El tenor de ópera Andrea Bocelli fue uno de los invitados del líder opositor de derecha Matteo Salvini en el Senado italiano, por lo que el artista tuvo la oportunidad de dirigirse a la Cámara e hizo unas declaraciones no exentas de polémica, al criticar las medidas de confinamiento que decretó el Gobierno hace unos meses. 

A pesar de haberse contagiado de coronavirus (y de haberlo superado) el cantante se mostró contrario a las medidas de cuarentena, asegurando que él se sintió "ofendido y humillado" por tener que quedarse en casa, porque él "no cometió ningún delito". 

Además, Bocelli aseguró que se saltó la cuarentena, sin revelar cómo ni cuando, a pesar de que en Italia estuvo prohibido salir de casa a no ser que fuera para el desarrollo de trabajos esenciales. 

El subsecretario del Ministerio de Salud, Pierpaolo Sileri, salió al paso de estas declaraciones tratando de quitarles importancia, afirmando que tal vez Bocelli "quería expresar las molestias de cada italiano que, debido al encierro, se quedó en casa".

Bocelli también dudó en su discurso de la gravedad del virus, afirmando que él sólo tuvo un poco de fiebre. "Conozco a muchas personas [infectadas], pero no conocí a nadie que fuera a cuidados intensivos", afirmaba, a pesar de que en Italia llegó a haber más de 4.000 personas a la vez en cuidados intensivos en lo peor de la curva del coronavirus.