Unas nuevas elecciones no cambiarían el panorama: el bipartidismo crece, pero los demás "no se hunden"

  • Los expertos coinciden en que PSOE y PP saldrían ganando, pero sin dispararse.
  • Ciudadanos, el partido más endeble en los comicios: "Tiene el votante menos fiel y más volátil".
  • Podemos podría recuperar "mucho voto de izquierda" procedente del PSOE.
  • Vox, penalizado por el sistema electoral, se movería en números muy parecidos al 28-A.
  • FOGONAZOS: Vivir así...
Pedro Sánchez y Pablo Casado, momentos antes de su reunión en el Congreso.
Pedro Sánchez y Pablo Casado, momentos antes de su reunión en el Congreso.
EFE/Kiko Huesca
Pedro Sánchez y Pablo Casado, momentos antes de su reunión en el Congreso.

"El sueño de Sánchez es que vuelva el bipartidismo". Esta frase fue pronunciada por la portavoz de Ciudadanos, Lorena Roldán, al ser preguntada por la fórmula España Suma, que ha planteado el PP como "antídoto" a los socialistas en caso de repetición electoral. Y es que unas nuevas elecciones pillarían a cada formación política en un lugar diferente, y parece que, atendiendo a los expertos, los efectos dibujarían una posición ventajosa para los dos partidos hegemónicos en España.

El acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos para la investidura de Pedro Sánchez sigue igual de lejano que en agosto, y los plazos se acortan. Cada vez queda menos para el 23 de septiembre, fecha límite para hacer un nuevo intento. Si no se cumple ahí, la mirada se iría irremediablemente al 10 de noviembre. Domingo electoral. Y esa parece una opción cada vez más calibrada en el seno de cada formación.

"Todo parece indicar que habrá una concentración bipartidista", explica a 20minutos el politólogo y profesor en la universidad Carlos III Pablo Simón, quien avisa de que los sondeos "hay que tomarlos con cautela". Para Simón hay que tener en cuenta ciertos condicionantes. "La participación caería y el nivel de abstención podría depender de la campaña electoral", comenta.

Asimismo, el experto dibuja un panorama en torno a tres ejes. Lo ya conocido como el relato recogerá "que la nueva polítca implica bloqueo, una lucha entre PSOE y Podemos por echarse las culpas y un esquema de orden contra caos, como elementos con la Diada catalana o el brexit, por ejemplo".

Pero queda contestar a una pregunta, ¿a quién beneficia y a quién no una repetición de elecciones generales?

PSOE: objetivo, 140 escaños

Pedro Sánchez quiere elecciones. Esa es la teoría que manejan el resto de partidos. Y es que aunque desde Ferraz nieguen que quieran volver a las urnas, han admitido también que no aceptarán "cualquier presión" para evitar una nueva cita electoral. Ese mensaje, dirigido expresamente a Unidas Podemos, deja entrever que los socialistas estarían muy cómodos con otros comicios. ¿Por qué? Tienen un objetivo claro: acercarse a los 140 escaños.

"Es complicado que pueda llegar a 140 diputados, pero en Ferraz piensan que no ha tocado techo. Puede crecer, pero no mucho más. Va a depender de la distribución territorial del voto", esgrime Simón, que además pide tener en cuenta que "el electorado de izquierdas es más propenso a la abstención", aunque reconoce que con los comicios sin convocar es "complicado trabajar sobre hipótesis".

Considera, eso sí, que la estrategia de los socialistas de volver a las urnas puede tener sentido. "El PSOE puede perder su ventaja electoral si espera mucho tiempo". Entonces, tiene que "tirar los dados ahora" porque puede verse afectado por ejemplo por una crisis económica. El politólogo ve a Sánchez capaz de aglutinar voto "tanto de Podemos como de Ciudadanos".

Narciso Michavila, presidente de GAD3, asegura que "el partido que más crece es el de la abstención" pero da mucha más importancia "a la fragmentación de voto". Para él hay una cosa clara: "Sánchez se atreve a ir a elecciones porque la derecha está fragmentada". Es más, aunque haya cierta crecida del bipartidismo "el resto de partidos no se hunden". Esa es una teoría que comparten tanto Manu Mostaza, de Atrevia, como José Pablo Ferrándiz, de Metroscopia.

En palabras de Ferrándiz, el PSOE "tendría una posición similar a la de abril". Podría interpretarse como que "pierde votante de izquierdas pero recupera votante de centro". ¿Por qué? Porque parece que "esta vez ha perdido la eterna batalla del relato con Unidas Podemos", sostiene. "Generalemente la participación alta siempre le ha venido mejor al PSOE, pero esta vez una mayor abstención tampoco parece que le vaya a venir mal", añade Mostaza sobre las perspectivas de Sánchez.

PP: cómodos en busca de una mejora considerable

Es quizás el partido que más cómodo estaría en caso de una repetición electoral. En Génova dan indicios de que el escenario electoral les vendrá bien, aunque de puertas para fuera insistan en que Pedro Sánchez debe formar Gobierno. Los movimientos del PP en las últimas semanas pueden desembocar en un importante recuperación de voto respecto al pasado 28 de abril.

El mantra más usado en el Partido Popular es que son "el pegamento del centro derecha", y esa afirmación ha adquirido ya un claro contenido electoralista: quieren recuperar los máximos votos posiles que el pasado se fueron tanto a Ciudadanos como a Vox. De hecho, si la jugada les saliera bien, podrían ser la formación que más creciera desde el 28-A. La dirección de Casado tiene claro que ya han tocado suelo, por lo que todo iría a mejor para ellos.

