¿Has escuchado alguna vez aquello de lo que crees creas? Esta afirmación resume a la perfección una gran verdad. Y es que, tener un buen estado de ánimo es determinante para alcanzar nuestros objetivos vitales.
El consumo excesivo de alimentos azucarados, alcohol, grasas, el tabaquismo o la vida sedentaria pueden provocar un alto nivel de triglicéridos en sangre, lo que supone un aumento del riesgo de hipertrigliceridemia.