Quiero adoptar pero... ¿qué perro es el más adecuado para mí? "Es importante no dejarnos llevar por caprichos"

EN ACUNR están trabajando para poder mudarse en breve a otras instalaciones, mejores y de su propiedad. Las actuales eran un antiguo criadero. Las personas entregadas a la defensa de los animales desde las protectoras españolas asumen una responsabilidad que, en realidad, correspondería a las administraciones públicas.
Un perro en adopción  la protectora madrileña ACUNR.
EDUARDO G. CUASIMODO/ARCHIVO
EN ACUNR están trabajando para poder mudarse en breve a otras instalaciones, mejores y de su propiedad. Las actuales eran un antiguo criadero. Las personas entregadas a la defensa de los animales desde las protectoras españolas asumen una responsabilidad que, en realidad, correspondería a las administraciones públicas.

Cuando tomamos la decisión de incorporar un nuevo miembro a la familia y adoptar un perro, antes de decidir qué tipo de alimentación, qué arnés comprar o cómo se va a llamar, debemos elegir qué clase de perro queremos que llegue a nuestro hogar.

Aunque muchas veces somos nosotros quien escogemos la raza, basándonos en qué nos parece bonito o en el tamaño, la realidad es que hay muchos factores que influyen en que la convivencia con este nuevo individuo vaya a ser agradable y acorde, algo que pasa por pensar más en las necesidades del perro y menos en nuestros gustos estéticos.

Así lo considera Beatriz, responsable de adopciones de perros de la Lliga per a la protecció d'animals i plantes de Barcelona, quien considera que "lo más importante es que las necesidades del perro se ajusten a nuestro estilo de vida".

"Si somos personas más bien tranquilas o bien si pasamos muchas horas fuera de casa sin que pueda venir el perro, debemos evitar los de edad muy temprana o con una energía elevada como por ejemplo los perros tipo pastor", explica. "Por el contrario, si tenemos una vida muy activa y queremos que el perro nos pueda seguir el ritmo debemos buscar perros jóvenes y energéticos".

No obstante, no debemos olvidarnos que cada animal tiene un carácter y necesidades concretas, independientemente de la raza, que podrá guiarnos un poco más o menos. "Al ser nosotros los que escogemos a qué perro adoptar y no al revés, debemos seleccionar un animal que se ajusta a lo que podamos ofrecerle", comenta.

"Es importante no dejarnos llevar por modas o caprichos, sino ser conscientes de qué necesita el animal y qué le podemos brindar nosotros a largo plazo, no solamente en el momento actual", agrega Beatriz.

Si tenemos esto en cuenta, una vez el perro entra a formar parte de la familia y ya se encuentra en el nuevo hogar, el proceso de adaptación será mutuo. "Requiere esfuerzo por ambas partes", asegura. "Las personas tendremos que establecer una rutina adecuada a las necesidades del perro y éste tendrá que irse adaptando".

Alguna persona que tiene una raza idealizada, al conocer un caso real, se da cuenta de que no va a poder seguirle el ritmo

"De hecho, una gran parte de los abandonos se producen porque la gente consigue perros a los que no puede atender correctamente, ya sea por una cuestión de tiempo o bien por no poder atenderlo económicamente", destaca Beatriz. "Por esto no podemos escoger un animal únicamente por la raza".

La encargada de adopciones de la Lliga argumenta que, si el perro no cuadra con nuestro estilo de vida o no tenemos los conocimientos suficientes para una raza con un carácter más complejo, "definitivamente tendremos que escoger otro animal".

"En el refugio a veces vemos como alguna persona que tiene una raza idealizada, al conocer un caso real, se da cuenta de que no va a poder seguirle el ritmo", explica. "Y, afortunadamente, en muchas ocasiones recapacita y se deja asesorar por las personas que conocen a los perros".

En este sentido Beatriz cuenta que en los refugios de animales, los voluntarios están acostumbrados a conocer cientos de perros cada año y, por ello, saber qué tipo de familia necesitan. "Por esto es importante dejarse asesorar en el momento de querer incorporar un perro al hogar", aconseja.

"Por ejemplo, la mayor parte de las personas que nos contacta para adoptar buscan cachorros y, en muchos casos, creemos que no son conscientes de lo que supone su cuidado", ejemplifica. " Adoptar un cachorro es una gran responsabilidad, ya que el adoptante tendrá que asumir la fase de socialización del perro, la cual es una etapa fundamental en el desarrollo del animal y que le marcará para toda su vida".

Al respecto, Beatriz explica que muchos de los perros que tienen problemas de comportamiento y terminan sufriendo el abandono se debe, precisamente, a problemas de socialización en su etapa más temprana. "Por este motivo hay que pensar mucho sobre la adopción de un cachorro", agrega. "Además, los cachorros requieren de más tiempo y atención que los perros adultos, por lo que podremos hacerlo cuando dispongamos de suficiente tiempo para dedicarle en esta etapa".

"El abandono en perros de edad temprana es muy elevado, por lo que sugiere que las personas somos muy impulsivas y para adoptar es necesario reflexionar y valorar bien las circunstancias para brindar al animal un buen futuro a lo largo de toda su vida", concluye.

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