La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) ha presentado este jueves los resultados del primer bloque de su informe bienal, elaborado por científicos y profesionales de la salud y centrado en esta entrega en las causas y las soluciones de la escasez de médicos de familia y de enfermeras, así como en el reto de atraer a un número suficiente de graduados en medicina al Sistema Nacional de Salud. Entre los datos más destacados, los especialistas recalcan que la oferta de médicos especialistas en España tendrá un déficit creciente hasta 2027, llegando ese año a los 9.000 médicos aproximadamente, según las predicciones del Ministerio de Sanidad.
"A partir de 2028 se irá reduciendo progresivamente hasta 2035, cuando prácticamente se alcanzaría el equilibrio. Aunque hay diferencias notables entre especialidades, en términos de déficit o superávit actual y previsto, la gran fuente de déficit está y estará hasta 2028 en atención primaria, y en particular en medicina de familia, mientras que pediatría estaría en equilibrio fundamentalmente por la previsible caída de la natalidad en España", señalan los autores de uno de los papers presentados este jueves en una rueda de prensa online y publicados en la revista 'Gaceta Sanitaria'.
Patricia Barber, una de las autoras del artículo ¿Qué sabemos y qué deberíamos saber sobre los desequilibrios de médicos en Espana?, ha advertido en la presentación del mismo de que "los desequilibrios y las tensiones en el sistema sanitario tienen consecuencias en la calidad de los servicios". Al mismo tiempo, la investigadora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha subrayado el desajuste que representa que en 2002-23 se graduaran 6.326 y, en cambio, se convocaran 8.550 plazas MIR. "En la desigualdad entre estas dos cifras tiene mucho que ver la migración, que actúa como mecanismo de ajuste".
En este sentido, Barber ha destacado que "España es un país importador neto de médicos". Y ha expuesto cifras para sostener esta realidad: en la convocatoria MIR de 2022-2023, el 16,4% de los adjudicatarios de plaza fueron extranjeros, y el 54% de los nuevos colegiados en 2022 en el Colegio de Médicos de Barcelona también procedían de otros países.
"Frente al magnetismo de España para los médicos de los países de habla hispana, la movilidad internacional de médicos formados en España es reducida, según datos de la OCDE", reza el informe. Reino Unido fue en 2021 (último año con datos) el primer país receptor de médicos españoles (86), seguido de Suiza (58, en 2022) y de Francia (56 en 2021).
Movilidad dentro de España
En clave nacional, el mercado MIR está "bastante segmentado geográficamente". El informe también recoge datos sobre las preferencias internas de los sanitarios que aprueban el MIR. En 2006, el 75% de los adjudicatarios eligieron plaza en su comunidad autónoma de residencia, mientras que en 2023 solo lo hicieron el 62%. Además, en los últimos años, "Barcelona parece haber perdido capacidad de atracción frente a Madrid", dado que en 2023, nueve de los 100 primeros MIR eligieron Barcelona, frente a los 44 que optaron por Madrid. Mientras que en 2002, 23 de los 100 primeros escogieron Barcelona. La media de Barcelona en todo el período 2002-2017 fue de 22. Sin embargo, Cataluña atrae más a médicos extranjeros: el 29,4% de los adjudicatarios de plazas en Cataluña son extranjeros, y en el resto de España suponen el 14%.
Las investigadoras amplían la radiografía de la plantilla médica en España: de los 136.344 especialistas con nómina en el Sistema Nacional de Salud a junio de 2021, el 31% eran de atención primaria, el 21% tenían más de 60 años y el 61,1% eran mujeres. Además, en torno al 30% de los médicos en ejercicio (sin contar los residentes) ejercen únicamente en la red privada.
"Otro gran problema pendiente y urgente es el déficit de médicos de familia. Para cubrir las plazas desiertas, en zonas básicas de salud rurales y en pequeñas ciudades, pero también en ciudades medianas y grandes, no basta con acreditar y convocar más plazas MIR u homologar más títulos extranjeros. Se precisan un plan de incentivos dirigido a la medicina familiar y comunitaria, y cambios regulatorios", demandan las autoras.
Baja tasa de enfermeras
Otro de los trabajos presentados este jueves lleva por título Escasez de enfermeras en España: del caso global a la situación particular. Su autora principal, Paola Galbany-Estragués, ha puesto una cifra: "Nos faltan 41.000 para llegar a la ratio de Portugal", que se sitúa en 7,44 por cada 100.000 habitantes, mientras que España se queda en 6,57, según los datos que maneja la OCDE. La migración y el abandono son las principales causas que explican el déficit en personal de enfermería, del que el 90% son mujeres. Las dos grandes estampidas de enfermeras españolas se registraron en los años 1999-2000 y entre 2009 y 2016, cuando se registraron 10.075 solicitudes en el Reino Unido -el destino estrella- y el 98% se aprobaron.
Galbany-Estragués ha expuesto que en España "las facultades están llenas", por lo que no es un problema de falta de formación, pero que, una vez ejerciendo, las enfermeras se van a otros países en busca de mayor proyección profesional o cambian de empleo por las precarias condiciones laborales, que son "la punta del iceberg". Con la llegada de la pandemia de covid, sin embargo, como en todos los momentos de crisis, se demandó un mayor número personal de enfermería, que encontró contratos menos temporales. "Se contrató menos, pero para periodos más largos, se ganó estabilidad", ha explicado. Actualmente, de hecho, el número de solicitudes de reconocimiento del título de enfermería expedido en España en un país extranjero es "bajo": 513 en 2021 frente a 2.792 de 2013.
Desde Sespas advierten de que la temporalidad es "cíclica" y que, a pesar de que la reforma laboral de 2022 también contribuyó a la estabilidad y a reducir el abandono de la profesión, en 2022, de media, cada enfermera no especializada tuvo 2,76 contratos.
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