El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, no quiso ahondar este lunes en las explicaciones ofrecidas por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en relación a la destitución hace unos días de Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. Pero sí cargó contra el polémico informe que ha desatado la polémica asegurando que al Instituto Armado "no se le puede conocer" por elaborar informes a partir de "recortes de páginas web de extrema derecha".

Así lo planteó este lunes Iglesias en una entrevista en Los Desayunos de TVE, apenas unos días después de que Marlaska volviera a negarse a dejar su puesto pese a la exigencia de la oposición asegurando que no ha cometido "ninguna ilegalidad". El vicepresidente segundo rechazó abundar en unas explicaciones que el Gobierno ha cambiado en varias ocasiones y que no han satisfecho al resto de partidos. Pero sí defendió la existencia de un posible interés político en el informe que le ha costado el puesto a De los Cobos.

"Un cuerpo como la Guardia Civil, cuyos informes han sido históricamente muy valorados", dijo Iglesias, no puede ver cómo se le vincula a "informes elaborados en base a recortes de páginas web de extrema derecha". "Ese es el mayor ataque que puede haber contra la Guardia Civil y su profesionalidad", insistió el vicepresidente segundo, que alabó el trabajo del Instituto Armado.

En la misma línea, Iglesias defendió de nuevo la necesidad de acabar con los restos de la "policía patriótica" del PP, el motivo por el que, según el presidente Pedro Sánchez, la oposición ataca a Marlaska. De hecho, el vicepresidente insistió en que "no es opinable" que esa red existió, ya que una comisión de investigación del Congreso "acreditó" que en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad existía un grupo "que trabajaba con algunos sicarios mediáticos para tratar de proteger al PP en algunos escándalos" y, mientras, atacaba a algunas fuerzas políticas "como Podemos" y ciertos partidos catalanes.

Los "berrinches" de la derecha

En relación a la durísima oposición que están llevando a cabo en las últimas semanas PP y Vox, Iglesias insistió en una tesis ya estrenada el fin de semana pasado: la de que el endurecimiento de su tono revela que la derecha es consciente de que no va a "gobernar" en "muchos años". "Un PP entregado a la ultraderecha, compitiendo por ver quién dice la barbaridad más grande, no va a gobernar nunca en este país", sostuvo el vicepresidente segundo, que achacó los "berrinches y pataletas" de esa formación a que es consciente de ello.

A juicio de Iglesias, esto tiene mucho que ver con los "consensos" asentados durante la crisis entre la sociedad, como que "la reconstrucción tiene que pasar por proteger lo público y a los trabajadores". En esta línea, y pese a los acuerdos con Cs en las últimas semanas, el vicepresidente defendió que "de economía y medidas sociales" el Gobierno debe llegar a acuerdos con las formaciones de izquierdas y nacionalistas periféricas que conformaron "la mayoría de la investidura".

"Está bien que en el estado de alarma hayamos conseguido a veces el apoyo de formaciones de derechas, pero para afrontar la crisis el programa se tiene que hablar con otras formaciones progresistas", avisó en este sentido. 

Iglesias también cargó contra el escándalo de las residencias de mayores en la Comunidad de Madrid, donde el Gobierno liderado por Isabel Díaz Ayuso emitió una orden para que los ancianos en estado grave no fueran derivados a hospitales en plena pandemia. "Es gravísimo lo que ha ocurrido, y lo dice el propio consejero de Asuntos Sociales de Ayuso, que dijo que no solo era inmoral, sino que podría incluso ser ilegal", denunció el vicepresidente, que aseguró que "un sistema privatizado y precarizado es ineficiente" y defendió potenciar la asistencia a domicilio.