Los movimientos sociales ganan fuerza y suman logros un año después del 20-N

  • Algunos como el 15-M, la PAH, DRY o el 25-S ha logrado apoyo popular en las convocatorias para protestar o recoger firmas que han llevado a cabo.
  • Sentar en el banquillo a Rodrigo Rato y el real decreto por el que se paralizan en algunos casos los desahucios son algunos de sus pequeños logros.
  • "Los encierros y acampadas dentro de hospitales y colegios no dejan de ser el germen que se sembró con el 15-M", afirma un portavoz de DRY.
  • La convocatoria Rodea el Congreso del 25 de septiembre causó un gran impacto: las imágenes de cargas policiales en las protestas dieron la vuelta al mundo.
Miles de personas se concentran en la plaza Neptuno de Madrid durante la protesta del 23-O.
Miles de personas se concentran en la plaza Neptuno de Madrid durante la protesta del 23-O.
JORGE PARÍS
Miles de personas se concentran en la plaza Neptuno de Madrid durante la protesta del 23-O.

Varios movimientos sociales surgidos tras el 15-M, reflejo del descontento de los ciudadanos con la clase política, han protagonizado, durante el primer año de Gobierno del PP, protestas por toda España, algunas de gran impacto como la convocatoria Rodea el Congreso del pasado 25 de septiembre.

En el año en el que el que el 15-M ha cumplido su primer aniversario, y que conmemoró con multitudinarias marchas, los indignados han seguido saliendo a las calles para reivindicar sus ya conocidas protestas en contra del sistema político y económico, y han celebrado lo que consideran uno de sus principales logros: sentar en el banquillo al expresidente de Bankia, Rodrigo Rato.

Así lo asegura Kike Castelló, uno de los portavoces de Democracia Real Ya, después de que el pasado 10 de julio la Audiencia Nacional admitiera a trámite la querella presentada por el 15-M e imputara a Rato, al expresidente de Bancaja José Luis Olivas y al antiguo consejo de administración por estafa, falsedad contable y administración desleal, entre otros delitos.

El hecho de que el Gobierno y el principal partido de la oposición se hayan sentado a negociar una solución para poner fin al drama de los desahucios, cuyo número se ha disparado por la crisis, es otro de los avances que los movimientos sociales creen haber conseguido durante los primeros 365 días del Gobierno del PP.

A este fin ha contribuido, sobre todo, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y Stop Desahucios, que cada día han intentado frenar con la complicidad ciudadana numerosos desalojos, muchos de ellos de forma exitosa.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado jueves un real decreto por el que se paralizan dos años los desahucios en determinados casos, entre otras medidas.

Apoyo de partidos y de ciudadanos

Algunos partidos, como es el caso de Izquierda Unida, han presentado en el Congreso de los Diputados iniciativas con reivindicaciones de los movimientos sociales en favor de la "regeneración democrática", que, por el momento, no han salido adelante, aunque el 15-M confía en que este debate, por la presión popular, entre en la Cámara Baja.

Los indignados han sumado simpatizantes en las protestas que han tenido lugar en toda la geografía española en contra de los recortes del Gobierno, sobre todo en aquellas en defensa de la educación y sanidad públicas.

"Los encierros y acampadas dentro de hospitales y colegios no dejan de ser el germen que se sembró con el 15-M", afirma Kike Castelló, quien opina que se está uniendo gente a estos movimientos sociales que antes no estaba "tan metida" pero a los que los efectos de la crisis ya les han tocado.

25-S: las protestas vuelven con fuerza

Una de las protestas que más impacto ha tenido en este primer año de Gobierno del PP ha sido la que se denominó Rodea el Congreso el pasado 25 de septiembre, convocada por la Coordinadora 25S y la Plataforma En Pie, y que congregó a miles de personas para reclamar el inicio de un nuevo proceso constituyente porque consideraban que la Constitución ya ha cumplido su ciclo.

La Cámara Baja se blindó de policías en esa jornada, que derivó en incidentes, numerosas cargas policiales y cerca de una treintena de detenidos, lo que motivó que la Coordinadora 25S convocara protestas en los días sucesivos, también en los alrededores del Congreso.

Las imágenes de las protestas dieron la vuelta al mundo y la actuación de las fuerzas de seguridad fue criticada tanto por los indignados como por organizaciones sociales y partidos políticos, mientras que el Gobierno defendió la actuación de los agentes.

Desde entonces, la Coordinadora 25S se ha consolidado como un nuevo estandarte reivindicativo, que está formado por personas de movimientos sociales, como el 15-M y partidos —como el comunista, entre otros— que han comenzado a trabajar conjuntamente, según explica una de sus portavoces, Salomé B., quien prefiere no decir su apellido.

Entre los que la forman "hay diferencias", pero estas se discuten y se hablan en las asambleas: "Hay puntos concretos que nos unen, que son más fuertes que los que nos desunen", subraya Salomé, quien recalca que las acciones de la coordinadora son "de desobediencia civil no violenta".

Para el portavoz de Democracia Real Ya, quizás la coordinadora "va un paso más allá y tensa un poco más la cuerda con las autoridades" que el 15-M, del que opina que es un movimiento "más inocente".

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