Beatriz Carrillo Presidenta de la Comisión de Evaluación y Seguimiento de los Acuerdos del Pacto de Estado de Violencia de Género.
OPINIÓN

El racismo y el odio no tienen excusas

Desmond Tutu, en 2013.
Desmond Tutu, en 2013.
GTRES
Desmond Tutu, en 2013.

El pasado 21 de marzo celebramos el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, una jornada en la que recordamos los crímenes cometidos por el régimen del apartheid sudafricano en la ciudad de Sharpeville, en 1960.

Sesenta y dos años después, seguimos luchando contra el racismo con el mismo ímpetu y la misma fortaleza. A pesar de la dificultad de los tiempos que vivimos, del avance del discurso de odio contra las minorías promovido por la ultraderecha en toda Europa, y en los que tenemos que reforzar nuestro compromiso antirracista, los y las socialistas seguimos comprometidos en mejorar nuestras herramientas y mecanismos para proteger a las personas que sufren cualquier tipo de discriminación.

En estos momentos, vivimos un sangriento conflicto con la invasión de Vladímir Putin a Ucrania. Una guerra en pleno corazón de Europa en la que la población civil sufre las peores calamidades, y comprobamos cómo se están produciendo hechos de discriminación entre las personas refugiadas que huyen de la guerra, por el hecho de ser gitanos y gitanas, o de origen árabe, o por tener la piel negra.

Lo que estamos viendo en Ucrania nos muestra que la lucha contra la discriminación racial es un camino largo y lleno de obstáculos. También de avances, pero muchas veces lleno de insatisfacciones para todas las mujeres y hombres socialistas que nunca nos conformamos mientras aún persistan formas de discriminación, y que no descansaremos hasta lograr la sociedad igualitaria en la que creemos.

Como decía Desmond Tutu: “si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”

Y ello se demuestra con la percepción de la discriminación por origen racial o étnico por parte de sus potenciales víctimas, en un estudio realizado por nuestro Gobierno. El 51,8% de las personas entrevistadas manifestaban haber sufrido discriminación.

A la ultraderecha no se le blanquea, ni se legitima. Se le combate desde la razón que te dan las ideas, y las ideas que te dan razón. El machismo, el racismo, la xenofobia no son opiniones, no son libertad de expresión, son delitos de incitación al odio. El enemigo de las libertades y de la democracia no solo es el fascismo, es la equidistancia ante el mismo. Como decía Desmond Tutu: “si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”

Por ello, desde el PSOE nos sumamos a la conmemoración de esta fecha y sumamos nuestra voz, como cada 21 de marzo, a la de todas las personas que comparten la lucha activa contra el racismo, la xenofobia, el antigitanismo, la aporofobia, el antisemitismo y la islamofobia.

El machismo, el racismo, la xenofobia no son opiniones, no son libertad de expresión, son delitos de incitación al odio

La lucha contra la discriminación racial se ha convertido, en definitiva, en un sello inconfundible de todas nuestras políticas y, como parte de esas políticas, debemos destacar especialmente la inminente aprobación de la Ley Integral para la Igualdad de Trato y la No Discriminación. Una ley que viene a dar respuesta a una realidad diversa y plural, como lo es España, y que también completa y mejora nuestro derecho antidiscriminatorio, situándonos a la vanguardia europea en el combate contra las lacras del racismo y del odio.

Nuestro inolvidable Pedro Zerolo promovió la aprobación de una ley que sirviera para que quienes se dedicaran a discriminar a quienes son diferentes no quedaran impunes. En breve haremos realidad, con el mayor consenso posible, este sueño de nuestro recordado compañero. Un hecho histórico que, como socialistas, debemos transmitir con profundo orgullo.

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