La Organización Panamericana de la Salud (OPS), fundada por EE UU, ha cifrado este martes en 20.000 los casos de coronavirus en las poblaciones indígenas de la cuenca del Amazonas, al tiempo que ha mostrado la "importancia" de proteger a estas personas.

"Estos grupos viven tanto en aldeas aisladas con acceso mínimo a servicios sanitarios como en ciudades densamente pobladas como Manaos (Brasil), Iquitos (Perú) o Leticia (Colombia)", ha detallado la directora general de la OPS, Carissa Etienne. A su juicio, no actuar "de inmediato" en estas comunidades ocasionará que sufran "un impacto desproporcionado" y ha remarcado que la repercusión de la COVID-19 en los indígenas "tiende a ser el doble de alta, en comparación con otros estados en los mismos países".

Por otro lado, Etienne ha puesto el foco en otros grupos de riesgo en la región que también requieren "políticas específicas de protección" frente al avance de la pandemia. Son los afrodescendientes, los migrantes y refugiados, las personas encarceladas y las mujeres.

Concretamente en el caso de las mujeres, la directora general de la OPS ha detallado que, en las Américas, "las mujeres se enfrentan a disparidad de ingresos, falta de acceso adecuado a servicios sanitarios y a menudo se las somete a violencia de género". Además, constituyen "el 70 por ciento de la fuerza de trabajo sanitaria en las Américas", lo que significa que "están al frente de la batalla de la COVID-19 y se encuentran afectadas desproporcionadamente por esta", ha agregado.

Por su parte, el director de Emergencia en Salud de la OPS, Ciro Ugarte, ha explicado que Nicaragua ha contactado con la organización para clarificar que cumplirá con sus obligaciones de informar sobre la pandemia, pero que "hasta el momento" esto no ha sucedido "a pesar de las peticiones reiteradas de la OPS".