El hombre acusado de atropellar de forma "intencionada" a su excuñado agosto de 2012 en la zona de Triñáns, en el municipio coruñés de Boiro, ha aceptado cinco años de cárcel, la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima y de pisar este Ayuntamiento boirense durante un periodo de siete años.

Las partes han llegado a conformidad este jueves en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña después de que el juicio fuese suspendido el miércoles por la falta de coordinación entre la Guardia Civil y la Policía Nacional para trasladar al acusado al juicio desde el hospital psiquiátrico de Pontevedra, donde se encontraba ingresado antes de recibir el alta antes de la celebración de la vista.

Tras el acuerdo alcanzado este jueves, el representante de la acusación particular, el abogado Evaristo Nogueira, ha explicado que la responsabilidad civil se dirimirá en un pleito civil, independiente, contra la aseguradora del vehículo y el propio acusado. En este, la acusación particular reclamará una indemnización para la víctima de unos 150.000 euros.

En la sesión celebrada este jueves, el acusado ha mostrado su conformidad con la sentencia, ya declarada firme, que considera probado que agosto de 2012 el acusado, A.S.A., se encontró con su excuñado en la zona de Triñáns, en el municipio coruñés de Boiro, cuando conducía un todoterreno.

A los 10 minutos de pasar por su lado y "mirarlo fijamente", volvió a la zona y "lo atropelló intencionadamente" girando "bruscamente el volante" para finalmente embestirlo a una velocidad de entre 40 y 50 kilómetros por hora.

Orden de alejamiento de su expareja

El impacto lo alcanzó de lleno en el costado izquierdo y provocó que el hombre quedase tendido en el suelo ensangrentado. El presunto autor de los hechos en lugar de auxiliarlo, se detuvo a 10 metros, comprobó que "había conseguido su propósito" y se fue.

El hombre, que resultó gravemente herido sufrió, varias policontusiones, fractura del fémur y otros huesos, así como lesiones de diversa naturaleza que le acarrearon un proceso de recuperación de más de un año, durante el que no pudo ocupar su puesto de trabajo como jefe de batea.

Por todo esto, inicialmente, la Fiscalía y la acusación particular solicitaban nueve años de prisión para el acusado por tentativa de homicidio, así como una indemnización que en el caso de la fiscal asciende a 88.820 euros y la de la acusación particular cerca de 150.000 euros por las secuelas que le quedaron a la víctima.

El acusado del atropello cuenta con una orden de alejamiento hacia su expareja, hermana de la víctima, de antes de que se produjesen estos hechos.