JUAN CARLOS BLANCO. PERIODISTA Y CONSULTOR
OPINIÓN

Sánchez y las tentaciones

Juan Carlos Blanco, periodista y consultor.
Juan Carlos Blanco, periodista y consultor.
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Juan Carlos Blanco, periodista y consultor.

Para definir las relaciones de te quiero y no te quiero de PSOE y Podemos en esta negociación para la formación de un gobierno no hay que acudir a los grandes pensadores políticos de la contemporaneidad ni al clásico politólogo de guardia. Basta con aplicar el refranero: en política, donde las dan, las toman.

En 2016, Iglesias se sentía a un par de metros del nirvana: arropado por sus cinco millones de votos, ninguneó al líder de un partido socialista entonces a la baja y provocó una repetición de las elecciones con la intención de sorpasar al PSOE para, en lenguaje cursi-podemita, aprovechar la ventana de oportunidad que le daba el pueblo para asaltar el cielo de la Moncloa.

Tres años después, de esa ventana no quedan ni los poyetes, lo del sorpasso suena a utopía para radicales enfebrecidos y es Iglesias quien recibe la misma medicina que él dispensó a Sánchez. Y eso que tuvo el acuerdo a dos dedos de distancia. Podemos tuvo su oportunidad en julio con la oferta de la vicepresidencia y de los tres ministerios y la desaprovechó. Subestimó al PSOE y lo pagó.

Ahora, después de un agosto fuera de foco, el líder de Podemos pregona que se siente humillado por Sánchez y que así no se construye la confianza necesaria para armar un gobierno. Pero es que a lo mejor esto no va de humillaciones, sino de convicciones... y de tentaciones.

En concreto, de la convicción de que un gobierno con un Podemos crecidito no llegaría muy lejos y de que si hay repetición de elecciones en noviembre el PSOE puede pulverizar a Podemos. Una tentación irresistible en la que Sánchez puede terminar emulando a Oscar Wilde cuando decía que la mejor manera de librarse de la tentación es cediendo ante ella. En este caso, convocando a las urnas el 10 de noviembre.

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