Entrevista

Pablo Álvarez, tercer astronauta español de la historia: "Soñaba con esto como cualquier niño, pero creía que no era realista"

Pablo Álvarez nación en León en 1988 y es ingeniero en aeronáutica.
Pablo Álvarez, astronauta de la Agencia Espacial Europea.
ESA
Pablo Álvarez nación en León en 1988 y es ingeniero en aeronáutica.

Con tan solo cuatro años, Pablo Álvarez (León, 1988) tuvo claro su sueño: quería ser astronauta. Tras estudiar ingeniería aeronáutica en su ciudad natal y haber trabajado en varias empresas privadas como Airbus, la oportunidad llegó en noviembre de 2022. La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en ingles) buscaba nuevos astronautas mediante una convocatoria a la que se llegaron a presentar cerca de 23.000 candidatos para solo cinco puestos.

Después de un año entrenando en Alemania y en otras partes del mundo, Álvarez ha conseguido ser finalmente uno de esos cinco seleccionados, convirtiéndose así en el tercer astronauta español de la historia, el primero en más de 20 años después de Pedro Duque. Aunque de aquí en adelante continuará todavía entrenando, su próximo destino está ya adjudicado: volará a la Estación Espacial Internacional, donde antes de 2030 pasará, al menos, seis meses. "Ahora sueño con todo. Estoy preparado para cualquier reto", revela a 20Minutos tras su graduación, donde ha conseguido las tan ansiadas 'alas de plata' que le certifican como astronauta.

En su entrenamiento ha aprendido supervivencia, astrofísica, mecánica orbital, mecánica de fluidos, psicología, biología e incluso ruso, ¿qué ha sido lo más duro?Lo más difícil es el volumen de cosas distintas que tienes que dominar.  Un día estás estudiando sobre medicina o sobre cómo afecta el vuelo espacial al cuerpo humano. Al día siguiente tienes un curso de astronomía o de cosmología, y al otro puede ser que tengas biología, ingeniería aeroespacial o veas los sistemas de la Estación Espacial. Es muy variado. Como todo, aprendí muchas cosas, pero soy maestro de ninguna. Al final es tal el volumen de asignaturas y de cosas que tienes que dominar que te quedas siempre en un conocimiento básico de todo, pero que luego es muy útil para todo lo que viene después.

¿Le ha cambiado este año?Sí. Te llevas muchas experiencias nuevas en la mochila. Lo que más te cambia son las experiencias más operativas, la centrifugadora, entrenar para los paseos espaciales o los entrenamientos de supervivencia. Estas cosas te ponen al límite y aprendes mucho sobre ti mismo, como qué pasa si estás una hora sin descanso por la nieve. Aprendes también a gestionar un poco tus propias emociones y cómo reaccionas a pasar un poco de hambre, de frío, aprendes a no estar cómodo. El trabajo de astronauta trata también de sacar lo mejor de cada situación, porque sabes que vas a tener situaciones muy complicadas durante una misión de larga duración. También tienes que aprender a trabajar en equipo, a coordinarte lo mejor posible con tus compañeros y a convivir y aprender cómo son ellos y cómo reaccionarían ellos a esos problemas. 

Pablo Álvarez se gradúa como astronauta de la Agencia Espacial Europea
Pablo Álvarez, con sus 'alas de plata' en su graduación como astronauta.
ESA

¿Cómo es esa experiencia de meterse en la centrifugadora?Simulamos en ella las aceleraciones que viviremos durante el lanzamiento y la reentrada. Solo hemos estado una vez, en una sesión de unos 15 minutos. Sientes que te están lanzando al espacio, notas la potencia del cohete en la espalda y te hacen hasta la cuenta atrás. Lo máximo que alcanzamos fueron 6g, lo que significa que tu cuerpo pesa seis veces más por esa aceleración. Intentar moverte un poquito con esas aceleraciones, o simplemente intentar levantar un brazo, es extremadamente difícil. Lo que te aprieta es respirar, notas como las costillas te aprietan muchísimo en los pulmones, los músculos de las piernas se aplastan y empiezan a doler....  Es una experiencia curiosa. 

