Ángel Gabilondo (San Sebastián, 1949) no es un político al uso: cita a filósofos en sus mítines y defiende que en la vida "no todo es ganar". Por encima de la victoria, viene a decir, están los principios, el deber o la dignidad. Y por la "dignidad de las instituciones", argumenta, lidera la moción de censura contra Cristina Cifuentes (PP).

¿Qué cree que ha pasado con el máster de Cifuentes?

Deduzco que la presidenta, presuntamente, no cursó ese máster. Con todo el respeto, esa es mi hipótesis con los datos que tenemos.

¿Es un caso de corrupción?

No lo sé, pero es un presunto comportamiento inadecuado que pone en cuestión la confianza en la persona y la de los ciudadanos en las instituciones. Una persona que haya hecho eso no merecería la Presidencia.

¿Debe dimitir el rector? ¿Cómo se recupera el prestigio de la URJC?

Se ha dañado a la universidad, a la URJC y a la universidad pública. Lo mejor para recuperar el prestigio es aislar, apartar y sancionar a quienes se han comportado irregularmente. A mí no me pareció acertada la primera aparición del rector, pero he alabado que abriera una información reservada. Antes de cualquier juicio final, hay que esperar a que esa vía llegue hasta las últimas consecuencias.

El PP ovacionó a Cifuentes en su convención y dice que hay un montaje contra ella. ¿Qué opina?

Están en un momento difícil y buscando una salida, pero pido que lo hagan con prudencia, moderación y verdad. El aplauso demuestra alguna debilidad: si necesitas semejantes pruebas de adhesión, algo no debe ir bien. En cuanto a las teorías conspiratorias que dicen que el PSOE ha montado esto, no sé si tenemos capacidad para articular tamaña cosa.

O sea que no ha sido así.

No. Esa teoría no tiene verdad.

¿Cuándo decidió activar la moción de censura?

Desde el inicio tuvimos la convicción de que había que adoptar medidas parlamentarias. La primera sensata fue que la presidenta compareciera. Había que escucharla, y en el Pleno le pregunté cosas que ella sabía: si había ido a clase, si había presentado el trabajo... no hace falta esperar a que un juez te diga si has ido a clase, eso lo sabes tú. También dijimos desde el inicio que estábamos dispuestos a utilizar todas las medidas parlamentarias.

¿Así que se decidió tras la comparecencia?

Nada más acabar, el grupo socialista se reunió y dijimos que la situación no era sostenible, que no había dado respuestas a la opinión pública y que activábamos la moción.

En junio de 2017, Podemos planteó una moción de censura a Cifuentes y el PSOE se abstuvo. ¿Qué ha cambiado?

En el debate del estado de la región [septiembre de 2017] ya dije que la situación es insostenible, porque Madrid está atenazada: siendo una comunidad tan rica, que haya tanta pobreza y desigualdad significa que Madrid está mal. El asunto del máster ha sido un síntoma de una forma de concebir el poder, de entender que no estamos entre iguales. Y luego está el tiempo, porque en el último año de legislatura no se puede plantear una moción. Madrid no puede permitirse estar un año más así.

¿Es una jugada electoralista? ¿Qué sentido tiene presentarla sin tener los votos para que prospere?

Se puede entender según la noción que se tenga de la vida. La llamamos la "moción de la dignidad". Las instituciones están siendo muy afectadas, y eso nos lleva al deber de convocar a todos los grupos y a la sociedad para responder a esta situación. ¿Electoralista? No sé qué va a pasar, no todo en la vida es ganar o perder, y estamos dispuestos a ganar o perder.

¿Con el argumento de la dignidad, no cabría también una moción contra Rajoy?