Es evidente que el escenario electoral iría a favor de Pablo Casado. "Ganaría más a costa de Vox que de Cs", aclara Pablo Simón. "Al menos en términos relativos", es decir, a nivel de voto, aunque después pueda no traducirlo en escaños. Pero alcanzar, por ejemplo, los 80 escaños, le sería complicado. "Podría, pero no los tiene asegurados", cuenta Michavila. Eso sí, puede tener un as en la manga. Para Manu Mostaza, Casado podría aprovechar la sombra de una crisis económica "para convencer a muchos votantes", quizás en un argumento compartido con Cs.

"El PP gana la batalla de la derecha y la capitaliza", comenta José Pablo Ferrándiz, que a la vez rebaja el optimismo para Génova. "Se recupera pero tampoco tanto porque la derecha sigue fragmentada. Eso sí, le pueden servir las elecciones para distanciarse de Cs y que Casado se confirme como líder de la derecha frente a Rivera", concluye.

Ciudadanos: las encuestas, poco optimistas para Rivera

Si el crecimiento de Ciudadanos en abril fue imponente, las proyecciones en caso de una cita con las urnas el 10 de noviembre no son nada optimistas para los de Albert Rivera. Desde el partido naranja tienen claro que el objetivo de Pedro Sánchez con una nueva cita electoral no es otra que "reforzar al bipartidismo". Aunque ellos dejan claro que no quieren otros comicios, Cs mantiene distancia porque es una decisión que "no depende" de ellos. Es es la manera, además, que tendrán de poner el foco en la "irresponsabilidad" del PSOE.

Eso es algo que parece que no va a cambiar en la campaña electoral. El partido puede elegir el camino de seguir incidiendo en el veto a Sánchez, pero están en una situación delicada. "Es posible que no pierda tanto como dicen las encuestas", desarrolla Simón, que al mismo tiempo explica que Cs "se encuentra en el umbral del sistema electoral que penaliza". Ante esa situación, "quiere asentarse en bloque de la derecha" porque Rivera "no espera" una legislatura larga: "Tiene que elegir si taparse la cabeza o los pies, y ha optado por situarse en la derecha.

Para los expertos, su situación es la peor. Los expertos coinciden en que los naranjas tienen el votante "menos fiel y más volátil" y que además, según Ferrándiz, está "desconcertado". Ciudadanos "siempre afronta las camapañas con mucha presión", dice Mostaza, y Michavila va más allá: "Cs tiene una parte de votante progresista que puede penalizarle no haber pactado con Sánchez; pero a última hora podría crecer". Asimismo, avisa de que Rivera podría perder mucho votante que "se vaya a la abstención", coyuntura que "comparte con el PSOE".

Unidas Podemos: quiere volver a ser tercera fuerza

Tras varios tira y afloja, Podemos está entre la espada y la pared: coalición (a la que no accede el PSOE) o elecciones. Pero los expertos asumen que el escenario no es el mejor para Pablo Iglesias, a pesar de que muchos sondeos sitúan a los morados de nuevo como tercera fuerza parlamentaria. "Pero Podemos no está en eso, sino en aposentar el partido", expresa Pablo Simón.

Hay que tener en cuenta, eso sí, que si los sondeos se cumplieran, podría darse incluso una mayoría absoluta formada por PSOE y Unidas Podemos, algo que serviría a Iglesias para, ya sí, no moverse de la idea de formar él mismo parte del Ejecutivo. Uno de los motivos que tuvo Ferraz para 'maquillar' la coalición y vetar al líder morado fue que entre ambas formaciones no sobrepasaban los 176 escaños.

En todo caso, la caída de Podemos no será tan grande como pueda parecer, y la situación sería "parecida" a la actual. "Podemos ya le ha quitado al PSOE al votante más de izquierdas. 'Si votas al PSOE las políticas no serán de izquierdas' es uno de sus lemas", expresa Narciso Michavila. De hecho, para los analistas existe la posibilidad de que incluso pueda superar a Cs en escaños.

Vox: amortiguar la caída

A priori, los de Santiago Abascal serían los peor parados en una nueva cita con las urnas. Pablo Simón así lo valora. "Vox a corto plazo sufriría un poco más porque ha apostado por un perfil un poco bajos y no tiene líderes demasiado carismáticos", sostiene, aunque, eso sí, considera que "hay que tener en cuenta que un partido no desaparece en tan poco tiempo".

Vox, por tanto, caería, pero seguiría teniendo una importante representación parlamentaria. El fenómeno parece haberse frenado, y un buen porcentaje del voto que fue a parar a Abascal en abril, ahora podría volver al PP. A pesar de ese pesimismo, los votantes de Vox (tal como muestran muchos sondeos) son partidarios de acudir a elecciones. Y el líder apuesta por mantener el proyecto propio: ni siquiera valora integrarse en España Suma y se aleja de la oferta de Pablo Casado.

Todos los expertos consultados coinciden en que Vox estaría penalizado por el sistema electoral, pero, al igual que Cs y Podemos, tampoco se hundiría. "Tiene votantes que además de ser muy fieles, van todos a una", explica Ferrándiz. De esta forma, el partido de Abascal se movería en números parecidos a los de abril, y el hecho de que se desmarque de la opción de España Suma tiene sentido, porque de unirse "correría el riesgo de ser absorbido".

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