"Aprendes mucho sobre ti mismo, a gestionar un poco tus propias emociones y cómo reaccionas a pasar un poco de hambre, de frío, aprendes a no estar cómodo"

¿Tiene nervios al recordarlo?No, para nada, me volvería a meter sin duda. Supongo que es la adrenalina. Es como un parque de atracciones, igual no lo pasas del todo bien cuando estás arriba, pero luego quieres repetir. Lo más peliagudo es cuando empiezas a desacelerar porque tu sistema vestibular, el que está en el oído encargado de mantener el equilibrio, se vuelve completamente loco. No sabes muy bien qué sucede y la sensación es de estar dando volteretas hacia adelante. Es bastante fuerte, pero te lo explican antes de probarlo. 

Agencia Espacial Europea

Agencia Espacial Europea

  • La ESA es una organización intergubernamental, creada en 1975 con la misión de coordinar el desarrollo de la capacidad espacial europea y de garantizar que la inversión en el sector espacial se traduzca en beneficios para los ciudadanos de Europa. Está compuesta por 19 Estados Miembros, entre los que se encuentra España. 

¿Ha sentido miedo? ¿En algún momento ha pensando en abandonar?No, todavía no se me ha pasado por la cabeza. Al principio tienes mucho respeto por el momento de meterte en un cohete, de vivir seis meses en el espacio, de la reentrada... pero en el entrenamiento todo está muy controlado. Todo va poco a poco. No empiezas, por ejemplo, metiéndote directamente en una piscina con el traje de astronauta, sino que empiezas haciendo submarinismo normal. Poco a poco te van añadiendo partes del traje, te van quitando las atletas... en ningún momento sientes miedo. 

¿Puede uno ser astronauta y a la vez tener tiempo para vivir?A veces es difícil, pero es como cualquier otro trabajo que requiera estar fuera de casa. Al final un astronauta puede ser como un camionero, un militar, un marinero o un periodista que trabaje de corresponsal en otro país. No es distinto a ese tipo de trabajos. 

Desde pequeño soñaba ya con llegar hasta aquí, ¿cómo era ese sueño?Soñaba con esto, pero como cualquier niño. Desde pequeño se me pasó por la cabeza cuando me explicaron que existía la profesión, que se podía salir del planeta, yo decía 'quiero eso'. Es verdad que también quise ser marinero, piloto, futbolista, inventor o científico. Me motivaban muchas cosas y tenía muchas ganas de aprender. Ser astronauta era una de ellas, pero luego te das cuenta que no es una opción realista porque hay muy pocos y es muy complicado. Con Pedro Duque yo tendría 9 o 10 años y ahí volví a la idea de serlo. No estudié la carrera con esta meta en mente, pero en cuanto salió la oportunidad y vi que la Agencia Espacial Europea buscaba astronautas, decidí intentarlo. Seguía siendo un sueño, aunque olvidado. Pensé que la única forma de no tener ninguna posibilidad era no intentarlo. Y ahora estoy aquí, entre 23.000 candidatos, no acabo de ser consciente. 

¿Qué le decían sus amigos, su familia...?Mis amigos sorprendentemente estaban muy convencidos de que iba a acabar siéndolo. Era yo el que les decía que era imposible. Al principio éramos muchos y solo iban a coger a 4 o 6. Luego ibas pasando las fases, cada vez éramos menos y decías bueno, es que igual tengo la posibilidad de que me cojan ¿no?. A medida que vas avanzando, lo tocas un poquito con los dedos, y ahí ya sí que ellos estaban muy, muy convencidos. Casi no les sorprendió cuando les dije que me habían cogido.

