Dos víctimas de género en 24 horas en Sevilla y Madrid

Imagen de la vivienda donde se produjo el crimen de Aznalcóllar (Sevilla).
Imagen de la vivienda donde se produjo el crimen de Aznalcóllar (Sevilla).
RAÚL CARO / EFE
Imagen de la vivienda donde se produjo el crimen de Aznalcóllar (Sevilla).

No habían transcurrido ni 24 horas desde que se registró un crimen machista en Aznalcóllar (Sevilla) cuando la cara más cruel de la violencia de género volvía a llamar a la puerta de otra mujer, esta vez en Fuenlabrada (Madrid).

El escenario del primer crimen se ubicó en el citado pueblo sevillano. Ocurrió la medianoche del martes. Un abrupto estruendo rompió el silencio nocturno del municipio, donde apenas viven 6.000 personas. A continuación, el llanto de un niño de 4 años inundó las calles. Y después, resonó otra detonación igual que la primera.

Eugenio Luque Rodríguez, de 51 años, había tomado la escopeta con la que solía ir a cazar y la había encañonado hacia la cabeza de su mujer, María del Mar Casto Moreno, de 43 años. Después de apretar el gatillo ante la mirada de su hijo pequeño, llamó por teléfono a su primogénita, de 20 años, que ya no vivía con ellos. Le contó lo que acababa de hacer: matar a su madre. También le comunicó que, cuando colgasen, se suicidaría. Así fue.

Los vecinos llamaron al 112 para alertar de lo que habían escuchado. Hasta el pueblo se desplazaron varios agentes de la Guardia Civil, que encontraron en la vivienda los cadáveres del matrimonio. Un equipo de psicólogos atendió enseguida a los hermanos que quedaron huérfanos, que en total eran tres: además del pequeño de 4 años y de la joven emancipada de 20, hay otra menor, de 15 años, que cuando se produjo el crimen estaba de viaje.

Como el resto de mujeres que han muerto este año asesinadas por sus parejas o exparejas, María del Mar nunca presentó ni una denuncia contra su verdugo.

El segundo asesinato machista ocurrió este miércoles a mediodía en el municipio de Fuenlabrada. La víctima, una anciana de unos 78 años, acudió a casa de una vecina pidiendo auxilio, ensangrentada a causa de las puñaladas que ya le había asestado su marido. La vecina fue hasta el domicilio donde vivía la mujer herida y encontró al agresor, más o menos de la misma edad, malherido después de haber intentado suicidarse con un cuchillo.

Rápidamente llamó al 112. Cuando llegaron los sanitarios, la anciana se encontraba en parada cardiorrespiratoria. Pudieron reanimarla, pero cuando la estaban llevando en ambulancia al Hospital 12 de Octubre volvió a sufrir la misma crisis y finalmente falleció.

Al marido le trasladaron a la misma institución sanitaria, donde permanece en estado crítico.

Ya son 13 las mujeres asesinadas por quienes eran (o fueron) sus compañeros sentimentales en lo que va de año. La pérdida de aquellas que también eran madres, como la de Aznalcóllar, se traduce en ocho menores huérfanos este 2020. Si se echa la vista hasta 2013, esta cifra se eleva a 286 menores que se han quedado sin madre.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento