La temporada 2020 de Fórmula 1 ha echado el cierre en un GP de Abu Dhabi, con menos acción de la deseable. Max Verstappen, que salía desde la pole, logró una victoria perfecta sobre Valtteri Bottas y un Lewis Hamilton al que aún se le nota algo tocado tras pasar el coronavirus. El neerlandés logró su 10ª victoria en F1, segunda de este 2020.

Los dos años de Carlos Sainz en McLaren: la eclosión de un potencial campeón del mundo de Fórmula 1

Fue la última carrera para algunos pilotos, como Kevin Magnussen que deja Haas (acabó 18º) y la propia Fórmula 1; Sergio Pérez, que dejó Racing Point con un abandono y está sin sitio para 2021 de momento; Sebastian Vettel, que deja Ferrari con una pobre 14ª posición; o Carlos Sainz, que sustituirá al alemán en la Scuderia y en su última carrera con McLaren acabó 6º, confirmado tras una investigación por ir demasiado lento en la única parada en boxes.

Gracias a ese resultado, el madrileño finaliza sexto en el Mundial por segundo año consecutivo, ya que Charles Leclerc no puntuó. Fue una carrera sin acción y razonablemente lenta, hasta el punto de que Fernando Alonso en sus exhibiciones del fin de semana con el Renault R25 de hace 15 años rodó más rápido que la vuelta rápida marcada por Verstappen.

Por equipos, McLaren logró el tercer puesto en el Mundial de constructores, gracias al 5º de Norris además del 6º de Sainz, y el mal resultado de Racing Point, para quien sólo puntuó Lance Stroll con un 9º puesto. Es el mejor resultado del equipo de Woking desde 2012.

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  La reacción de Hamilton al escuchar la exhibición de Alonso con el Renault R25

   

Pese a todo lo que había en juego, nadie se la jugó en las primeras vueltas. De hecho, no hubo cambios de posiciones en las ocho primeras posiciones, con Verstappen escapándose y abriendo hueco sobre Bottas y Hamilton, con Norris y Albon tras ellos y Sainz resistiendo sin problemas 6º.

Pero en la vuelta 10 todo cambió. Sergio Pérez, vencedor en Sakhir, se quedó tirado con su Racing Point y obligó a hacer salir al coche de seguridad, tras un momento de neutralización virtual. Las estrategias empezaron a entrar en valor, con casi todos montando neumáticos duros para ir hasta el final.

No todos pararon: Vettel y Leclerc se quedaron en pista, pensando que les iba a beneficiar, lo que al final generó una buena lucha con Carlos Sainz. El madrileño le ganó la posición a los dos coches de Ferrari, con una buena lucha con su próximo compañero.

Empezó entonces una particular carrera para Sainz, que empezó con un aviso por radio: le estaban investigando por ir innecesariamente lento en boxes durante su parada. El objetivo del español era abrir el suficiente hueco como para que los mecánicos de McLaren tuvieran tiempo de hacer una doble parada con Norris.

Avisado de una eventual sanción de 5 segundos, Sainz empezó a apretar para conseguir conjugar ese posible castigo, que no se decidiría hasta después de la carrera porque los comisarios, después de 15 vueltas estudiando la acción, anunciaron que lo dejaban para después. Sainz empezó a conseguir un margen suficiente con sus perseguidores, empezando por un Daniel Ricciardo que fue el último en entrar a boxes.

Una carrera sin acción

Los analistas habituales no tendrán mucha acción que contar acerca de esta carrera, más allá de esa investigación a Sainz, algunos cambios de posición menores y las conversaciones de Hamilton diciendo que llevaba un plano en sus neumáticos, pero no.

Verstappen se encaminó a su 10ª victoria, que además logró con un dominio absoluto que no fue el primer Grand Chelem de su carrera  (pole, victoria, vuelta rápida y líder de principio a fin) porque Ricciardo logró la vuelta rápida en la última. No fue suficiente, no obstante, para ganarle el segundo puesto de la general a un Bottas que con acabar detrás de él sostuvo el subcampeonato del mundo.