El nuevo astronauta español de la Agencia Espacial Europea (ESA), Pablo Álvarez, posa para Europa Press, a 24 de noviembre de 2022, en Madrid (España).
Pablo Álvarez, el nuevo astronauta español.
EP

¿Ya se lo cree?A veces sí, a veces no. Es todavía difícil. Al final te metes en el día a día, te centras en aprovechar estos entrenamientos al máximo y en mejorar. A veces disocias un poco y dices bueno a ver, que estoy haciendo esto porque voy a acabar de verdad metido en ese cohete, voy a ir a la Estación Espacial y aquí estoy para quedarme los próximos 25-30 años como astronauta. Creo que poco a poco voy siendo más consciente, pero todavía hay trabajo que hacer.

"Pensé que la única forma de no tener ninguna posibilidad era no intentarlo. Y ahora estoy aquí, entre 23.000 candidatos, no acabo de ser consciente"

¿Ha cambiado esa visión de niño de lo que era ser un astronauta?Yo creo que no. Creo que para superar el proceso de selección tienes que ser muy consciente de lo que es ser un astronauta. Hay una parte más glamurosa que se ve desde fuera, pero también está lo malo, el tiempo que pasas fuera, el riesgo, las actividades que haces... A veces toca incluso remangarse porque en el espacio no hay fontaneros, no hay electricistas, no hay bomberos, no hay médicos. Tú eres todo eso, así que tienes que estar preparado para todo. Si se estropea el baño, vas a tener que arreglarlo tú. Si un compañero tiene una herida, vas a tener que ser capaz de coserla. Los sábados se dedican a limpiar y te puedes encontrar cosas nada agradables. También es una situación muy extrema, vives con lo mínimo que necesitas para poder mantenerte sano y con vida, pero no está diseñado para ser cómodo. No es un lujo. 

¿Se buscan para ello a personas normales?Para ser astronauta buscan personalidades sin muchas aristas, que sea fácil convivir con ellos en un entorno internacional, con gente de culturas muy distintas y bastante aislados durante tanto tiempo. Pero, a la vez, que sean capaces de trabajar en un equipo, de rendir en situaciones de emergencia, de seguir los procedimientos que se necesitan para hacer todos los experimentos y todas las tareas. Buscan un abanico de habilidades muy, muy grande, en el que no tienes que ser un genio en ninguna, pero tienes que ser lo suficientemente bueno en todas. 

Se ha convertido en el tercer astronauta español de la historia, ¿qué le diría a quienes quieren seguir sus pasos?Les animaría a estudiar una carrera tecnológica o de ciencias. A mí me apasionaba y luego no me ha aburrido ni un día en mi trabajo. En mi carrera profesional cada día he aprendido algo nuevo, cada día tenía un reto, un desafío. He trabajado en proyectos súperbonitos, en aviones, en un rover para Marte... Son oportunidades que creo que solo te pueden brindar este tipo de carreras. También les diría que disfruten del camino. Te puedes marcar la meta más alta que quieras, pero tienes que acordarte siempre de disfrutar al máximo y de aprovechar todas las oportunidades. A veces hay cosas que se te presentan y tienes dos días para decidir si sí o si no y no vuelven. Si aprovechas todo eso, la vida te va a llevar a sitios muy interesantes. Luego también hay mucho trabajo, mucha perseverancia, mucho esfuerzo y un poquito de paciencia. 

La nueva promoción de astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA).
La nueva promoción de astronautas de la Agencia Espacial Europea.
ESA

Tras su graduación ha obtenido muchas felicitaciones, incluida la de Pedro Sánchez, que aseguraba que su logro "es un éxito de país", ¿qué supone para España tener un nuevo astronauta?El de astronauta es el trabajo más visible en el sector espacial, pero somos la punta del iceberg. Para tener a un astronauta en el espacio vas a tener a 500 personas dando soporte en tierra. Para poder desarrollar un cohete vas a tener a miles de personas trabajando para ello, una cápsula espacial, un módulo de la Estación Espacial... Todo eso no es otra cosa que el reflejo del trabajo del sector espacial que hacemos en España, que es más desconocido y no tan visible, pero tenemos muchas empresas punteras. 

