Sin desfile, sin recepción real y con Madrid en estado de alarma: así será la Fiesta Nacional más atípica

  • Las celebraciones del 12 de octubre se realizarán en el Palacio Real a partir de las 12 horas.
  • Habrá una reducida parada militar a la que asistirán todos los ministros, también los de Unidas Podemos.
  • Vox y Falange convocan concentraciones en contra del Gobierno y Marlaska les acusa de “patrimonializar” el Doce de Octubre.
El Rey Felipe VI, frente a militares participantes en el desfile del Día de la Fiesta Nacional, en Madrid a 12 de octubre de 2019.
El Rey Felipe VI, frente a militares participantes en el desfile del Día de la Fiesta Nacional, en Madrid a 12 de octubre de 2019.
Ricardo Rubio / Europa Press
El Rey Felipe VI, frente a militares participantes en el desfile del Día de la Fiesta Nacional, en Madrid a 12 de octubre de 2019.

El lema que el Ministerio de Defensa ha escogido este año para celebrar el Día de la Fiesta Nacional es “La Fuerza que nos une”. Se trata de un homenaje al papel del Ejército para frenar la pandemia, el factor clave que hará que este año sea todo diferente. El Doce de Octubre se celebra este lunes en plena segunda ola de coronavirus y en un Madrid bajo un nuevo estado de alarma, donde no habrá desfile militar ni la tradicional recepción del rey en el Palacio Real.

Respetar la distancia de seguridad, evitar aglomeraciones y traslados y movimientos de personas estará a la orden del día en este Doce de Octubre que, en el plano político tiene también sus propias circunstancias: se trata de la primera Fiesta Nacional con Unidas Podemos dentro del Gobierno y se celebra poco después del veto del Gobierno al rey en Barcelona y de manifestaciones de desprecio al monarca por parte de los ministros morados. También, en pleno acercamiento del Gobierno al independentismo para poder aprobar los Presupuestos.

La pandemia lo ha trastocado todo este año, también la Fiesta Nacional. Madrid estará más lleno de gente, puesto que sus habitantes no pueden salir de la ciudad, pero aunque quisieran este año no tendrán ocasión de apostarse en el Paseo de la Castellana para ver el desfile de las fuerzas armadas. En su lugar, los reyes presidirán un acto más reducido en la plaza de la Armería del Palacio Real

Quien no piensa ser tan cauto es Vox, que ha convocado para el lunes concentraciones “en coche” en distintas ciudades, una iniciativa que este sábado secundo la Falange. Bajo el lema “España a la calle. Contra un gobierno criminal y totalitario”, el partido de ultraderecha llama a una nueva manifestación motorizada que no puede ser peor vista desde el Gobierno. Este viernes, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acusó a este partido de “patrimonializar la bandera, el himno y ya la fiesta nacional”, que recordó que es para “47 millones de personas”.

El ministro hizo estas declaraciones en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros extraordinario que este viernes decretó el estado de alarma en la Comunidad de Madrid y después de haber participado en una celebración “absolutamente limitada” del día de la Guardia Civil, que también se celebra el Doce de Octubre.

500 militares frente a 3.500

Todo queda limitado en esta ocasión. El lunes, los reyes, la princesa de Asturias y la infanta Leonor estarán acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el resto de miembro del Ejecutivo en un acto que consistirá solamente en el izado de la bandera, un homenaje a quienes dieron su vida por España, una imposición de condecoraciones y un pequeño desfile terrestre.

No habrá militares venidos de toda España para desfilar por la Castellana. Solo participarán las unidades ubicadas en Madrid. La excepción es La Legión que tendrá un protagonismo especial porque se celebra su centenario. En la parada militar participarán 527 efectivos. El año pasado, fueron cerca de 3.500 y entonces las tropas del Líbano, Senegal, Mauritania y Mali desfilaron en lugar preferente.

Este año, en concreto, habrá una Unidad de Música y secciones de la Guardia Real, la Academia Central de la Defensa, el Regimiento “Inmemorial del Rey” nº1, la Agrupación de Infantería de Marina, la Escuadrilla de Honores del Ejército del Aire, la Agrupación de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil y La Legión. La Unidad Militar de Emergencia (UME), que en pandemia dirige las tareas de desinfección y de rastro de contactos de diagnosticados por coronavirus, cierra la lista de la parada militar terrestre. En el aire, la Patrulla Águila hará su tradicional pasada durante el homenaje a los caídos.

Sin corrillos

Precisamente, el Palacio Real es tradicionalmente el escenario de otro de los puntos fuertes políticos e institucionales de la celebración de la Fiesta Nacional. Al final del desfile militar, cientos de representantes de la política, la economía, la cultura o la comunicación cumplimentan a los reyes antes de desplegarse por los salones de Palacio. Cada año tiene su afán y las conversaciones informales suelen tener cada año un tema estrella. El año pasado, por ejemplo, la sentencia del procès, que se filtró justo ese día cuando iba a dictarse dos días después.

Con permiso de la pandemia, la novedad este año es que es la primera Fiesta Nacional desde que Unidas Podemos forma parte del Gobierno. Sus cuatro ministros han sido convocados como el resto al acto militar de la Plaza de Armas y en sus filas indican que, siendo así, asistirán. También han sido invitados todos los presidentes autonómicos. Son tradicionales ya las ausencias del lehendakari, Íñigo Urkullu, y del presidente de la Generalitat, que, una anomalía más, es Pere Aragonés en sustitución de Quim Torra, inhabilitado definitivamente este mes por el Supremo.

Por otra parte, el Día de la Fiesta Nacional llega entre esfuerzos por parte del Gobierno dejar atrás sus últimos desplantes al Rey y con un claro acercamiento a partidos independentistas en busca de una mayoría suficiente para aprobar los Presupuestos.

Al veto a Felipe VI en la entrega de despachos a los nuevos jueces en Barcelona hace dos semanas y las críticas por parte del vicepresidente Pablo Iglesias y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, Sánchez intentó dar muestra de “normalidad institucional” el viernes pasado, acompañando al rey a un acto en Barcelona justo cuando el Consejo de Ministros aprobaba el decreto que impuso un nuevo estado de alarma en la Comunidad de Madrid. En las próximas semanas y meses, el Gobierno negociará las cuentas de 2021 con ERC, JxCAT PNV o Bildu, diametralmente opuestos y ajenos al atípico Doce de Octubre bajo la pandemia.

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