El lugar es un paraíso. El Hotel Bougain, a las orillas de Salad Beach, se erige imponente y repleto de lujo en un entorno envidiable, perfecto para pasar unos días en Tailandia, aunque desde el pasado agosto también se ha convertido en el escenario de uno de los relatos más oscuros y mediáticos de los últimos años.
En la villa número cinco fue donde Daniel Sancho descuartizó el cuerpo de Edwin Arrieta después de que presuntamente le asesinara durante una pelea. Allí fue donde se deshizo del cuerpo que previamente había depositado en partes dentro de la nevera y donde la Policía tailandesa encontró innumerables pruebas del suceso.
Según los informes policiales donde se detallan los indicios recogidos en la villa, a los que ha tenido acceso 20minutos, se llegaron a encontrar más de cinco manchas de sangre, trozos de huesos y tejidos e incluso grasa humana. La de Arrieta. También cabellos e incluso una huella completa del acusado en una mesa de cristal. La que se puede ver en el salón de la villa junto a los sofás, donde Sancho, horas después del incidente, fue retratado sentado mientras reconstruía el escenario.
Concretamente, las manchas de sangre se concentraban en la zona del baño: en los azulejos del suelo, debajo del lavabo, en la pared, en el marco de la puerta y dentro de las tuberías. Sancho confesó en sus interrogatorios, a los que también ha tenido acceso este periódico, que la pelea se produjo en el servicio, donde Arrieta se golpeó en la cabeza contra el lavabo, y fue allí mismo donde desmembró el cadáver.
"Lo arrastré a la bañera y limpié la sangre. Usé un cuchillo para cortarle la ropa y luego un cuchillo y una sierra para desmembrarle", afirmó en su declaración del 6 de agosto. "Le corté una pierna y seguí hasta desmembrarlo en 17 partes. Lo introduje en bolsas, lo envolví en film y lo metí en la nevera", contó. Precisamente durante ese testimonio, Sancho reconoció haber usado los estropajos que había comprado el día antes para limpiar el suelo del baño y otras zonas de la villa.
En el suelo del dormitorio y en el frigorífico también se encontraron manchas de sangre, al igual que tejidos en las aguas residuales de la villa. También numerosas botellas de alcohol repartidas por la casa. Finalmente, la playa de Salad Beach, a 300 metros del hotel, fue uno de los lugares donde se encontraron restos cadavéricos del cirujano colombiano.
Dos reservas
Según el listado de las reservas de aviones y alojamientos realizadas por ambos, incluida en el sumario del caso al que ha tenido acceso este periódico, cuando Sancho llegó a la isla de Koh Samui, el 31 de julio, acudió directo a la habitación del Panviman Resort, que había sido reservado por Arrieta desde Colombia el día 27.
El 1 de agosto, el hijo de Rodolfo Sancho reservó la villa de Salad Beach y tras comprar film, bolsas, estropajos el cuchillo y la sierra lo dejó todo allí. Sus pertenencias, por otro lado, permanecieron en el hotel reservado por Arrieta.
El fallecido nunca pisó el hotel que había reservado, cuando Sancho le recogió en el puerto directamente le llevó al Bougain, aunque el acusado ha declarado en todo momento que esa villa la había adquirido para grabar sus vídeos de cocina para Youtube, de ahí que allí solo contara con los útiles que había comprado.
En la sesión del juicio de este pasado miércoles, la Fiscalía, que ha apuntado a estos movimientos y compras como la prueba de que todo fue un asesinato premeditado, reconoció que iba a ser muy complicado demostrar esto. La defensa del joven, por su parte, ha negado esta teoría en todo momento y pide una pena por homicidio imprudente.
Testimonio aplazado
En la última sesión del juicio de esta semana, en la que se esperaba el testimonio de Sancho, un problema con el aire acondicionado provocó que todo se aplace al próximo miércoles. Será entonces cuando el joven tenga que dar detalles de lo ocurrido, una declaración, además, que se prevé bastante larga. Su padre, Rodolfo Sancho, hará lo propio el martes, en la primera sesión de la semana.
Se supone que el proceso judicial culmina el próximo viernes tras la declaración de 28 testigos de la Fiscalía y otros tantos de la defensa. Habrá que esperar tres semanas o cuatro para conocer el veredicto final.
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