Omar Anguita Diputado y portavoz Socialista de Infancia y Juventud
OPINIÓN

La generación del 90

La gente camina por la calle La Rambla (Barcelona).
La gente camina por la calle La Rambla (Barcelona).
Europa Press
La gente camina por la calle La Rambla (Barcelona).

Nací en 1990 en Madrid. Soy de la misma generación que miles de jóvenes que terminaban los estudios hace una década, de ese grupo de chicos y chicas que crecimos con la certeza de que tener estudios e idiomas te abriría las puertas de un escenario laboral poco menos que idílico: un salario digno, un horario lógico y una estabilidad contractual casi garantizada.

La crisis financiera que ocurrió en aquellos años destruyó ese futuro. El 'crack' que provocó la inmensa avaricia de los especuladores no solo se llevó empresas y puestos de trabajo por delante, también los sueños de miles de jóvenes que apenas comenzaban sus primeras experiencias laborales y vislumbraban un horizonte vital.

La derecha de este país hacía de los recortes su 'modus operandi' para devolver un equilibrio económico absolutamente desequilibrado e injusto

Ante esa crisis, Europa y los principales países del mundo decidieron actuar frenando cualquier inversión, recortando cualquier gasto, privándonos de cualquier avance. Y detrás de esa respuesta lo que se escondía era la ideología neoliberal más feroz. Como siempre, la derecha de este país hacía de los recortes su 'modus operandi' para devolver un equilibrio económico absolutamente desequilibrado e injusto.

Fueron muchas las huelgas convocadas para combatir la pérdida de derechos laborales, recuperar la imprescindible negociación colectiva en las empresas y denunciar el desmantelamiento de la educación y sanidad públicas. Exigimos a Europa una rectificación ante una decisión que no ayudaba a levantar la economía ni más rápido ni tampoco de manera más justa.

Con la llegada de esta nueva crisis, ahora provocada por la pandemia, España ha liderado las negociaciones para encararla de forma radicalmente diferente a como lo hizo Mariano Rajoy: protección e inversión.

Recursos económicos para poder proteger a la clase trabajadora frente a los despidos, como han sido los ERTE, y protección a la liquidez de las empresas para evitar tener que bajar la persiana. Por otro lado, inversión. Proyectos económicos para modernizar nuestro tejido productivo, haciéndolo más verde y a la vez más competitivo.

Es evidente que hay dos formas de encarar los retos económicos: asumir el desafío de cambiar las cosas o poner parches de recortes

Es evidente que hay dos formas de encarar los retos económicos: asumir el desafío de cambiar las cosas para evitar volver a repetirlas o poner parches de recortes y pérdida de derechos para la clase trabajadora de este país, mientras un 1% sigue enriqueciéndose a nuestra costa. La izquierda ha demostrado que la primera opción es más efectiva y más justa. En ello estamos y lo conseguiremos. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento