Chantal Wageveld y su cruzada por lograr bulldogs franceses sanos: "No se deben normalizar los problemas de salud"

A la izquierda uno de los bulldogs criados por Hawbucks y a la derecha otro con signos de braquicefalia deformativa.
A la izquierda uno de los bulldogs criados por Hawbucks y a la derecha otro con signos de braquicefalia deformativa.
HAWBUCKS / PIXABAY
A la izquierda uno de los bulldogs criados por Hawbucks y a la derecha otro con signos de braquicefalia deformativa.

Cada vez son más los países que prohíben la cría de razas caninas por problemas de salud. El último en sumarse a esta tendencia ha sido Alemania, que ha incluido una iniciativa en su Ley de Bienestar Animal que podría poner fin a los emblemáticos perros salchichas (Dachshund).

Este tipo de iniciativas llevan apareciendo en Europa desde hace unos años, ante las también ascendentes advertencias de los veterinarios sobre la cría de razas con anatomías perjudiciales para la salud de los perros. Un ejemplo conocido de esto son las famosas razas braquicéfalas, entre los que se encuentran el Carlino o el Bulldog francés, cuya forma del cráneo achatada no les permite respirar adecuadamente.

De hecho, en el caso del Bulldog francés, es una de las razas que más se está vetando su cría en Europa y, por ello, también han empezado a aparecer criadores con el objetivo de mejorar la raza a través de la selección y la genética, para dotar a estos perros de las características necesarias que eviten los problemas de salud.

Chantal Wageveld es la responsable del criadero Hawbucks, quién comenzó a criar esta raza siguiendo el impulso de hacer las cosas de forma diferente. "Llevé a mi casa a una hembra exreproductora de seis años, Quinta y después de haber tenido que lidiar con una hernia fatal a los nueve años que la dejó sin la capacidad de mover las piernas, me pareció algo tan intenso que no se lo deseo a nadie", relata.

Aunque hace años que no ejerce, Wageveld es auxiliar de veterinaria y ha visto llegar a la clínica a muchos Bulldogs franceses con múltiples problemas. "Se les podía oír entrar a la sala de espera debido a su ruidosa respiración", asegura. "La gente siempre parecía encontrarlos divertidos, pero yo veía al perro luchando por conseguir oxígeno".

"A raíz de ahí comencé a aprender más y más sobre estos lindos y divertidos perros y me enamoré totalmente de la raza. Sin embargo, no con su estado de salud", expresa Wageveld. "Tener el conocimiento médico junto con la pasión por hacer que los perros vuelvan a ser normales es lo que me ayudó mucho a comprender los problemas de la raza y el efecto que tiene en el perro como individuo y en toda la población de la raza".

El problema no es solo genético

Para la criadora y experta en esta raza, el problema recae en las personas que los crían y los compran normalizando su apariencia extrema. "Si todos los criadores y compradores se esforzaran por mejorar la raza (y no me refiero a ganar una exposición o a conseguir el color más raro), ésta se encontraría en un estado mucho mejor", considera.

"Son las apariencias extremas las que hicieron de la raza lo que es hoy y, en mi opinión, deberíamos hacer todo lo posible para criar lejos de ellas para tener perros de apariencia más moderada", defiende. "Después de todo, al perro no le importa si gana un premio o si tiene un pelaje especial, solo siente si está cómodo en su propio cuerpo y puede moverse o respirar libremente".

No se deben normalizar los problemas de salud, sino aceptarlos y alejarse activamente de esos rasgos

Por este motivo, Wageveld cree un Bulldog francés más moderado "sigue teniendo el mismo carácter encantador". "No se deben normalizar los problemas de salud, sino aceptarlos y alejarse activamente de esos rasgos", sentencia.

"Por este motivo mi lema es 'criar por salud'. Yo no crio por colores, ni para conseguir premios, crío perros porque quiero brindarles a las personas años de felicidad con su mejor amigo y ese debería ser siempre el objetivo: longevidad, salud mental y física, perros que pueden moverse y respirar libremente", agrega.

Para la criadora, si para cumplir estas metas hay que ver un poco diferente a los Bulldogs franceses estándar, así deberá ser. "Sus posibilidades de vivir una vida más larga y saludable son mucho mayores, eso es lo que realmente importa", insiste.

'Criar por salud'

Pero, ¿cómo se consiguen ejemplares más sanos? Wageveld realiza pruebas exhaustivas de salud a todos su perros en veterinarios especializados. "Les miro los ojos, les hago ecografía del corazón, reviso rótulas... Se evalúa su respiración y, bajo sedación, se les realiza un examen de garganta". 

"También hacemos radiografías de la columna, codos, caderas, tráquea, puntuaciones de cadera, una tomografía computarizada de cuerpo completo para ver cada anomalía en la columna y en las cavidades nasales, comprobamos el groso y la longitud del paladar...", enumera.

Todo esto, con el objetivo de crear conciencia entre criadores, pero también entre los compradores que al final son quiénes demandan los ejemplares. "También se les realiza una resonancia magnética del cráneo para detectar problemas y así investigar las estructuras blandas de la cabeza", detalla la criadora. "Y por supuesto hacemos pruebas de ADN para todas las enfermedades relevantes que se puedan encontrar en los Bulldog franceses".

Uno de los Bulldog franceses de Hawbucks.
Uno de los Bulldog franceses de Hawbucks.
HAWBUCKS

No obstante, como cualquier criador, Wageveld no puede garantizar al 100 por cien que ninguno de sus cachorros nunca tendrá problemas. "A pesar de nuestros esfuerzos, la naturaleza siempre se sale con la suya", lamenta. "A veces, es posible que las cosas no salgan como esperabas o planeaste". 

"No pretendemos criar únicamente perros sanos, pero sí garantizamos que haremos todo lo posible y lo que esté a nuestro alcance para lograrlo", asegura. "Podemos decir que criamos para mejorar la raza, aunque en una escala que no es lo suficientemente grande como para marcar la diferencia".

En este sentido, Wageveld recuerda que algunos criadores son "ciegos involuntariamente, mientras que otros eligen serlo, sobre los problemas de salud que tienen sus perros". "Se trata de un problema internacional, ya que encuentran este estado normal y no saben nada mejor", agrega.

Un buen criador no tiene nada que ocultar y estará encantado de contarte todo sobre sus perros

"También ocurre que, a muchas personas, les gusta sentir que les importa algo y ese sentimiento se intensifica cuando la criatura depende de ellos, como un bebé", detalla la criadora. "Un perro que necesita que le limpien las arrugas, el trasero, etc., recurre al instinto natural de cuidar y la gente lo encuentra adorable".

La experta en esta raza también considera que a mucha gente le gusta el aspecto de las arrugas, las caras planas y los cuerpos bajitos y fornidos debido a que "se parece casi a un rostro humano". "No obstante, espero que esta situación cambie", determina.

"Ojalá y las personas que quieran comprar un Bulldog francés se informen sobre qué rasgos son tóxicos y conozcan las preguntas que hacer a los criadores o cómo interpretar los resultados de salud de un perro", añade. "Así se fomentaría que los criadores cuiden de la salud de sus cachorros, porque no podrán responder esas preguntas".

Wageveld considera que de esta forma sería más fácil dar con los criadores que realmente se preocupan y tratan de mejorar la raza generación tras generación. "Un buen criador no tiene nada que ocultar y estará encantado de contarte todo sobre sus perros, sus pruebas, el por qué planearon una combinación y te invitará a su cada a ver a los perros moverse, respirar y vivir la vida cotidiana", concluye.

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