La ministra de Economía, Nadia Calviño, habla de su paso por el Gobierno. Destaca logros como la subida del SMI, pero admite que se han quedado cosas por hacer

Lleva usted casi diez meses de ministra y ya se enfrenta a unas elecciones, ¿la inestabilidad de esta legislatura, con moción de censura incluida, ha afectado a la economía?

La economía no se ha visto afectada negativamente por el cambio de Gobierno. Más bien al contrario. Los años de falta de actividad del Gobierno anterior tuvieron un efecto ralentizador porque no se abordaron las reformas necesarias ni se aprovechó el crecimiento para reducir más el déficit y la deuda.

¿Qué destaca de estos meses de trabajo?

Hemos logrado medidas muy importantes de tipo social, como la subida del salario mínimo interprofesional, revertir los recortes en educación o la adopción de la Ley de Crédito Inmobiliario. No nos ha dado tiempo de culminar todos los cambios necesarios, pero hay muchas cosas que sí se han logrado y otras que confiamos en sacar adelante antes de que se acabe la legislatura, como el Real Decreto-ley de Arrendamientos.

En el tema de la vivienda, Podemos le había reclamado llegar más lejos y limitar por ley el precio de los alquileres.

Es un tema que preocupa mucho a la sociedad. El nuevo Real Decreto-ley es ambicioso en términos de protección frente a los desahucios, mayor control de las viviendas turísticas, mayor equilibrio de la relación entre el propietario y el inquilino y mayor estabilidad de los contratos. El objetivo último es que haya un mercado accesible de vivienda. Habrá que, además, reforzar la oferta de vivienda social. Aspiramos a hacerlo en la próxima legislatura.

¿Qué efecto va a tener la nueva Ley de Crédito Inmobiliario  en los ciudadanos?

La nueva ley refuerza mucho su protección. Por ejemplo, se aumenta el número de meses de impago necesarios antes de poder proceder a un desahucio; también se reducen los intereses de demora y se amplía el carácter permanente del código de buenas prácticas de los bancos, que permite instrumentos como la dación en pago y la renegociación de la deuda antes de un posible desahucio.

Pero existe el riesgo de que esa nueva ley encarezca el coste de las hipotecas.

No lo creo. Tenemos un mercado financiero español con bastante competencia, sobre todo en lo que se refiere al crédito inmobiliario.

También está trabajando en un decreto con medidas financieras destinadas a favorecer a familias vulnerables, ¿podría explicarlo?

Disponer de una cuenta de pagos es esencial para garantizar la inclusión financiera de todos los ciudadanos. Cada vez más, es imprescindible una cuenta para poder recibir pagos e incluso los transportes públicos se pagan con tarjeta. Por eso hemos lanzado la normativa que obliga a todas las entidades financieras a ofrecer a todos los ciudadanos una cuenta de pago básica.

¿Para que servirá?

Es una cuenta que presta los servicios imprescindibles para estar hoy en día conectado, activo económicamente, para poder domiciliar pagos, sacar dinero en un cajero o hacer determinadas transferencias.

¿Sin coste para el ciudadano?

El coste de la cuenta básica en general es de tres euros con un tope de transferencias y domiciliaciones, pero para aquellos ciudadanos en situación vulnerable o en riesgo de exclusión será completamente gratuita. El Consejo de Ministros aprueba este viernes la norma que determina los requisitos para acceder a la gratuidad. Es un paso más para reforzar la protección de los ciudadanos y no dejar a nadie fuera del sistema financiero.

Otro asunto que el Gobierno ha abordado pero sobre el que no hay un resultado claro es el alto coste del recibo de la luz.

El tema del precio de la electricidad es un asunto muy complejo que exige una revisión en profundidad del sistema eléctrico. No nos ha dado tiempo a hacerla, pero la ministra para la Transición Ecológica está muy comprometida para abordarlo en la próxima legislatura. Lo que sí hemos tratado en estos meses es de paliar los problemas de pobreza energética, poniendo a disposición de todos los ciudadanos, y especialmente los vulnerables, un bono eléctrico y un bono energético más amplio para que no haya nadie que no tenga acceso a este bien de primera necesidad.

¿Tiene una valoración inicial de los efectos de la subida del salario mínimo?

Con esta subida lo que hemos hecho es alinear España con la media de los países de la OCDE. Estábamos en la cola, por lo que se refiere a la relación entre salario mínimo y salario mediano. Se trata de una medida muy importante para los colectivos más afectados por la precarización del mercado laboral. Hay que tener en cuenta que un 70% de los perceptores son mujeres, de modo que es necesaria para luchar contra la brecha de género.

¿Queda mucho para que haya un escenario de plena igualdad?

La desigualdad ha aumentado en nuestro país muy sustancialmente en estos diez años, lo muestran todos los indicadores disponibles. La desigualdad es un problema social, pero también un problema económico; supone un lastre para el crecimiento a medio plazo. Por eso es tan importante sentar las bases de un modelo sostenible e inclusivo, que no deje a nadie atrás.

¿Hay algún otro asunto relevante que le gustaría aprobar antes de las elecciones del 28 de abril?

A mí me hubiera gustado terminar en esta legislatura con la creación de la Autoridad de Protección del Cliente Financiero, para que los ciudadanos tengan una institución donde puedan ir con sus reclamaciones de forma eficiente, sin tener que recurrir siempre a la vía judicial, que es más larga y más cara. El trabajo está avanzado, pero no es seguro que dé tiempo en esta legislatura.

Usted es una alta funcionaria de Bruselas, donde llegó a ser directora general de Presupuestos ¿le ha compensado saltar a la política nacional?

He dedicado mi carrera profesional al servicio público, de los intereses de España, que creo que son también los de Europa. Es un honor ser ministra.

¿Por qué ha decidido no presentarse a las elecciones? El resto de los ministros sí van en listas.

Mi compromiso con el presidente del Gobierno y con el proyecto que hemos puesto en marcha es total. Me he entregado al 130% a mi trabajo como ministra de Economía. Seguiré contribuyendo al bienestar de mi país en todo lo que pueda. En las listas quizá no es donde yo creo que tengo un mayor valor añadido.

¿Cuál es la situación actual de la economía española?

Se ha acelerado a partir de la segunda mitad de 2018, con un mejor comportamiento del mercado laboral. Hemos trabajado desde el primer día para  recuperar el tiempo perdido. Hago un balance positivo.

¿Pero no se anuncia una nueva recesión que va a afectar a España?

Ningún organismo nacional o internacional tiene esa previsión. Y menos para España. Las previsiones de crecimiento para 2019 que acaba de publicar el Banco de España, del 2,2%, coinciden con las del Gobierno. Los inversores y los analistas internacionales muestran una gran confianza en nuestra economía. Y todo apunta a que este año volveremos a crecer más que los principales países de la zona euro.

Licenciada en Ciencias Económicas y en Derecho, Nadia Calviño (La Coruña, 1968) dio el salto a la UE en 2006, tras tras 10 años como técnico del Ministerio de Hacienda.

En la Comisión llegó a ser la responsable del presupuesto europeo. En 2018 regresó a España en respuesta a la llamada de Pedro Sánchez.