Con la “nueva normalidad” ya todos los negocios estarán abiertos pero continuarán medidas de seguridad y de distanciamiento social que seguirán perjudicando sus cuentas de resultados. Por ello, el Gobierno prepara ya un paquete de nuevas medidas de apoyo a las rentas que contemplará medidas sectoriales o para negocios que, aún retomada la actividad, continúen registrando pérdidas por las condiciones que seguirá imponiendo el control de la pandemia.

Fuentes del Gobierno ponen como ejemplo de estas medidas una que podría ir dirigida a bares que reabran y que no puedan cesar su actividad porque su facturación no haya caído el 75% mínimo que fijó el Ejecutivo para que los autónomos perciban una prestación. Sin embargo, las limitaciones de aforo para luchar contra la pandemia pueden suponerles, por ejemplo, una caída del 40% de los ingresos.

En esos casos, apuntan las fuentes, se estudiarán medidas de apoyo económico. De momento no están definidas pero figuran en el esquema del plan de desescalada y en el Gobierno señalan que se evaluará cómo ha funcionado la transición para cada sector de actividad.

Según el cronograma de plan de desescalada, una vez superada la última fase de la transición, la Fase 3, empezará la “nueva normalidad”, donde, en el aspecto económico, el Gobierno contempla "paquetes sectoriales y medidas de apoyo a rentas”.

Bares y restaurantes

Estas medidas se irán definiendo en función de cómo vaya siendo la desescalada y cómo la apertura con restricciones de aforo y actividad vaya afectando a los negocios. Un caso claro es la hostelería. Restaurantes y bares podrán abrir solo sus terrazas en la Fase 1 y los comedores en la Fase 2, aunque con condiciones de distancia social y hasta el tipo de productos que pueden servir. Hasta la Fase 3 no podrán abrir bares y discotecas, con el aforo reducido.

En muchos casos, los propietarios de estos negocios son trabajadores autónomos, a los que durante la peor parte de la crisis por el coronavirus el Gobierno les dio la posibilidad de cesar actividad si registraban caídas de ingresos de al menos el 75%. Ha sido una constante la reclamación de este colectivo de rebajar el umbral -al 40 o al 50%- pero lo que estudiará ahora el Gobierno de cara a la “nueva normalidad” no es ayudarles a cerrar, sino a permanecer abiertos a pesar de las restricciones.