El 17 y 18 de agosto de 2017 quedaron marcados en la historia de España por los ataques perpetrados en Cataluña —en las provincias de Barcelona y Tarragona— en los que fallecieron 16 personas y 130 resultaron heridas. Los atentados fueron reivindicados por el Estado Islámico.

Los responsables formaban parte de una célula yihadista compuesta por 12 personas, de las cuales 8 murieron y 4 fueron detenidas. Todos residían en el municipio de Ripoll (Girona) y tenían entre 17 y 45 años de edad. Varios de ellos tenían vínculos familiares.

El ataque llevaba gestándose desde abril de 2017, cuando se instalaron en un domicilio de Alcanar (Tarragona), el que sería su centro de operaciones. Allí tuvo lugar una explosión durante la noche anterior al atentado en Barcelona. El accidente dejó dos muertos: Youssef Aallaa, de 22 años, y Abdelbaki Es Satty, de 45, imán de Ripoll, principal cerebro de la operación terrorista y quien radicalizó al resto de integrantes del grupo; y un herido, Mohammed Houli Chemlal, de 20 años.

Este suceso descabezó a la célula e hizo que atacaran en la Rambla y Cambrils, modificando su modus operandi. El plan original de los terroristas consistía en provocar una masacre mayor: un ataque simultáneo en Barcelona y París, con la Sagrada Familia, el Camp Nou y la Torre Eiffel como objetivos.

El ataque que dejó mayor número de víctimas se produjo alrededor de las 17:00 horas del 17 de agosto. Younes Abouyaaqoub, de 22 años, aceleró una furgoneta blanca durante más de 600 metros, produciendo un atropello masivo en la Rambla que mató a 14 personas y dejó 126 heridos.

Luego, Abouyaaquob huyó a pie por el mercado de la Boquería hasta la Diagonal, donde apuñaló a Pau Pérez, un joven de 35 años. Robó su Ford Focus blanco y huyó. Durante el trayecto, arrolló a un agente. Otros policías abrieron fuego contra el vehículo mientras se alejaba. El coche fue descubierto abandonado en Sant Just Desvern. En la parte trasera, los agentes encontraron el cuerpo sin vida de Pérez.

Tras recibir el aviso de dos vecinos, los Mossos d'Esquadra pudieron localizar, después de cuatro días desaparecido, a Younes Abouyaaqoub, quien murió baleado por la policía catalana en un camino rural del municipio de Subirats, en el Alt Penedès.

Alrededor de las 1:15 horas de la madrugada —nueve horas después del atropello en la Rambla— , los Mossos interceptaron un Audi A3 en el que iban otros cinco terroristas. Su objetivo: cometer un atentado similar al de Barcelona en el paseo marítimo de la localidad de Cambrils (Tarragona).

A bordo del vehículo iban Moussa Oukabir —17 años y hermano de Driss, uno de los detenidos—, Mohamed Hychami —24 años—, Said Aalla —18 años—, Omar Hychami —21 años y hermano de Mohamed— y Houssaine Aboyaaqoub —19 años y hermano del autor del atentado en Barcelona—. Portaban cuchillos y un hacha, además de chalecos con falsos explosivos adheridos a sus cuerpos. Todos ellos fueron abatidos cuando se disponían a huir de la zona.

A pesar de la rápida actuación de los agentes policiales, el suceso se saldó con una víctima mortal —Ana María Suárez, de 61 años— y cinco personas heridas.

En su declaración ante la Audiencia Nacional, Mohammed Houli Chemlal —herido en la explosión de Alcanar— reconoció que el plan original del grupo terrorista era atentar contra "monumentos e iglesias". El juez Andreu decretó para él prisión sin fianza en la cárcel de Alcalá-Meco de Madrid.

Driss Oukabir, de 27 años, es otro de los que ingresaron a prisión sin fianza. Hermano mayor de Moussa, muerto en Cambrils. A su nombre figura la furgoneta que alquilaron para realizar el atropello de la Rambla. Su documentación fue descubierta en el vehículo que conducía Younes Abouyaaqoub.

Dos testigos contradicen la versión de Driss Oukabir, que siempre negó estar implicado de forma activa en los ataques. El primero —camarero de un bar de Barcelona— aseguró haber visto a Oukabir reunido con el autor material de los atentados de Barcelona un día antes de que se produjeran. Según su relato, Oukabir, ejerciendo cierto liderazgo, trataba de convencer de algo al autor material del atentado.

Otro de los testigos ha situado tanto a Driss Oukabir como a Younes Abouyaaqoub en el chalé de Alcanar, donde el grupo terrorista se encargaba de manipular los explosivos que pretendían utilizar en un primer momento.

Otros dos quedaron en libertad provisional: Mohammed Aalla y Salah El Karib. El primero fue detenido en Ripoll por ser dueño del Audi A3 con el que intentaron atentar en Cambrils. Sin embargo, alegó que era su hermano, Said Aalla, quien lo usaba con más frecuencia. En su caso, el magistrado estimó que "los indicios existentes sobre su presunta colaboración con el grupo investigado no son suficientes".

El Karib, segundo detenido puesto en libertad, era el dueño del locutorio desde donde se compraron los billetes de avión de Driss Oukabir y del imán Abdelbaki Es Satty. Quedó en libertad, tras 72 horas detenido, después de que no hubiera pruebas lo suficientemente sólidas para establecer una condena de prisión preventiva.