Cinco motivos para confiar en una victoria, al menos, de Fernando Alonso en 2021

Fernando Alonso, durante el test de jóvenes pilotos
Fernando Alonso, durante el test de jóvenes pilotos
XPB / James Moy Photography Ltd.
Fernando Alonso, durante el test de jóvenes pilotos

Que nadie se lleve a engaño: Fernando Alonso no va a ganar el Mundial de 2021. Incluso se puede decir que, por lógica, es más fácil pensar que tampoco vaya a ninguna carrera en una campaña en la que la normativa será prácticamente igual que en este 2020, y con un equipo Mercedes en otro mundo con respecto al resto.

Que las opciones no sean muchas no significa que no haya ninguna. Alonso no ficha por Williams o Haas, sino por un Renault (renombrado Alpine) que ha sumado tres podios en esta campaña, con dos pilotos de talla, siendo muy generosos con ellos, similar a la del asturiano como son Daniel Ricciardo y Esteban Ocon

Si en apenas un día de trabajo, el español ha podido superarles (por poco, en un Abu Dhabi con la pista notablemente mejor que el sábado y con muchos otros condicionantes, pero les ha superado), es de buena lógica pensar que puede estar, al menos, a la misma altura en 2021.

La suerte será un factor determinante. En una Fórmula 1 con un statu quo bien definido, y como se ha demostrado en el recién acabado 2020, es necesario un fallo de los de arriba (al menos de Mercedes y, en parte, de Red Bull) para poder aspirar a algo. Si la moneda sale cara, Alonso puede ganar algún Gran Premio la próxima campaña, en la que sería su primera victoria en Fórmula 1 desde 2013.

1º. Alpine es un proyecto en ascenso

La apuesta de Alonso por volver a Enstone no es sólo por una cuestión de nostalgia. Renault ha demostrado un contrastable crecimiento en sus últimas dos campañas, culminadas con una recta final de temporada en la que han sumado tres podios en las últimas siete carreras.

Pero sobre todo han gozado de una gran regularidad durante todo el año que les ha servido para doblar casi de manera exacta el número de puntos con respecto a 2019: de 91 a 181. Ricciardo ha sido la punta de lanza de la escudería (ha sumado 119 de esos 181 puntos), y si Alonso está, como presume, en la misma forma que en 2010, puede estar ahí arriba a los 'greles' de aprovechar su oportunidad.

2º. Sabe aprovechar una carambola

Mercedes es prácticamente infalible, pero en este 2020 no lo han ganado todo. Las citas de Gran Bretaña (la segunda), Monza, Sakhir y, en menor medida, la de Abu Dhabi con todo ya decidido han demostrado que hay un pequeño resquicio para los equipos y pilotos que sepan aprovechar su oportunidad.

Ahí Fernando Alonso es un fuera de serie. Lo demostró en 2012, un año en que llevó un Ferrari menor y, aún así, llegó a la última cita del campeonato con opciones matemáticas de ganarle el título a Sebastian Vettel.

Si Pierre Gasly con un AlphaTauri o Sergio Pérez con Racing Point han podido hacerlo, ¿por qué no Alonso con un Alpine?

3º. Alpine trabaja para sí mismo

Una de las grandes novedades entre los equipos en 2021 es que Renault no será suministrador de motores más que para su propio equipo, Alpine. McLaren cambia a Mercedes (lo que puede darles un enorme salto de calidad o suponer un serio problema si no encaja bien en un chasis prácticamente idéntico al de este año), con lo que los franceses se podrán central al 100% en su escudería. Eso garantiza maximizar recursos y ahorrar en costes de suministro a otros... aunque también les priva de tener un banco de pruebas en un equipo 'B'.

4º. Adaptación instantánea

Los propios responsables de Renault se mostraron alucinados con la competitividad que mostró Fernando Alonso desde el primer momento en el que se subió al RS20 en los test de Abu Dhabi. El español lleva machacándose física y mentalmente desde que acabó su visita a las 500 millas de Indianápolis, recuperando ese viejo 'cuello toro' tan característico. Pero, además, pese a llevar dos años fuera del paddock, cogió enseguida la mano a un monoplaza que será la base del de 2021. "Está para correr mañana", admitían desde el seno de Renault.

5º. Un animal competitivo

Alonso es consciente de que esta 'reentré' en la Fórmula 1 no será muy larga. A sus 39 años afronta una recta final que pretende ser de ensueño, si bien su contrato no está pensado para durar más que dos o tres temporadas. Aprovechar una de sus últimas oportunidades que le dé la competición está entre sus máximas aspiraciones. La labor de Alonso de liderar Alpine no supone para él un problema, sino todo lo contrario: una motivación. 

"Se ha encendido mi espíritu competitivo", admitió tras su único día al volante del RS20. Tiene más hambre que nunca, recuperada tras los años en el barro de McLaren y el descanso posterior, lo que es garantía de estar arriba... si la mecánica y la suerte le acompañan.

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