Eso tienen que pensarlo quienes tengan esa responsabilidad y estén en el parlamento nacional. Tampoco esta moción es un brindis al sol: depende de Ciudadanos y de que tenga la determinación de reorientar sus políticas en la dirección de lo que dijo al llegar. No pido a los de Cs que se hagan del PSOE, pido a los de Cs que se hagan de Cs. Hasta ahora, más bien, han apoyado al PP, se han hecho muy del PP. ¿Por qué no prueban a hacerse de Cs? Así probablemente podremos llegar a pactos y abordar asuntos que no pueden esperar. Cs tendrá que aclarar si prefiere que siga Cifuentes o abrir una posibilidad distinta.

Cs pide la dimisión de Cifuentes. ¿Cree que pueden acabar apoyando la moción? ¿Ha hablado con ellos?

Confío en la petición, pero PP y Cs tienden a pactar en última instancia. Se trata de anteponer el interés de la ciudadanía, y si Cs reorienta su política en favor de una verdadera regeneración, está abierta la posibilidad de un apoyo a la moción. Estableceremos contactos inmediatamente con los grupos y, ante nuestras razones para plantear la moción, espero que Cs dilucide su posición y quede claro que su ultimátum era efectivamente tal. La moción es la única vía para iniciar un modo diferente de hacer las cosas, con integridad democrática.

Si dimitiese, la moción decaería e iríamos a una investidura. ¿Se propondría como candidato o aceptaría a uno del PP?

La investidura se produce tras las consultas a los grupos de la presidenta [de la Asamblea], que propone a quien tenga más posibilidades. El grupo popular ha jaleado la versión de Cifuentes, y eso les debilita para liderar una nueva realidad. Estamos en la idea de hacer una propuesta alternativa. Lo más razonable es que digamos que nuestro candidato soy yo.

¿Piensa en un Gobierno de coalición? ¿Hay reparto de sillones con Podemos, como afirma Cs?

En absoluto.

¿A quién vería en su equipo de gobierno: gente de su grupo, del partido, independientes...?

Tiene que ser un Gobierno de personas solventes, eficientes y competentes. Si están en el grupo socialista o en el PSOE, muy bien, y si no, donde estén.

¿Y cuáles serían las prioridades?

Los tres grupos [PSOE, Podemos, Cs] hemos votado muchas veces juntos, incluso hay puntos en los que hemos estado de acuerdo los cuatro [PP, PSOE, Podemos, Cs]. En sanidad tenemos acuerdos sobre gestión hospitalaria, atención primaria o urgencias, por ejemplo. Sobre contaminación también hay resoluciones concretas. O sobre residencias de mayores. Hay muchas cosas que hemos votado y en las que estamos de acuerdo. Hay que ver cuáles son urgentes y cuáles podemos hacer, sin abrir falsas expectativas.

¿Se ve de presidente? ¿En un mes o en 2019?

En general, no me veo de presidente. Lo que importa es cómo te ven los demás.

¿Qué reacciones ha recibido estos días?

De afecto, de mucho cariño. Noto que me impulsan a que no cejemos en el empeño de luchar por la dignidad de las instituciones. Siempre he creído que es peligrosa la gente que se ve a sí misma de algo, son otros los que te eligen. La pregunta, por tanto, es "¿me verían a mí de presidente?", y se responde en las urnas.

¿Se presentará a las primarias para repetir como candidato?

Si se ve que puedo estar en condiciones de hacer algo, he demostrado que estoy a la altura del desafío. He dicho que estoy "dispuesto a", que no quiere decir que "he decidido que".

¿Qué ha hecho mal la izquierda para no gobernar la Comunidad en más de veinte años?

Algo no se ha debido hacer bien. No echo la culpa a nadie. Es difícil, porque hay estructuras muy trabadas de poder y porque también tiene que haber un cambio de cultura y casi de valores: se ha generado una sensación de que todos los políticos son iguales, de que esto es un sálvese quien pueda, de que donde mejor está el dinero es en tu bolsillo y de que siempre ha habido pobres. Ahí es difícil que enganchen discursos de de dimensión social, de redistribución. Tenemos que hacer las cosas mejor. Yo el primero.