Pau Marí-Klose: "La pobreza infantil en España es anómala, tenemos unas tasas muy altas que no nos corresponden"

Pau Mari Klose, alto comisionado contra la pobreza infantil.
Pau Mari Klose, alto comisionado contra la pobreza infantil.
JORGE PARÍS
Pau Mari Klose, alto comisionado contra la pobreza infantil.

Pau Marí-Klose tiene un gran reto por delante en uno de los cargos más relevantes del Gobierno de Pedro Sánchez. Este doctor en Sociología en la UAM asumió el papel de alto comisionado contra la pobreza infantil cuando su predecesora, María Luisa Carcedo, fue nombrada ministra de Sanidad. Ahora, Marí-Klose atiende a 20minutos para explicar cuáles son sus objetivos y en qué punto se encuentra la desigualdad en España.

¿Cómo definiría ahora mismo la situación de la pobreza infantil en España?

Anómala. Es quizás la palabra más adecuada. Es anómala en el sentido de que tenemos una tasa de riesgo de pobreza muy alta en comparación con otros países. Estamos donde no nos corresponde estar, junto a países como Rumanía o Bulgaria, que tienen tasas muy altas. No nos corresponde estar ahí. Pero también es anómala en comparación a otros grupos en España. La pobreza infantil es pobreza de hogares con niños, y es mucho más elevada que la pobreza de pensionistas o la pobreza de jóvenes.

¿Dónde cree usted que está el problema?

Hay varios. En buena medida es un problema de mercado de trabajo, que expulsa y condena al desempleo a las familias. Tenemos mucho paro y mucha precariedad en los tramos más jóvenes, que son familias que tienen hijos o van a iniciar un proyecto familiar. El mercado laboral está muy segmentado. Otro de los problemas es la falta de protección social: hay grupos que se quedan con una ayuda inadecuada o insuficiente. Las prestaciones no alcanzan a paliar los efectos de la pobreza y por eso tenemos muchos hogares sin ingresos. El tercer problema, sin duda, son las falta de políticas específicas para combatir la pobreza infantil. Algunas están muy subdesarrolladas.

Por ejemplo, las prestaciones por hijo a cargo son mucho mayores en otros países como Alemania, donde son de cien euros. En España esto solo existe para población pobre pero son ridículas: son de 24 euros. Ahora, con el nuevo plan de Presupuestos estas se duplicarían a 48 euros, que sigue siendo una cifra baja. Tenemos mucho camino por delante en este sentido. Aquí estas ayudas no sirven para nada porque no sacas a nadie de la pobreza.

¿Qué medidas tiene en mente o está cerca de implantar para combatir la pobreza infantil?

Una de ellas es esa subida de las prestaciones por hijo a cargo, que irán mejorando progresivamente para acercarlas a lo que existe en Europa. Es un marco en el que tenemos que trabajar a varios años. Más allá de eso estamos trabajando en reducir los costes que afrontan las familias, como aquellos que tienen que ver, por ejemplo, con el material escolar o las becas. En este sentido hay una partida importante, como la hay en becas comedor. Estas ya están incluidas en los PGE, aunque en algunos casos sean menos ambiciosas de lo que nos gustaría.

Por otro lado, se está trabajando en las consecuencias de esa pobreza. Hay medidas que la atacan directamente, pero también tenemos que paliar el fracaso escolar. En este acuerdo presupuestario hay medidas para inyectar recursos en la escuela de 0 a 3 años. Es una propuesta que no se va a poder completar en el corto plazo, pero tenemos esa aspiración.

Estamos planteando, además, la implantación de un programa de refuerzo en primaria y secundaria para estudiantes con dificultades, porque sabemos que buena parte de ellos provienen de entornos desfavorecidos. Asimismo, tendrá que haber un plan para combatir la obesidad infantil: es un problema que se concentra de forma muy fuerte en colectivos pobres. Son medidas que tratan de acabar con las consecuencias de la pobreza.

¿Diría que España es un país desigual?

No solo lo digo yo, sino todos los indicadores. España es de los países más desiguales en Europa. Tenemos un problema de pobreza infantil que es fundamentalmente la expresión de un problema de desigualdad, que se acentuó durante los años de la crisis. Tenemos una desigualdad especialmente perversa que muchas veces no se ha descrito bien.

Al grupo de personas más pobres se le está aislando; la clase media se está despegando de los que tienen menos recursos. Somos una sociedad de tres tercios donde al tercio más pobre lo estamos dejando muy atrás. La crisis ha apartado mucho a los más pobres y sobre todo a los más pobres en hogares con niños.

¿Cómo se refleja esa pobreza infantil entre comunidades autónomas?

Somos un país con desigualdades territoriales. Si comparamos la pobreza infantil en términos relativos, no hay grandes diferencias entre comunidades autónomas: no hay ninguna que destaque si se tiene en cuenta el umbral autonómico. Pero sí hay grandes diferencias si usamos como referencia el umbral nacional. El problema no es tanto a nivel interno como a nivel de país en general.

¿Cuánto tiempo cree que hace falta para reducir o acabar con la pobreza infantil?

No es tanto una cuestión de tiempo como de compromisos y capacidades. Ha habido gobiernos europeos muy exitosos en reducir la pobreza infantil, como el de Tony Blair en Reino Unido. ¿Por qué? Porque tuvo un compromiso muy fuerte. Si hay compromiso, consenso político y no se entra en una fase recesiva de la economía, no es difícil hacer avances en el corto plazo. También hace falta un líder que crea en ello, y el presidente Sánchez cree.

¿Ve posible un pacto de estado en materia de pobreza infantil?

No me gusta hablar de pactos de Estado, pero es cierto que el PSOE se ha comprometido en este tema y el resto de partidos no ha mostrado oposición a que se hagan avances. La pobreza infantil no es un tema de izquierdas, de centro o de derechas. Se puede luchar desde cualquier perspectiva. No vamos a hacer el mismo discurso y se luchará por razones diferentes o con distintos medios, pero el objetivo será siempre el mismo.

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