció, actualmente conviven la situación normal del paciente de UCI a la que se añade el paciente Covid", explica Josep Trenado, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina Intensiva (Semyciuc).

Entre los peores de Europa

Aunque la gravedad de la epidemia está aumentando rápidamente en toda Europa, no lo está haciendo igual en todos los países. De entre los 14 países del entorno europeo de los que 20minutos ha recopilado datos, solo Francia presenta una cantidad de pacientes intensivos ingresados actualmente superior a España, con 3.377, frente a los 2.482 nacionales.

Sin embargo, cuando se pone este dato en relación a la población de cada país, España es el tercero con una tasa más elevada del análisis: 5,29 casos por cada 100.000 habitantes, solo por debajo de República Checa (10,68) y Bélgica (9,64).

República Checa ha aplicado severas medidas para controlar la transmisión. Entre ellas ha prohibido la libre circulación de personas salvo casos excepcionales, ha cerrado todo el comercio minorista no imprescindible, ha aplicado un toque de queda nocturno y ha obligado a parar todas las intervenciones rutinarias en los hospitales. 

En Bélgica, cafés, restaurantes, hoteles y establecimientos culturales están cerrados, está prohibida la venta de alcohol a partir de las ocho, hay también un toque de queda nocturno y solo se permiten las visitas en casa de una persona ajena al grupo de conviventes. Tras visitar un hospital el miércoles, el Ministro de Sanidad belga, Frank Vandenbroucke, tuvo que reprimir las lágrimas ante la situación que encontró. "Lo que he visto aquí es muy duro, muy chocante", expresó en rueda de prensa. El jueves, Vandenbroucke afirmó que, pese a que se endurecerán las medidas, "cuatro semanas no serán suficientes, ni siquiera ocho, diría", para aliviar la situación.

Cansados y preocupados

De vuelta en España, los trabajadores en las UCI reciben la nueva oleada de contagios entre cansancio y preocupación. "El personal está muy preocupado porque ha pasado la primera oleada de una elevada intensidad, acabamos muy cansados y el tiempo transcurrido hasta esta segunda ha sido muy corto", explica el doctor Trenado, que añade que la llegada del periodo invernal con sus patologías características añade "un motivo más de preocupación".

"Si continúan incrementándose los ingresos hospitalarios va a haber más necesidad de ingresos en UCI y, desafortunadamente, las estancias en las UCI son prolongadas. Con lo cual, el tiempo en que tarda en estar un recurso cama UCI disponible es largo e iremos acumulando casos sin poder rápidamente liberar camas. Si esto se incrementa y al mismo tiempo siguen existiendo cirugías, patologías de gravedad, problemas vasculares, neurológicos, respiratorios de otro tipo, trasplantes… esto va a complicar y puede tensionar y dar situaciones de recursos muy al límite", concluye.