No lo ha mencionado más que indirectamente, pero las protestas que crecen en las últimas semanas en contra del confinamiento han estado presentes en el discurso con el que el presidente del Gobierno ha defendido una nueva prórroga del estado de alarma, esta vez hasta el 7 de junio. Pedro Sánchez ha asegurado que "la crispación política se ha confirmado inútil" para afrontar el virus y ha defendido mantener el estado de alarma. Frente a quienes quieren que no se prologue por más tiempo, se ha preguntado "¿qué beneficios obtendríamos por levantarlo?". "Se lo digo de otra forma, ¿qué derechos pretenden restaurar?", ha añadido.

Una vez más, Sánchez ha asegurado que el estado de alarma es "el único camino posible" para combatir el Covid-19. Según sus estimaciones, si el estado de alarma se habrían contagiado cerca de 30 millones de personas en nuestro país y habrían muerto más de 300.000 personas. La cifra de fallecidos supera ya los 27.700.

A partir de ahí, ha enumerado una serie de preguntas sobre lo que supondría levantar el estado de alarma en estos momentos, tal y como piden los manifestantes cada día desde hace varias semanas. "¿Restablecer el pleno derecho de movimiento sin ningún tipo de restricción, queremos que cualquiera pueda decidir si se desplaza a cualquier punto de la geografía, se pretende restablecer el derecho de ejercer sin limitación alguna el derecho de reunión, incluyendo conciertos y manifestaciones?".

Su propia respuesta ha sido que incluso que partidos que como el PP o Vox votarán en contra de la prórroga este miércoles y que han alentado o comprendido las protestas no creen que hay que levantar ya el estado de alarma. "Creo que todos estamos de acuerdo en que sería una irresponsabilidad extraordinaria, más allá de lo que vayan a votar", ha dicho Sánchez en el Congreso.

No aplicará leyes ordinarias

Sánchez ha insistido una vez más en que no hay alternativa a mantener el estado de alarma, a pesar de que la oposición le reclama que lo sustituya por leyes como la de Salud Pública o de Seguridad Nacional. Este miércoles, el presidente ha reiterado su negativa a aplicar "leyes ordinarias" a una situación que no lo es, pero se ha comprometido a impulsar varias reformas legales para aplicar en caso de rebrotes futuros.

Para más adelante, ha propuesto reformar la Ley General de Sanidad de 1986, la Ley de Cohesión y de Calidad del Sistema Nacional de Salud de 2003 y la Ley General de Saludad Pública de 2011. Ha añadido que también se revisará la Ley Seguridad Nacional de 2015, dado que "entre las situaciones de interés para la seguridad nacional se encuentran las epidemias y pandemias".

Sánchez ha dado un paso más en la asunción de errores por su parte y de su Gobierno y ha terminado su primera intervención pidiendo "disculpas por los errores propios, dictados por la urgencia en el tiempo, la penuria en los recursos, la urgencia sin precedentes de la crisis y el tamaño descomunal". 

Sin embargo, ha retrasado el inicio del luto nacional. Ya no se celebrará cuando la mayor parte del país se encuentra en Fase 1, tal y como anunció hace unas semanas. Este miércoles, con el 70% del territorio español ya en esa etapa, lo ha postergado hasta que "todo" el país llegue a Fase 1. Podría suceder el lunes que viene si Madrid, Barcelona y las zonas de Castilla y León que quedan en la Fase 0 pasan a la siguiente.

Desescalada asimétrica pero no "desordenada"

La progresión de unos territorios y otros forma parte del plan de desescalada que Sánchez ha defendido este miércoles, a pesar de las críticas por que el proceso se está dirigiendo por motivos políticos que han hecho gobiernos como el de la Comunidad de Madrid o incluso la Comunidad Valenciana, gobernada por el PSOE.

En medio de una polémica que no cesa, sobre todo en Madrid, por el paso o no de fase, Sáchez ha defendido su plan de transición, .diseñado para ser "asimétrico", porque permite que cada territorio vaya pasando de etapa según sus circunstancias, pero ha advertido de que no será "desordenado".  Por eso, se han rechazado "que se intensifique de manera urgente y se desacoplen los criterios científicos". Debe "ejecutarse  de la mejor manera" sin dejar espacio a rebrotes del virus, ha dicho.

"El plan de transición a la nueva normalidad es asimétrico, gradual y coordinado, pero asimetría no significa desunión o desorden", ha señalado en el Congreso, donde ha acudido a pedir la quinta prórroga del estado de alarma para mantener el confinamiento general, en este caso, hasta el 7 de junio.

Sánchez ha desgranado las particularidades de esta nueva prórroga, que él habría deseado que fuera de un mes, hasta el 27 de junio. Sin embargo, este martes tuvo que ceder a que volviera a ser solo de 15 días para poder contar con el voto afirmativo de Ciudadanos. Con los diez diputados naranjas, Sánchez espera sacar adelante la votación, también con el apoyo del PNV y previsiblemente sin socios tan fieles como Compromís, cuyo único diputado, Joan Baldoví, ha confirmado que votará 'no'.

Sánchez ha confirmado que el mando único quedará ahora en manos solo del ministro de Sanidad, Salvador llla. "Es una necesidad", ha apuntado Sánchez, frente a formaciones como ERC que reclaman tener el control total para el Govern sobre el cambio de fases. Los independentistas catalanes -también JxCAT- volverán a votar previsiblemente en contra de la prórroga.

Sánchez ha reiterado que la desescalada está regida por una "cogobernaza" entre su Gobierno y las comunidades autónomas que ERC y JxCAT dicen que no existe. En todo caso, Sánchez ha prometido este miércoles que "en esta última etapa, [las comunidades] irán recuperando un mayor protagonismo", en concreto en "atención primaria".