José Manuel Franco (A Pobra do Brollón, Lugo, 1957) es uno de los políticos con más trayectoria de la Asamblea, donde aterrizó en 1995. Desde entonces, ha desarrollado un amplio conocimiento de la vida y los espasmos del no pocas veces turbulento PSOE-M. Fue el responsable en la Comunidad de la exitosa campaña de primarias de Pedro Sánchez, la de la reconquista, y poco después alcanzó la Secretaría General de la federación madrileña. Su despacho, decorado con carteles electorales históricos de los socialistas y un mapa con los municipios de Madrid, se sitúa a unos metros de Ferraz. Los suficientes para ilustrar la (relativa) sintonía entre ambas sedes. Aunque no desvela su futuro político, se lanza a hablar de pactos postelectorales. "Lo que más valoran los ciudadanos es que les digamos lo que pensamos", afirma. Apuesta por apoyar la lista más votada y crear "gobiernos estables". Siempre, eso sí, que se comparta un mínimo proyecto. "Nos jugamos muchísimo".

Madrid acoge estos días el congreso del Partido Socialista Europeo, a la baja en las encuestas...

Es un honor que vayan a aprobar el programa electoral común en Madrid. Si tiene lugar aquí es en gran parte gracias a la visita que hicimos a Bruselas para denunciar que Ángel Garrido era el presidente con una menor relación con las instituciones europeas, igual que Cristina Cifuentes, algo imprescindible si queremos ser punteros. Sobre los sondeos, nos colocan como primera fuerza en España. Aunque sabemos que todos tienen últimamente un valor relativo...

También dan una subida de los eurófobos, ¿es escéptico en eso?

No. Es un grave peligro y hablaremos de ello. Representan un riesgo de involución. Si esas fuerzas obtienen una mayoría, pondrán en peligro la Unión Europea que queremos.

Eso último suena a su nuevo eslogan nacional. ¿Se lo han apropiado de Vox?

Hay una diferencia abismal. La España que queremos los socialistas es la de la redistribución, la tolerancia y la concordia entre las diferentes comunidades, donde todas tengamos cabida con nuestras características. La extrema derecha prefiere la confrontación. Nos jugamos muchísimo.

¿Usted también prefería el 28-A al superdomingo, como otros barones?

Nosotros siempre dijimos que no teníamos miedo a ningún proceso porque el partido está engrasado. Ahora bien, el llamado superdomingo podía generar confusión. Es mejor así.

¿Qué le parece que la dirección de Cs decida que no pactará con el PSOE?

Es curioso que los que venían a salvarnos de la corrupción y las políticas de derechas del PP digan que con quien no quieren pactar es con nosotros, que llevamos año combatiéndolas. Pero es más curioso que no digan que no van a pactar con la extrema derecha. De momento, ya hemos visto que ellos, los abanderados de las buenas prácticas y la transparencia, tenían cosas que ocultar, como la sociedad de Begoña Villacís, un caso más de su doble moral.

Ha propuesto que gobierne la lista más votada, por ejemplo en la Comunidad. ¿Lo mantiene?

En política, lo que más valoran los ciudadanos es que les digamos lo que pensamos. Yo creo que, salvo que los programas electorales sean incompatibles, lo lógico es facilitar el gobierno de la fuerza más votada. Nosotros vamos a ganar. A pesar de que Cs no quiera pactar con nosotros, nosotros sí queremos que haya un gobierno estable, y si eso pasa por apoyar a los más votados habiendo un programa compatible, no hay inconveniente.

¿Y con Más Madrid?

Si los proyectos son compatibles, por supuesto que sí: con Más Madrid, Podemos... Aunque habrá que ver cómo se presentan, porque, a día de hoy, el único partido de centroizquierda, sensato y realista es el PSOE.

¿Descartan a la derecha?

Con el PP, salvo casos de emergencia absoluta que no se van a dar, tenemos programas incompatibles... y con la extrema derecha es inimaginable. Lo cierto es que el discurso de Isabel Díaz Ayuso y el de Vox se confunden a veces. No en vano, su dirigente fue colaborador de Aguirre.

¿Cuál sería ese programa del que habla?

Lo prioritario es la lucha contra la desigualdad, la pobreza infantil y reforzar el estado de bienestar.

¿Lo fían todo a la movilización?

Tememos que pueda ocurrir como en Andalucía. Allí hubo un exceso de confianza al creer que la victoria del PSOE estaba asegurada y muchos votantes tradicionales se quedaron en casa.

Han redactado unas demoledoras conclusiones de las comisiones de corrupción y deuda. ¿Creen que les ayudará?

Se ha demostrado que vivíamos en un lodazal de corrupción, que Esperanza Aguirre, Ignacio González y Cristina Cifuentes estaban lastrados por ella. La herencia de Ángel Garrido es terrible. Vistos los informes, es más urgente todavía que haya un gobierno de izquierdas.

¿Y ve ético que concurran a las elecciones los alcaldes de Alcalá y Coslada, imputados por una polémica convocatoria de pleno y la concesión de una licencia urbanística, respectivamente?

No han vulnerado nuestro código ético contra las malas prácticas, que cita la corrupción, el enriquecimiento ilícito o la violencia de género. Mientras no se demuestre lo contrario, se pueden presentar perfectamente.

¿Seguirá usted en las listas a la Asamblea?

En mi campaña para secretario general dije que no optaría a la Alcaldía ni a presidir la Comunidad y lo estoy cumpliendo. Yo me debo a los militantes.

¿Pero le gustaría repetir en Madrid?

Donde el partido quiera que esté, estaré.

Sánchez hará las listas del Congreso a su medida, con sus fieles. Usted es secretario general en Madrid. ¿Hará lo mismo en las autonómicas?

Es lógico que el presidente quiera que vayan personas de su confianza en su equipo. Esas personas lo serán también de la confianza del secretario general de Madrid.

¿Será un fracaso si no logran exhumar a Franco antes de las generales?

La salida del dictador del Valle de los Caídos es un proceso garantista. Prefiero que se retrase a un recurso.

Están en pleno proceso de primarias para el Ayuntamiento. ¿Por qué no fue a la presentación de la candidatura del concejal Chema Dávila?

He ido donde se me ha invitado, como dije. Estuve en las de Pepu Hernández y Manuel de la Rocha y a la de Marlis González no pude ir porque ese día había pleno. El otro candidato no me ha invitado.

Teniendo en cuenta el historial del PSOE-M, ¿teme una trifulca interna?

No. Las primarias son para escoger al más conveniente para ganar. La militancia socialista siempre elige al mejor.

¿El mejor es Pepu Hernández?

Yo votaré, pero no diré a quién. Tengo que ser neutral.

Las encuestas dicen que podría quedar el último en Cibeles.

Vamos a obtener un magnífico resultado. Si no somos primera fuerza, quiero que seamos la columna vertebral del nuevo gobierno municipal, esenciales.

¿De Carmena o de Villacís?

Se vería en función de los programas y los acuerdos para mejorar la vida de los madrileños. Pero, con la que está cayendo sobre Villacís, parecería un contrasentido...