- Y nuestro país está avanzando mucho en ese aspecto. Sí, estamos liderando misiones científicas y hay muchísimas startups con ideas muy innovadoras. Se está generando un momento muy bueno en la industria y el sector espacial está creciendo mucho a nivel mundial. Y lo va a seguir haciendo. Creo que es el momento de invertir en él para tener empresas punteras de aquí a 20 años. He tenido amigos que para poder trabajar en el sector se han ido a Inglaterra, Alemania, Francia, o a Estados Unidos. Sería genial tener esa capacidad en España. Creo que se puede conseguir porque tenemos el conocimiento y nuestra enseñanza universitaria es de las mejores a nivel mundial. Solo necesitamos inversión y un entorno más dinámico para esas empresas.

"Para ser astronauta buscan un abanico de habilidades muy, muy grande, en el que no tienes que ser un genio en ninguna, pero tienes que ser lo suficientemente bueno en todas"

En algún momento de los próximos seis años estará viajando a la Estación Espacial Internacional donde vivirá durante seis meses, ¿cómo será su día a día?De lunes a viernes son jornadas laborales en las que nos levantamos a las 7 y terminamos a las 19 de la tarde. Tenemos 12 horas con todas las actividades marcadas. La más corta puede durar 15 minutos, pero luego puedes tener de una hora, de dos, o de tres. Contamos con tiempo para comer y luego tenemos dos horas de ejercicio al día que tenemos que hacer obligatoriamente porque esta es la única forma que tienes de mantenerte sano y de que los músculos y los huesos no se deterioren.

¿Y hay tiempo libre?Eso es a partir de las 19, cuando tienes un par de horas para cenar, para hablar con tus compañeros, con tu familia, asearte o incluso para ir a la ventana que tenemos allí para poder observar la Tierra. Luego es descansar y hasta el día siguiente, que vuelve a empezar. Los sábados es el día de limpieza, así que depende un poco de cómo se organice cada tripulación, pero no deja de ser como un piso compartido en el que a uno le toca limpiar una parte cada vez. Los domingos sí que es el día de descanso, lo tienes para ti. Es cuando más tiempo tienes para hablar con tu familia, hacer actividades con los medios, grabar vídeos de divulgación...

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

  • Es licenciado en Ingeniería Aeronáutica por la Universidad de León y tiene un máster en Ingeniería Aeroespacial por la Universidad Politécnica de Varsovia. Ha trabajado como ingeniero de estructuras para varios programas aeronáuticos, como Airbus y Safran en países como España, Reino Unido y Francia. Además de español, habla con fluidez inglés, francés y polaco. 

Después de eso, ir a la Luna, a Marte... ¿con qué sueña?Esta ha sido mi primera semana como astronauta de verdad, así que ahora sueño con todo. Marte es algo que va a ser para la próxima generación de astronautas. Todavía nos queda muy lejos y tenemos mucho que aprender en la Luna antes de poder adentrarnos en algo así. Tenemos que desarrollar mucha tecnología, que sea seguro, tenemos que encontrar formas de enviar todos los suministros necesarios para una misión a Marte, que duraría 950 días. Y eso son tres años, son muchos suministros. En cuanto a ir a La Luna, es difícil. Todavía sigue siendo muy complicado y lo veo muy lejano. Europa tiene ahora tres asientos en las misiones Artemis que van a orbitarla y tres de mis compañeros de la anterior generación van a ir allí. Nosotros empezaremos a optar a esas misiones cuando ya tengamos experiencia en la Estación Espacial. Pero yo voy a estar aquí preparado para cualquier reto y para cualquier cosa que venga.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento