Continúa la polémica con el examen de italiano de Luis Suárez para poder conseguir la nacionalidad y poder fichar por la Juventus. Pese a que esta opción ha quedado desechada ya al haber firmado por el Atlético de Madrid, en Italia se ha generado un gran revuelo con la presunta estafa que dicen que fue la prueba, todo con el fin de que el uruguayo aprobara y así facilitar su fichaje.
El pasado miércoles, el 'Corrielle della Sera' filtró unas conversaciones entre María Turco, abogada de la Juventus, y Simone Olivieri, director general de la Universidad para Extranjeros de Perugia. Las llamadas entre ambos comenzaron a principios del mes de septiembre y a contrarreloj, puesto que Suárez debería de conseguir el pasaporte antes del 5 de octubre, algo que no se terminó consiguiendo y por lo que finalmente no llegó a Turín.
Tras las primeras sospechas de un posible amaño, la Guardia di Finanza abrió una investigación analizando las llamadas entre Turco y Olivieri. En ellas, desde la Juventus ofrecieron a la Universidad de Perugia ser el centro "para todos los jugadores extracomunitarios que, en el futuro, necesitarán el examen de italiano", todo ello con tal de "hacer todo lo necesario para resolver cualquier problema sobre Suárez", según el Corriere.
Las sospechas con respecto al examen del uruguayo señalan que este sabía las preguntas del examen antes de realizar la prueba y preparó las respuestas de memoria.
Ahora, con el caso en manos de la fiscalía de la Federación Italiana de Fútbol, se examinará qué influencia tuvo en esto la Juventus y qué otra parte el jugador, que también tendrá que indicar cómo le explicaron a él el proceso para el examen.
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