"Una persona que viva sola tiene derecho a una renta de 462 euros. Si no tiene ningún ingreso, percibirá esa cantidad. En el caso de que esa persona cuente, por ejemplo, con unos ingresos mensuales de 200 euros porque tiene un trabajo precario a tiempo parcial, recibiría una prestación mensual de 262 euros, la diferencia entre sus ingresos y el umbral de la prestación". 

Este fue uno de los ejemplos prácticos que el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, puso la semana pasada para explicar el funcionamiento del Ingreso Mínimo Vital (IMV) que ha entrado en vigor este lunes. El ejercicio de pedagogía de Iglesias hacía entonces dudar del adecuado diseño de esta herramienta para combatir la vulnerabilidad social, ya que una persona iba a ingresar lo mismo trabajase o no. 

El BOE publica las condiciones para acceder al Ingreso Mínimo Vital: ¿quién puede pedir esta ayuda?

La letra pequeña de la prestación que ayudará a unos 850.000 hogares españoles a salir de la pobreza extrema se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y ha confirmado las palabras de Pablo Iglesias.

"La cuantía mensual de la prestación de ingreso mínimo vital que corresponde a la persona beneficiaria individual o a la unidad de convivencia vendrá determinada por la diferencia entre la cuantía de la renta garantizada y el conjunto de todas las rentas e ingresos de la persona beneficiaria o de los miembros que componen esa unidad de convivencia del ejercicio anterior", señala en el punto 1 del artículo 10 el Real Decreto-ley 20/2020, de 29 de mayo, por el que se establece el ingreso mínimo vital, que es compatible con el desempeño de un trabajo. 

Para este año 2020, la cuantía anual de renta garantizada en el caso de una persona beneficiaria individual asciende a 5.538 euros, lo que supone 461,5 mensuales.

"El salario que cobres no se restará íntegramente"

Sin embargo, José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, ha corregido a Iglesias, y de paso también al BOE, al ser preguntado por este asunto en un encuentro digital con 20minutos por el lector Sergio Javier Jiménez Rivas.

"Si recibes el IMV y encuentras un empleo, vamos a establecer incentivos de forma que el salario que cobres no se restará íntegramente para calcular tu prestación, con lo cual tu renta total mejorará", ha afirmado Escrivá. 

El ministro anticipa así que en el próximo desarrollo de la norma habrá mecanismos para que un ciudadano que compatibiliza un trabajo a tiempo parcial con el cobro del IMV pueda ingresar mensualmente la suma de ambas cantidades. La regularización de sus ingresos se haría posteriormente a través de la declaración de la renta.

En la práctica, y aprovechando el ejemplo de Iglesias, supondrá que una persona que cobre 462 euros del IMV e ingrese otros 200 euros por su empleo podrá disponer mensualmente de 662 euros, aunque luego se le retendría algo al finalizar el ejercicio. 

Incentivo a la economía sumergida

Expertos en la materia consultados por este medio entendían que el planteamiento de Pablo Iglesias era erróneo porque "incentivaría la economía sumergida". "Uno de los objetivos del Ingreso Mínimo Vital supone todo lo contrario. Pretende que los beneficiarios de la prestación tengan la obligación de hacer la declaración de la renta para que entren dentro del sistema y así controlarlos de forma más fácil", ha opinado Luis Garviá, profesor de Finanzas de ICADE Business School. 

Garviá ha destacado que el IMV está "bien planteado" y que "homogeniza" un subsidio con el que antes "cada comunidad hacía la guerra por su cuenta" aunque ha abogado por mejorar ciertos aspectos en el futuro, como la "agilización de los trámites". 

"En el futuro, el IMV tendrá que ser gestionado por los servicios sociales de los ayuntamientos porque desde lo local se gestiona mejor", ha señalado este profesor de ICADE, quien propone, además, que la cuantía de las prestación varíe en función del coste de vida en los diferentes territorios: "No es lo mismo vivir en Madrid que en Extremadura". 

El Ingreso Mínimo Vital está diseñado para no caer en la trampa de la pobreza"

Por su parte, Graciela Malgesini, responsable de Incidencia Política de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza en España (EAPN), achacó la afirmación de Iglesias a un "error de comunicación" debido a que el Ingreso Mínimo Vital está diseñado para no "caer en la trampa de la pobreza" y por eso se incluye su compatibilidad con el empleo. 

"No conocemos aún los detalles pero está previsto que a la persona que reciba el IMV y trabaje al mismo tiempo solo se le descuente una pequeña parte del salario. De hecho, la estimación actual es que una persona necesita un mínimo de 785 euros para vivir con cierta dignidad", ha precisado.