La presencia de Chris Froome en el Tour de Francia 2018, que arranca este sábado, ha despertado controversia entre los aficionados al ciclismo. El corredor británico, cuatro veces campeón en París, ha sido exculpado en un caso de presunto dopaje por la Unión Ciclista Internacional (UCI), algo que alimenta el recelo hacia el corredor, ya manifestado años atrás en las cunetas francesas.

Froome fue silbado este jueves durante la presentación de equipo Sky en La Roche-sur-Yon, algo que recordó mucho a lo vivido por Alberto Contador en 2011, tras su positivo del Tour anterior. Los abucheos apenas dejaron a Froome articular palabra, más allá de un “Vamos a darlo todo este año para ganar”. Pese a su aparente imperturbabilidad, el presentador del acto optó en adelante por acercar el micrófono a otros ciclistas.

“A veces de lo que siembras recoges", no se calla uno de sus rivales, Nairo Quintana. El colombiano, no obstante, espera que “se evite de ahora en adelante”: “Recibir silbidos del público no es agradable y no es bueno para nadie”.

En una línea similar se ha pronunciado su compañero en Movistar, Alejandro Valverde: "Es una pena que sucedan esas cosas, pero eran conscientes de lo que podía ocurrir. Mañana empieza la carrera y hay que hablar del Tour y de ciclismo y no de cosas antideportivas. Es una pena pero al final hay que llevarlo como viene".

El presidente de la UCI, David Lappartient, ha llamado a la calma: "Me ha preocupado mucho ver que algunos aficionados en Twitter y en las redes sociales instaban a la pelea durante el Tour. Eso es totalmente inaceptable. Tienen que respetar la decisión de cerrar el caso".

Froome, por su parte, pide a sus detractores “que se pongan la camiseta de un equipo al que apoyen y lo hagan de una manera correcta con la carrera. ¡No traigáis espíritu negativo!".